Afectados por covid persistente se ven abocados a trasladar su batalla a los tribunales

Solo el 15,6% de los afectados por covid persistente trabaja en condiciones de normalidad. El resto desarrolla su tarea laboral con limitaciones, mucha dificultad o está de baja. Así se refleja en la encuesta de seguimiento de sintomatología por esta enfermedad, elaborada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (Semg) junto con los colectivos afectados, entre ellos la asociación Long Covid de Aragón. El informe, además, evidencia que un 9,5% de las personas encuestadas perdió el trabajo y solo un 2,9% ha conseguido la incapacidad permanente. Ante esta situación, muchos se ven abocados a llegar a los tribunales.

Aunque la pandemia de coronavirus ha llegado a su fin, la batalla de los enfermos de covid persistente continúa. A la sucesión de síntomas que muchos han ido arrastrando desde que se contagiaron de este virus, desconocido hasta marzo de 2020, le ha seguido un complicado proceso. En muchos casos, con sucesivas visitas médicas para tratar de poner nombre a su dolencia, con la dificultad añadida de tener que convivir con unos efectos sobre su salud que condicionan su día a día y que afectan a su vida personal y profesional. De media, según recoge la sociedad médica, la salud de los afectados ha empeorado en unos cuatro puntos (en una escala de 0 a 10), mientras que el grado de discapacidad ha aumentado en casi seis, en comparación con su situación antes de desarrollar la enfermedad. Alrededor del 90% de los encuestados empeoran con el esfuerzo físico (93,3%) y mental (87,8%). En cuanto al reconocimiento y la red de apoyos, solo el 33,4% asegura haber tenido protección en el trabajo, siendo las familias las que más soporte han ofrecido a los enfermos de covid persistente (en el 71,6% de los casos).

La covid persistente presenta una sintomatología multiorgánica, con hasta 200 afecciones diferentes, como fatiga extrema, problemas respiratorios, deterioro cognitivo, insomnio... Lo que genera, valoran desde el Instituto de Investigación Sanitaria IIS Aragón, un impacto significativo en la salud física, laboral y emocional, con depresión, ansiedad o mala calidad de vida. Según la Organización Mundial de la Salud, hasta un 20% de las personas que se han contagiado de coronavirus padecen males más allá de las primeras semanas. Actualmente, numerosos afectados por esta enfermedad siguen sufriendo secuelas y algún grado de afectación funcional que les impide retomar su vida previa. Y, ante este panorama, siguen defendiendo sus derechos, y son muchos los que se ven abocados a llegar a los tribunales.

Desde el colectivo Long Covid Aragón, que aglutina a más de 600 miembros afectados por esta patología en la Comunidad de los más de 1.600 reconocidos por Sanidad, reclaman "que se reconozca como enfermedad profesional y enfermedad a todos los efectos para las evaluaciones del INSS", ya que quienes padecen esta patología van encadenando bajas por secuelas o síntomas concretos. "Estamos en el limbo. Hay directrices de adaptación de puestos, pero recae en la buena voluntad de las empresas y del médico de la mutua que haga la evaluación de vuelta al trabajo", reconocen desde la junta directiva. "Necesitamos investigación y ensayos clínicos, algo que vaya a la fuente a erradicar la persistencia viral o lo que nos haga seguir enfermos. Luchamos por que se alarguen las bajas, se adapten los puestos, se pueda optar a reducciones de jornada o teletrabajo", indican: "Vemos que se está judicializando la enfermedad, se nos está forzando a ir a juicio. Hemos visto situaciones surrealistas, como quien estaba de baja y de repente le ha llegado una resolución del INSS para devolver el dinero de esos meses".