Heraldo del Campo

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La Inteligencia Artificial se pone al servicio del sector agrario aragonés

Francisco Javier Zarazaga-Soria, responsable del Grupo de Sistemas de Información Avanzados del I3A, trabaja en pro de la Agricultura 4.0.

Francisco Javier Zarazaga-Soria, en el edificio Ada Bayron de la universidad.
Francisco Javier Zarazaga-Soria, en el edificio Ada Bayron de la universidad.
I3A

"Muchas personas llegamos al sector primario con ideas preconcebidas que suelen ser muy erróneas. La mayoría creemos que nos vamos a encontrar con gente con la boina a rosca y sin ningún tipo de conocimiento tecnológico y luego te encuentras con grandes profesionales que saben mucho de lo que hablan y que, en una gran proporción de casos, tiene una visión súper amplia de este sector".

Francisco Javier Zarazaga-Soria, responsable del Grupo de Sistemas de Información Avanzados del I3A, y catedrático del Departamento de Informática de la Universidad de Zaragoza no se quedó con esta primera imagen del campo, ni mucho menos y durante su larga y dilatada trayectoria profesional ha volcado sus horas de estudio e investigación en poner en marcha numerosos proyectos relacionados con el mundo de la Agricultura 4.0, y la aplicación de la Inteligencia Artificial en este sector, en el que se mueve como pez en el agua.

Zaragozano de nacimiento, disfrutó durante su infancia y adolescencia de las salidas al campo con su padre, en la localidad zaragozana de Alpartir, donde años después hizo sus pinitos como hortelano, labores que dejó por falta de tiempo, que no de ganas. Pero su pasión por la tierra que le vio nacer continúa intacta y son muchos los fines de semana que visita este lugar, al igual que Aguarón, el pueblo de su mujer.

"En casa apenas teníamos un par de pequeñas fincas, pero siempre me he sentido atraído por el sector agrario. Profesionalmente, este interés se incrementó hace aproximadamente una década, cuando en el I3A comenzamos a trabajar con empresas y Administraciones Públicas ligadas a este campo. A partir de ahí, no he dejado de investigar y aplicar lo conocimientos del Grupo de Sistemas de Información Avanzados a la agricultura, que es un gran vertical donde hacemos realidad nuestros desarrollos tecnológicos", matiza.

Un sector comprometido

Durante estos años, Zarazaga asegura que se ha dado cuenta de que la tecnología en el mundo agrario "está mucho más introducida de lo que la gente cree. En este tiempo, he tenido que realizar videoconferencias con gente trabajando en su tractor porque a esa hora tenían que labrar. A través de su teléfono seguían el hilo de la conversación porque estaban muy interesados en saber qué hacemos y porqué lo hacemos", explica el investigador zaragozano, quien insiste en que la agricultura es "el sistema productivo más reglado que existe y también el más flexible, porque los agricultores son capaces de cambiar de cosecha año tras año en función de las exigencias del mercado".

"La agricultura es el sistema productivo más reglado que existe y también el más flexible, porque los agricultores son capaces de cambiar de cosecha año tras año en función de las exigencias del mercado"

Un sector interesado en las investigaciones del Grupo que lidera el profesor Zarazaga y que están teniendo una importante implantación. Así ocurre, por ejemplo, en la Lonja de Binéfar, referencia nacional, donde desde principios de años está implantado un sistema de Inteligencia Artificial que ayuda a la predicción del precio del porcino. "Es una herramienta que se encarga de recopilar y analizar datos históricos y dar apoyo a la persona que coordina las opiniones de los miembros de la mesa que fijan su valor. Lo hace teniendo en cuenta los ciclos de los precios a lo largo del tiempo y las circunstancias que les hacen fluctuar. Si alguna vez la mesa no se pusiera de acuerdo, se encargaría de proponer el precio. Es un proyecto que, en breve, se puede hacer extensible al vacuno", indica Zarazaga, quien apunta que, aunque es una herramienta muy útil, "la visión global que sobre el tema tienen los miembros de la mesa es imposible de sustituir, pero el sistema ayuda".

Simulación

Otra herramienta en la que están muy volcados es en el proyecto Gedefec, que consiste en el desarrollo de gemelos digitales para explotaciones de fruto seco de cáscara. "El gemelo digital permite simular posibles escenarios a corto, medio y largo plazo en función de variaciones de la realidad, como pueden ser las precipitaciones, sequías o las olas de calor y también de las posibilidades de actuación sobre ellas (cambio en las estrategias de regadío, modificaciones en la poda, etc)".

Proyectos que hasta hace poco tiempo parecían ciencia ficción y que cada vez se aplican con mayor frecuencia porque resultan más rentables desde el punto de vista económico. "Antes, para detectar una plaga en un terreno se empleaban sistemas tecnológicos que costaban mucho dinero, ahora el coste de este servicio es menor y eso hace que le resulte rentable al agricultor contar con este seguimiento porque se lo ahorra en fitosanitarios", afirma Zarazaga, quien insiste en que, desde el punto de vista tecnológico, "podemos hacerlo todo, pero necesitamos tiempo, dinero y mucha legislación".

La Agricultura 4.0 es una de las grandes bazas para trabajar dentro del campo de la Inteligencia Artificial y hacerlo teniendo en cuenta las necesidades reales de la sociedad

Este investigador ve en la Agricultura 4.0 una de las grandes bazas para trabajar dentro del campo de la Inteligencia Artificial y hacerlo teniendo en cuenta las necesidades reales de la sociedad.

Y dentro de su afán por conseguir una agricultura más rentable y un mundo más sostenible, junto a su equipo está inmerso en un proyecto que consiste en comprobar qué cultivos pueden ser agentes de retención de CO2 y servir "para mejorar el medioambiente que nos rodea", concluye.

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