sin barreras
Desde Francia a Zaragoza para aplicar la teoría a la realidad diaria de las personas con discapacidad
Un grupo de quince alumnos franceses han conocido la realidad diaria de los centros de Fundación Dfa. Allí han puesto en práctica los conocimientos que han adquirido, en los últimos años, en su curso de Bachillerato Bac Pro Sapat, que les prepara para ejercer en puestos de trabajo relacionados con los servicios a la sociedad
Mostrar la realidad diaria de las personas con discapacidad, sus anhelos, su vida cotidiana, sus preocupaciones o aquello que les ilusiona hacer. Este es el principal reto que persigue Fundación Dfa desde sus orígenes y que, estos días, han transmitido a quince alumnos franceses procedentes de la ciudad de Beaumont de Lomagne, en Occitania, que han venido a Zaragoza dentro de un programa Erasmus de voluntariado europeo.
"Nuestros alumnos cursan un bachillerato muy especial, conocido como Bac Pro Sapat, que les prepara para diversos puestos de trabajo centrados en los servicios a la población y que están vinculados con la salud, la educación, los servicios de seguridad, o la asistencia a personas vulnerables. El año pasado ya vinimos a hacer prácticas a Zaragoza, gracias la implicación del colegio Compañía de María, y la experiencia fue tan positiva que este año hemos repetido", explica Marie Line, tutora de los alumnos, junto con Alex.
Durante dos intensas semanas, los alumnos, además de colaborar con Fundación Dfa, también han podido conocer el día a día de los usuarios de otras entidades zaragozanas, como Fundación Down, Rey Ardid y el propio colegio Compañía de María.
"Ha sido una experiencia muy enriquecedora porque nos ha permitido conocer una realidad que no conocíamos, la de las personas con discapacidad, así como trabajar en equipo y ver que con nuestro trabajo y aportación podemos contribuir a ayudar a la sociedad en la que vivimos", explica Denisse, una de las estudiantes que ha venido a Zaragoza.
Bajo la atenta mirada de sus compañeras Stella, Ambre y Emeline, y su ayudante de conversación, Silvia, la joven reconoce que "al principio nos ha costado un poco arrancar y ver qué podíamos hacer, porque nunca habíamos hecho nada parecido, pero la experiencia ha sido muy bonita y especial, ya que hemos conocido un poco más de cerca cómo trabajan los profesionales de Fundación Dfa en sus diferentes centros".
Así, por ejemplo, durante estos días, han acompañado a algunos usuarios del Edificio Josemi Monserrate, donde algunos usuarios cursan el Programa de Cualificación Inicial (PCI), a visitar una empresa y el centro del Inaem, con el fin de que conocieran los lugares dónde se puede ir a buscar un empleo.
Experiencia enriquecedora
"Es una experiencia muy enriquecedora porque muchos de nuestros usuarios nunca han tenido la oportunidad de conocer una realidad diferente a la suya, ni han estado en contacto con personas de otros países, que hablan otros idiomas y tienen una cultura que no es la nuestra. Es una maravilla ver cómo se implican para descubrir cosas del país y como se han esforzado, antes de la llegada de los estudiantes, para buscar nombres de jugadores franceses, cantantes, actores. Esta experiencia es un aprendizaje mutuo para ambas partes", afirma Patricia Gascón, responsable del departamento de Actividades Socioculturales en Fundación Dfa.
Una opinión que comparte Marie Line, tutora de los alumnos, quien recuerda que muchos de ellos es la primera vez que salen de su país y conocen otra realidad diferente a la que viven día a día. "Estos días, hemos conocido muchos lugares de Zaragoza y hemos disfrutado mucho. Y lo más importante de todo, los alumnos han visto que sus estudios sirven y mucho para ayudar a los demás".
