política
El PP de Illueca exige disculpas al alcalde por dar “un manotazo” a un concejal y él lo niega
En una queja formal, avisa de que no va a permitir “la violencia”, ni física ni verbal, y Javier Vicente replica que solo agarró del hombro a un edil después de que "mintiera" sobre la deuda municipal.
La confrontación en el Ayuntamiento de Illueca ha traspasado los límites de la corrección política. El líder de la oposición, el popular Ignacio Herrero, acusa al alcalde, el aragonesista Javier Vicente, de dar un “sonoro manotazo” en el hombro a su compañero Antonio Melús al término de la comisión de Hacienda del pasado jueves. El alcalde niega la agresión y dice que solo le agarró para negarle la deuda millonaria de la que le responsabilizó.
Herrero ha registrado este lunes una queja formal, fechada un día después de la polémica, en la que exige disculpas a Vicente y un cambio radical de actitud en su trato a la oposición. “Ayer se pasó ya la barrera de las agresiones verbales al contacto físico, y esto no lo vamos a tolerar”, señala en el escrito.
En esta línea, recalca que no pueden permitir que “la violencia llegue al salón de plenos del ayuntamiento y mucho menos de manos del alcalde”. Y añade en el escrito: “Si no está capacitado para aguantar la presión de la alcaldía y si pierde los nervios en una comisión, como él mismo reconoció, entonces tiene un problema”.
Por su parte, el alcalde solo admite que agarró del hombro al edil del PP, con el que destaca que tiene lazos familiares, para frenarlo cuando ya salía del salón de plenos con un solo objetivo: rechazar de nuevo la “mentira” que había proferido en la comisión, responsabilizándole de la deuda millonaria que se encontraron los populares en 2011 al asumir la alcaldía y que, según manifestó Melús, la había generado Vicente durante su primera etapa de alcalde, de 1996 y 2003.
El dirigente aragonesista considera que el PP “ha sacado de madre” la situación y pretende “aprovechar para hacer política” al descontextualizar los hechos ocurridos. La polémica se produjo el mismo día en que un edil socialista de Madrid, Daniel Viondi, dio tres palmadas en la cara al alcalde, el popular José Luis Martínez-Almeida, durante el pleno municipal y que provocó que acabara dimitiendo por la tarde.
En el caso de Illueca, el alcalde asegura que si alguien se sintió “mal”, pide disculpas y está dispuesto, como le reclama el PP, a hacerlo ante el pleno. Eso sí, exige que la actitud sea recíproca y se retracten de las “mentiras” sobre la deuda municipal que le achacan.
Todo surgió a raíz de la inclusión en el orden del día de la comisión de Hacienda de la votación del nuevo informe económico de la secretaria-interventora, que eleva la deuda dejada por el PP de los 85.363 euros a algo más de 110.000 euros con las facturas generadas desde junio y los derechos de cobro pendientes de imputar al presupuesto. En el primer documento se citaba que en 2011, cuando Ignacio Herrero asumió la alcaldía, ascendía a 4,3 millones. “Les dijimos que no íbamos a votar un informe y el alcalde manifestó, con un gesto de desprecio, que el primer informe era para mí y mi familia”, asegura Herrero.
El debate se fue elevando de tono y acabó con cruce de descalificaciones a gritos, generándose tal tensión al término de la sesión que la secretaria-interventora tuvo que intervenir y elevar la voz para evitar que fuera a mayores. “¡Señores, señores, basta ya!”, llegó a instar una vez que el alcalde había protagonizado el “agarrón” al edil, según aseguran testigos.
Herrero asegura que quitó la mano del alcalde del hombro de su compañero y que la “agresión” sucede a los “ataques verbales” al PP por parte del equipo de gobierno PAR-PSOE, al que reclama que “reconduzca” su actitud y se ponga a “trabajar” por el pueblo. “Nos ha propinado insultos, desde lelos, sinvergüenzas o hipócritas, además de actitudes despectivas, refiriéndose al portavoz popular como ‘el tío éste", apunta igualmente el escrito.
El alcalde niega la mayor y señala que al término de la comisión solo pretendió parar al concejal popular para insistir en que él no había generado la deuda que el PP se encontró al asumir la alcaldía, de casi ocho millones de euros, y que regularizó con un plan de pagos autorizado en su día por el Gobierno de Aragón. “Han mentido. Hay gente que quiere vivir de la política y otros no”, ha sentenciado.
