arte 

Una asociación aragonesa defiende los derechos del Museo Thyssen sobre un cuadro de Pissarro frente a una familia 

El Gobierno español lo compró en 1993. La familia Cassirer reclama en un Tribunal de California que se lo robaron los nazis en 1939.     

El cuadro de Camille Pissarro 'Rue Sain Honoré effet de pluie' situado en el Museo Thyssen en Madrid.
El cuadro de Camille Pissarro 'Rue Sain Honoré effet de pluie' situado en el Museo Thyssen en Madrid.
Colección Museo Thyssen

La asociación aragonesa Pro Patrimonium Sijena y Jerusalén, que nació en 2021 para defender los bienes del Monasterio de Sijena (Huesca), defiende también que un cuadro de Camille Pissarro titulado ‘Rue Saint Honoré effet de pluie’, pintado en el invierno de 1897-98 es propiedad del Gobierno español, quien lo adquirió en 1993 al Museo de Thyssen, donde se encuentra desde 1976. Una una familia de origen judío que lo reclama ante un Tribunal de California (EE.UU).

El abogado Jorge Español Fumanal, un aragonés que se ha especializado en la defensa de obras de arte, destaca que la familia Cassirer exige la devolución de este conocido lienzo, valorado en 40 millones de dólares. Pero recuerda que la señora Lilly Cassirer lo vendió en 1939 en la Alemania nazi para conseguir que le dieran el visado y así pudo salir del país.

En esa situación, el letrado reconoce que se podría valorar “como una confiscación, pero no un robo”, como defiende la familia Cassirer ante el Tribunal Supremo de California, donde se han dirigido para abrir este proceso ligado a la historia y al nazismo.

“Hemos presentado un informe jurídico para que se inadmita de plano la demanda dado que la ley de California es clara y no deja lugar a dudas para nadie de que la legitimidad de la propiedad del cuadro del pintor de origen sefardita Camille Pisarro que está en el Museo Thyssen Bornemisza debe dirimirse de acuerdo a la ley española y no a la californiana”, argumenta Jorge Español.

Fachada exterior del Museo Thyssen Bornemisza.
Fachada exterior del Museo Thyssen Bornemisza.
Efe

España lo adquirió a Thyssen en 1993  

De hecho, la asociación Pro Patrimonium Sijena sostiene que esta familia norteamericana argumenta que el cuadro les fue robado por los nazis y quieren hacer valer la ley de California por "la astuta razón" de que “impide que la propiedad de un bien robado puede pasar nunca a otra persona”. De esta manera, la familia podría quedarse con el cuadro de Pissarro, agrega el abogado, “sin devolver un céntimo al Estado español que lo compró de buena fe a la familia Thyssen en 1993”.

Aun así, argumenta el abogado, “ignoran los Cassirer que también la ley de California ampara a un comprador de buena fe en ciertos casos cuando un bien ha sido vendido varias veces y el último comprador ignora que provenga de un robo”.

El barón Thyssen en el coreto del Pilar, junto a Teresa Grasa y Carlos Barboza.
El barón Thyssen en el coreto del Pilar, junto a Teresa Grasa y Carlos Barboza.
Archivo Barboza-Grasa

Se trata de una obra ligada a la calle Saint Honoré de París por la tarde, con el efecto de la lluvia, y pertenece a una serie de quince cuadros que hizo desde la ventana de su hotel, en la plaza del Teatro francés en la capital francesa en el invierno de 1897 y 1898. Este pintor siempre había vivido en el campo y era básicamente de paisajes, pero tuvo que trasladarse a la ciudad por motivos de salud, y fue entonces cuando empezó a pintar vistas urbanas asomado a las ventanas, en ciudades como Ruán o París.

Lo compró el Barón Thyssen en una galería en 1976  

El conocido cuadro fue adquirido por el Barón Thyssen en 1976 en una prestigiosa galería de EE.UU. Pagó su precio y sin saber nada de su origen. De hecho, la asociación aragonesa argumenta que ni en esa época ni ahora aparece esta obra entre las listas oficiales de arte robado por los nazis, como se puede comprobar en la página web oficial alemana https://www.lostart.de/en/start que censa todo el arte que sustrajaron los nazis entre 1939 y 1945.

En este momento, el Tribunal federal de apelaciones norteamericano ha consultado al Tribunal Supremo de California el contenido de un artículo del Código Civil de este estado en el que se señala que “para dirimir la propiedad de un bien mueble se seguirá la ley personal del domicilio se su propietario, a menos de que, en el lugar donde esté situada la cosa, se disponga otra cosa”.

Jorge Español, abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena.
Jorge Español, abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena.
Javier Blasco

Jorge Español argumenta que al encontrarse este cuadro en España y el Código Civil que rige en nuestro país defiende que “la propiedad de un bien mueble se rige por la ley del país donde está situado”. Esto supone para el letrado que “no hay duda de que la ley de California remite a la norma española, y no la californiana como pretenden los Cassirer”. De hecho, lo apoya porque el derecho anglo-americano considera que la ley aplicable es la del lugar donde esté situada la cosa reclamada, es decir la de España.

La asociación aragonesa ha presentado sus alegaciones en el Tribunal Federal norteamericano para que sea inadmitida de plano la demanda de la familia judía ya que este proceso lleva 20 años de litigio: deberían aplicar la ley española como defiende el Código Civil de California; y la reclamación de los demandantes está fuera de tiempo porque en ese estado deberían haberlo solicitado tres años después del supuesto robo (de 1939 a 1942).

El abogado de Pro Patrimonium Sijena sostiene que “España no tiene ninguna obligación de devolver el arte robado por los nazis a pesar de haber firmado la declaración de Washington de 1998 al no tener fuerza jurídica alguna”. Además, argumenta que el Barón Thyssen pagó en 1976 el precio del cuadro a la galería de arte americana que lo vendía y “no puede ser nunca tachado de comprador de mala fe”, sobre todo porque esta obra no fuigura en la lista de bienes robados por los nazis.

Compensación del Gobierno alemán en 1958

Además, Jorge Español detalla que el Gobierno alemán compensó en 1958 a la familia Cassirer por el precio del cuadro de Camile Pissarro, con su plena conformidad, y su reclamación medio siglo después “sería tachada en cualquier tribunal español o europeo de claramente abusiva o temeraria”.

Concluye en su argumentación que la asociación Pro Patrimonium Sijena y Jerusalén, que preside el abogado aragonés, pretende apuntalar con fuerza la posición de la Fundación Thyssen Bornemisza para asegurar así la legítima propiedad de dicho cuadro a favor del Estado español, que lo compró “de buena fe”, con el resto de la colección del Barón Thyssen en 1993.

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