Heraldo del Campo

RIESGOS LABORALES

Prevenidos para esquivar el golpe del intenso calor

COAG, a la que pertenece la aragonesa UAGA, lanza una campaña informativa para prevenir y saber cómo actuar ante el impacto de las altas temperaturas en la salud.

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UAGA--COAG

Será porque los dos fallecidos en la primera ola de calor que ha sufrido el país eran profesionales del sector agrario. O porque esta actividad se realiza al aire libre y por ello se encuentra entre las más vulnerables ante las adversidades climáticas. Quizá porque el cambio climático y los recurrentes episodios de temperaturas extremas han convertido los golpes de calor en uno de los riesgos principales durante el trabajo en el campo o porque la Agencia Estatal de Meteorología ya ha advertido que el verano que acaba de comenzar será uno de los más calurosos de los últimos 30 años. O simplemente porque nunca está de más prevenir y, sobre todo saber actuar ante estos posibles episodios, la organización agraria COAG -a la que pertenece la aragonesa UAGA- ha puesto en marcha una campaña divulgativa, que pone el foco especialmente en aquellas zonas productoras de fruta, como Aragón, donde ya ha comenzado la recolección.

Con el título ‘Trabajando en el campo no te acalores’, la organización agraria ha elaborado folletos y carteles informativos y un vídeo divulgativo que recoge de forma muy visual las cuestiones que hay que tener en cuenta para evitar y tratar un posible golpe de calor.

Con estos materiales, COAG quiere recordar tanto a empresarios como a trabajadores que "el exceso de calor en el cuerpo puede manifestarse de distintas formas, la más grave es el golpe de calor, que puede resultar incluso mortal, por lo que conocer sus síntomas, saber cómo actuar si se produce y adoptar medidas preventivas es fundamental para evitar poner en riesgo la salud", señalan desde la organización agraria.

COAG recuerda que los síntomas de un golpe de calor son temperatura corporal por encima de los 40 grados, taquicardia, respiración rápida, dolores de cabeza y náuseas y vómitos son algunas de las señales de alarma más evidentes, aunque también puede producirse reacciones cutáneas, como la ausencia de sudoración y la piel seca y caliente.

"Si la persona presenta confusión y convulsiones, pierde la consciencia o tiene las pupilas dilatadas, también podría estar sufriendo un golpe de calor", advierte la organización, que recuerda que, en ese caso, lo primero que hay que hacer es suspender la exposición de la persona al calor y llamar al número de emergencias 112.

Para evitar que estas situaciones se produzcan se recomienda a los trabajadores utilizar ropa amplia, ligera y de colores claros, proteger la cabeza e hidratarse continuamente con agua

"Debemos colocar a la persona en un lugar fresco y aireado, quitarle las prendas innecesarias y abanicarla para disminuir su temperatura corporal, refrescarle la piel aplicando compresas frías en la cabeza y empapar con agua fresca el resto del cuerpo", señalan desde COAG, que recuerda que si la persona está inconsciente hay que colocarla en posición lateral de seguridad y nunca intentar controlar las convulsiones del accidentado.

Ropa ligera y mucha agua

Para evitar que estas situaciones se produzcan se recomienda a los trabajadores utilizar ropa amplia, ligera y de colores claros, proteger la cabeza e hidratarse continuamente con agua. Se aconseja también aumentar la frecuencia de pausas breves y que el empresario habilite zonas frescas para descansar.

"Nunca está de más ofrecer información y realizar campañas de divulgación, aunque el sector conoce bien los riesgos y aplica desde siempre las medidas preventivas", asegura Vicente López, responsable del Área de Relaciones Laborales de UAGA, que reconoce que no siempre se consigue que los trabajadores modifiquen sus costumbres en la forma de vestir, "que, por supuesto, respetamos, aunque no sean las más idóneas para el trabajo en el campo durante el verano".

López explica que los empresarios agrícolas, "como ya hacían sus abuelos y bisabuelos", están habituados a «darle la vuelta al día». Y eso no es otra cosa que variar los horarios de trabajo, señala el representante de la organización agraria aragonesa. Así, "y desde siempre", insiste López, durante los meses de calor se adelanta la jornada laboral a las 5.00 o 6.00 y los trabajos se finalizan entre la 13.00 y las 14.00, "ya que cuando hace más calor es a partir de las cuatro de la tarde", señala el sindicalista.

El responsable del Área de Relaciones Laborales de UAGA asegura que "los empresarios cumplen y son los primeros en informar y divulgar las medidas necesarias para evitar los golpes de calor entre los trabajadores". Pese a todo, la organización agraria recuerda en los materiales de su campaña que el empleador tiene la obligación de informar de los riesgos y medidas preventivas relacionadas con el exceso de calor y que "proteger el bienestar, la salud y la seguridad de los trabajadores y trabajadoras debe ser siempre una prioridad en el sector agrario".

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