Tener los conocimientos básicos para actuar rápidamente ante una parada cardiorrespiratoria puede contribuir a salvar una vida. Con este mensaje se ha celebrado este viernes una nueva edición del Día Mundial de la Parada Cardíaca con una jornada en la que médicos intensivistas, pediatras y urgenciólogos de los hospitales públicos de Zaragoza, 061 y MAZ, entre otros centros, y profesores de la Universidad de Zaragoza están mostrando a la ciudadanía las maniobras precisas para detectar y saber qué hacer ante un paro cardíaco, cómo utilizar un desfibrilador o las técnicas adecuadas de reanimación cardíaca de urgencia.

El evento tiene como objetivo sensibilizar y educar al público general sobre cómo detectar y qué hacer ante una situación de paro cardíaco. Durante toda la mañana, frente a la Facultad de Educación, 20 puestos equipados con maniquís se utilizan para poder ofrecer una formación simultánea de hasta 40 personas. Para ello, se desarrollan talleres gratuitos de 20 minutos sobre la reanimación cardiopulmonar (RCP) y la utilización de un desfibrilador. Los participantes aprenden a detectar una situación de paro cardíaco e iniciar de forma precoz una cadena de supervivencia. El desconocimiento de estas técnicas y la falta de formación hace que las personas tengan miedo a actuar, sin saber que sus manos pueden salvar vidas y minimizar las secuelas a largo plazo.

Profesionales sanitarios enseñan a los ciudadanos a realizar una reanimación cardiaca de urgencia

El doctor Andrés Carrillo, jefe de servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Miguel Servet, ha explicado que "desgraciadamente, la mayoría de las paradas cardiacas ocurren fuera del hospital". Y la población no tiene un conocimiento de RCP básica, por lo que en muchos casos esperan que lleguen los servicios sanitarios para la actuación: "Esto influye muy negativamente en el pronóstico del paciente". De ahí el objetivo de que la población general tenga conocimiento de las maniobras de reanimación cardiopulmonar. "El iniciar esas maniobras de RCP puede multiplicar por dos o por cuatro la supervivencia del paciente".

En Dinamarca, ha recordado, esta formación es obligatoria en los colegios: "Allí consiguieron en pocos años triplicar la supervivencia extrahospitalaria de los paros cardíacos. Y este es el objetivo". 

En Zaragoza, participan más de 80 profesionales, en varios turnos, para poder dar el curso de formación. "Se han inscrito más de 500 personas en el curso de formación, pero podremos llegar casi a 600 con los que se puedan sumar".

El perfil suele ser paciente varón, de media edad, "con factores de riesgo clásico, como tabaquismo, dislipemia... y que presentan de forma brusca una pérdida de conocimiento, lo que llamamos una parada cardíaca".

Se estima que en España se producen aproximadamente unas 50.000 paradas cardíacas al año. De estas, afirma, tan solo unas 4.000 llegan al centro hospitalario. Y de este grupo de parada, seis de cada 10 sobreviven. Pero "hay que conseguir que el paciente viva con buena calidad, porque muchos desgraciadamente viven pero con secuelas neurológicas. Y este no es el objetivo". "Si iniciamos la cadena de supervivencia desde el momento que vemos que un paciente presenta una pérdida de conocimiento o una parada cardiaca podemos mejorar los resultados no solo en supervivencia, sino en calidad de vida, de recuperación".

Entre los profesionales sanitarios que han acudido a la jornada, de manera voluntaria, se encontraban María Pilar Oliete, médica adjunta de Urgencias del Hospital Miguel Servet, y Eva Sebastián, médica de emergencias del 061 en Huesca. Por su trabajo deben hacer frente a este tipo de situaciones: "Pero lo importante es que la gente de la calle pueda reaccionar ante una situación como esta, porque por cada minuto que pasa sin que se dé una reanimación cardiopulmonar a una persona que está en parada se pierde un 10% de posibilidades de sobrevivir", resumen. Y por eso es muy importante que los ciudadanos conozcan estas maniobras y "desde el primer momento puedan iniciarlas". Es fundamental, explican, "que sepan reconocer la situación de emergencia y que, si alguien es susceptible de necesitar esa ayuda, pidan ayuda y empiecen lo antes posible las primeras maniobras de reanimación". De ahí la importancia de concienciar desde la infancia.

Carmen Velilla, médica intensivista en la uci del Clínico, explicaba esta mañana a dos alumnas de 3 de Primaria del colegio Recarte y Ornat cómo actuar y cómo practicar las maniobras y que deben llamar al 112 en caso de emergencia. Otra intensivista del Clínico, Blanca Obón, indica la secuencia a seguir: "Primero, decidir si hay que reanimar o no. Lo segundo, llamar al 112. Después, saber cómo dar el masaje". En el caso de estar en un comercio o en un local que cuente con desfibrilador semiautomático hay que saber utilizarlo. "Se trata de concienciar a la ciudadanía de que esto se puede hacer y que tiene una importancia vital. Para que la gente sobreviva y sobreviva bien", señala.

Tres amigas, estudiantes del Máster de Ingeniería Biomédica, han acudido a la cita y han coincidido en la importancia de acercar esta formación a todo el mundo, para saber cómo actuar ante estos casos. "Nos han enseñado conocimientos básicos, sobre la reanimación, colocar el desfibrilador y llevar el ritmo" al hacer la maniobra.

La gerente del Salud, Ana Castillo, y la vicerrectora de Cultura y Proyección Social de la Universidad de Zaragoza, Yolanda Polo, han visitado las carpas en las que se desarrolla la actividad, abierta al público. Castillo ha agradecido la labor a todos los profesionales que participan en esta jornada y a la Universidad: "Me parece muy importante para que los ciudadanos conozcan lo que es la reanimación, porque iniciarla precozmente puede suponer salvar la vida a los pacientes". En España, ha dicho, fallecen unos 30.000 pacientes al año por una parada cardiorrespiratoria. "Y empezar en el primer minuto puede salvar muchas vidas, porque cada minuto que se retrasa el empezar una reanimación puede suponer que les estemos quitando un 10% de probabilidad de vida".

"Aquí en Aragón -ha indicado la gerente del Salud- tenemos instaurado el Código Infarto, así que nos traslada a los pacientes en el menor tiempo posible a los hospitales, a los centros de asistencia sanitaria, pero el que los ciudadanos conozcan y recuerden todo lo que tienen que hacer en el minuto 1, que se encuentran con un paciente que ha sufrido una parada cardíaca, va a suponer que salvemos vidas". El año pasado se atendieron 887 pacientes con el Código Infarto en los hospitales Miguel Servet y Clínico.

Yolanda Polo, por su parte, ha recordado que esta es la tercera edición de esta actividad: "Nos parece muy importante, sobre todo, empezar con los más pequeños". Ha destacado "la implicación del Servicio de Actividades Deportivas de la Universidad, que es quien organiza este programa, y también el apoyo del Salud". Bajo el lema “Todos los ciudadanos del mundo pueden salvar una vida”, la jornada, organizada por Unizar Saludable, en alianza con otros profesionales sanitarios de la Comunidad aragonesa, se celebra hasta las 14.30 frente a la Facultad de Educación del Campus San Francisco.