Casi 300 personas han salido este viernes a pasear por el barrio de Parque Venecia de Zaragoza para reclamar una reubicación del colegio María Zambrano, cuyo interior quedó arrasado tras la riada del 6 de julio. No ha sido una manifestación ni una concentración al uso. Los participantes, en su mayoría familias del centro con niños pequeños, se han reunido en la parte de atrás de las instalaciones antes de iniciar la caminata. La policía se ha acercado para invitarles a hacerlo en grupos pequeños por motivos de seguridad y aunque durante media hora no han podido empezar a andar, finalmente  han emprendido la marcha. 

"Las alternativas que nos plantean para volver a las clases en septiembre no nos convencen, ni la reparación, ni los planes de evacuación para niños de 3 y 4 años", ha asegurado Pablo Oriol, uno de los padres que ha acudido.

Con esta y otras acciones que están llevando a cabo pretenden visibilizar que no quieren "de ninguna de las maneras" que el colegio al que acudan sus hijos esté "en un lugar que se ha demostrado que no es seguro".

Paseo por un colegio María Zambrano seguro en Parque Venecia

La reparación de todos los daños costará 1,1 millones de euros, pero las familias siguen sin estar convencidas de que sea una solución. Entre las alternativas que plantean está la instalación de barracones en el solar destinado al futuro instituto mientras se construye el nuevo centro y la utilización de la parte del aulario de primaria que se está edificando y que estará terminado tras el verano. En este inmueble se espera que estén listas 9 de las 18 aulas previstas además de otros espacios.

Las familias están llevando a cabo distintas iniciativas para que lo ocurrido en el María Zambrano no caiga en el olvido estos meses estivales y que tanto las administraciones, el nuevo Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza, como los partidos políticos se comprometan con levantar un nuevo colegio seguro. 

Los vecinos se están movilizando y están decidido a continuar. Han colocado carteles con la leyenda #Por un cole seguro, donde se ve a unos niños junto a unas líneas que parecen las de unas olas de agua amenazantes. También están colocando crespones negros en comercios y terrazas como símbolo de la tragedia que hubiera ocurrido si el torrente llega a entrar en el patio y las clases durante la mañana, cuando los niños estaban participando en las colonias de verano. Asimismo han editado un vídeo con las imágenes que recuerdan lo ocurrido y han iniciado una recogida de firmas por la reubicación del María Zambrano que lleva ya más de 17.000 adhesiones.