La multinacional tecnológica Microsoft inició en noviembre de 2022 un proceso de “competición ciega” para decidir la ubicación de su segundo complejo de datos en España. Lo hizo a través de la entidad pública estatal Icex, que contactó con Aragón Exterior para solicitar posibles emplazamientos, al igual que hizo con otras autonomías. 

La compañía se destapó semanas después y no tuvo muchas dudas de que Zaragoza era su emplazamiento idóneo: en marzo ya trabajaba con la DGA en el proyecto tras la firma de un contrato de confidencialidad.

Propiedad y extensión de las parcelas

La información inicial aportada ya apuntaba la importancia de la operación. Un cliente internacional impulsaba un macroproyecto con tres centros de datos y requería tres ubicaciones cercanas entre sí para garantizar su redundancia en caso de cualquier incidente y la mínima latencia para dar el mejor servicio tecnológico a los clientes. Además, solicitaba acceso a energías renovables para cubrir su gran consumo eléctrico y otros dos factores determinantes, agilidad administrativa y apoyo técnico del Gobierno autonómico, según detallan fuentes conocedoras de la operación.

Los entonces consejeros de Economía, Marta Gastón, y de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, se involucraron para allanar la llegada de esta inversión millonaria. Además, en dos de los tres emplazamientos, La Muela y La Puebla de Alfindén, el suelo está en manos privadas y en el Parque Tecnológico de Reciclado (PTR) es compartido. “Las videoconferencias con Microsoft se han mantenido casi de manera semanal”, apuntan las citadas fuentes.

La discreción se ha mantenido hasta el final, aunque los propietarios privados del PTR estaban al tanto desde el primer momento. En este caso, se trata de tres parcelas que se fundirán ahora con la preceptiva modificación del PTR, lo que afecta a un vial que las atraviesa: una de ellas de la DGA, de 257.813 metros cuadrados; otra de una sociedad del Banco Santander, con 60.910 metros, y la última, de 318.750 metros, compartida por cinco sociedades de empresarios zaragozanos. Entre ellos, el presidente del Baloncesto Zaragoza, Reynaldo Benito, y su homólogo al frente del Clúster de la Energía de Aragón, Pedro Machín.

En el traspaso de poderes del pasado verano, el Gobierno de Lambán desveló al equipo del nuevo presidente, Jorge Azcón, el alcance de todas las operaciones en curso, entre ellas la de Microsoft. En este caso, se había firmado un derecho de uso en junio con el fin de que la empresa pudiera tener acceso para hacer catas de cara al profundo estudio y análisis ­del emplazamiento. Dicho acuerdo, igualmente alcanzado con el banco y los inversores zaragozanos, expira este mes y la decisión ya está tomada.

Ahora queda rematar el procedimiento, lo que requiere que los nuevos socios tramiten las declaraciones de interés autonómico y general de Aragón para acelerar la inversión, que contará con su propio Plan de Interés General de Aragón (PIGA). En el mejor de los casos, los centros de datos podrían enchufarse en 2026 y para ello habrá que correr. Y mucho.