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Más del 60% de la población invitada en Aragón al cribado de cáncer colorrectal no acude

A principios de septiembre se lanzará una campaña para animar al público objetivo a participar en este programa.

Marina Francés, coordinadora de Enfermería del centro de salud Seminario, entrega a una paciente un test para la prueba de sangre oculta en heces.
Marina Francés, coordinadora de Enfermería del centro de salud Seminario, entrega a una paciente un test para la prueba de sangre oculta en heces.
Francisco Jiménez

La tasa de incidencia del cáncer es más alta en Aragón que en el resto de España: 661 casos por cada 100.000 habitantes. Y el más frecuente es el colorrectal, 1.272 casos en 2022. De ahí la importancia de un diagnóstico temprano para incrementar el porcentaje de supervivencia. Sin embargo, los datos oficiales revelan que solo cuatro de cada diez aragoneses aceptan la invitación para realizarse la prueba que puede detectar la enfermedad de manera precoz. Es decir, más del 60% de la población objetivo de riesgo medio (hombres y mujeres entre 50 y 69 años en los que no existen antecedentes de la enfermedad) que recibe la carta para participar no acude a su centro de salud.

La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Consejería de Sanidad van a lanzar a principios de septiembre una campaña para animar a la población a seguir participando en el programa de detección precoz de cáncer colorrectal. Desde la asociación en Aragón, su director, Patxi García, adelanta que, junto al Departamento, quieren impulsar una acción de difusión para trasladar la importancia de acudir al programa de cribado: "Si se detecta un cáncer de colon en estadios muy tempranos el porcentaje de supervivencia estaría cercano al 100%". La cifra, sin embargo, baja a la mitad en el caso de enfrentarse a la enfermedad cuando está más avanzada y aparecen síntomas.

Según los datos del Departamento de Sanidad, el año pasado se invitó a participar en el programa a 150.160 aragoneses, y solo aceptaron 56.514 (lo que representa el 37,6%). De estas personas, hubo 3.383 con un test positivo (6,1% de los participantes). Entre enero y mayo de este año, se ha enviado ya carta a 89.938 aragoneses y han aceptado 29.224 (32,5%). 1.501 de ellos han obtenido un test positivo. Desde 2014 el cribado se ha dirigido a 487.255 personas en la Comunidad, entre las que han participado 229.750. De esta cifra se extrae, además, un total de 21.635 personas con un resultado positivo en la muestra.

El director de la AECC en Aragón recuerda que la pandemia de coronavirus supuso un parón en el desarrollo del programa de cribado. De hecho, en 2020 solo se enviaron 14.684 cartas (con una aceptación de 6.244). En 2021 volvieron a aumentar las cifras (hubo 68.331 invitaciones, con una tasa de participación del 41,4%), "pero realmente fue en 2022 y 2023 cuando adquiere más fuerza", para cumplir el compromiso adquirido por la consejera de Sanidad en funciones, Sira Repollés, de llegar a finales de este año al 100% de cobertura. "La gente tiene que ser consciente de que cuando le llega la invitación a casa es porque se envía a toda la población sana (de una determinada franja de edad) y hay que acudir".

Seis de cada diez, explica, no acude al centro, lo que demuestra "que el programa de cribado no está funcionando bien". Quien recibe la carta debe acudir a su centro de salud a recoger el test para comprobar si existe sangre oculta en heces. Se trata de una prueba, añade, "nada invasiva": "Se realiza en casa y luego hay que llevarla al centro de salud". El por qué se alcanzan cifras bajas de participación responde a varios motivos, tal y como concreta: "Hay una falsa percepción de seguridad, muchos creen que no es necesario acudir por no tener síntomas. Y esa es una suposición totalmente errónea". La enfermedad, relata, "tarda unos 10 años en desarrollarse y sin dar síntomas. Cuando se observan, el tumor está muy avanzado". Además, "el miedo a la detección temprana lleva a que muchas personas no acudan", lo cual "no deja de ser asombroso, porque cuanto antes se detecte, mejor". En opinión del director de la AECC en la Comunidad, "habría que dar más facilidades para acceder al programa de cribado". Y traslada que "en algunas comunidades el programa se apoya en la red de farmacias, y está funcionando bien. Donde se hace así se comprueba que la participación es más alta".

Marina Francés, coordinadora de Enfermería del centro de salud Seminario de Zaragoza, detalla que los pacientes que reciben la invitación deben citarse con la consulta de Enfermería. Allí reciben información sobre qué es el cribado y la toma de muestra, que consiste en la detección de sangre oculta en heces. Un resultado positivo, indica, puede arrojar otros diagnósticos. Si la prueba detecta indicios de sangre, se aconseja al paciente realizar una colonoscopia. En la mayoría de ocasiones, la presencia de sangre no implica tener una lesión maligna. Si la prueba resulta negativa, se recomienda repetirla cada dos años. Al mismo tiempo, según indica Francés, si el paciente no puede acudir a recoger el test, puede enviar a otra persona. "Cuando el paciente viene al centro aprovechamos para comprobar su información y recogemos datos su salud", señala. En su opinión, hay personas que no son conscientes de que puedan sufrir esta enfermedad: "Y precisamente porque no tienen síntomas es bueno hacerse el cribado, aunque hay quien no lo entiende".

El mínimo de participación deseable, estima Patxi García, sería el 65%. "De ahí, para arriba. Habría que aspirar al 80% u 85%. Está demostrado que es eficaz salvando vidas, y probablemente no hay ningún aliciente mayor que ese".

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