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Así es el colegio de Arcosur: un centro sin libros, deberes ni exámenes, donde los alumnos marcan su propio ritmo

El CPI Arcosur es un centro escolar de nueva creación con un proyecto educativo innovador, el único en Aragón de esta envergadura. Los alumnos que lo iniciaron acaban de empezar Secundaria.

Alumnos de 2º de E. Primaria del CPI Arcosur en una clase de matemáticas.
Alumnos de 2º de E. Primaria del CPI Arcosur en una clase de Matemáticas.
M.O.

A pocos días de acabar el curso escolar, muchas familias ya se han apuntado al Banco de Libros de su centro para reservar los manuales del año que viene. Este curso hay 66.000 usuarios de este servicio en Aragón, 4.000 más que el curso pasado. 

Sin embargo, en el Colegio Público Integrado (CPI) Arcosur esto no sucede así, y no es porque no estén dentro de este programa del Gobierno de Aragón, sino, sencillamente, porque en este colegio zaragozano los alumnos no llevan libros. Ninguno. En ninguna etapa.

El CPI Arcosur es un centro escolar de nueva creación con un proyecto educativo innovador, el único en Aragón de esta envergadura. Los alumnos que lo iniciaron acaban de iniciar la Secundaria.

“Al ser un centro de nueva creación -comenzó su andadura el curso 2016-2017- pensamos que podíamos ofertar un proyecto educativo basado en pedagogías activas donde el niños fuesen los protagonistas de sus aprendizajes y no se llevasen libros”, explica Mónica Bueno, directora del CPI Arcosur. De esta manera, “las aulas dejan de ser aulas ordinarias, no hay pupitres como tales, y el espacio se divide en diferentes ambientes de aprendizaje con propuestas distintas donde los niños circulan libremente y escogen dónde ir, qué hacer y en qué orden hacerlo”, continua Bueno.

Alumnos de 4º de E. Primaria del CPI Arcosur en una clase de Lenguaje.
Alumnos de 4º de E. Primaria del CPI Arcosur en una clase de Lenguaje.
M.O.
"Los niños se mueven libremente por el aula, escogen dónde ir, qué hacer y en qué orden hacerlo"

Para un centro con tanto volumen de alumnado -son 732 niños- no ha sido fácil la organización, por lo que recurrieron a un sistema novedoso. Cada ciclo se divide en varias minicomunidades en las que interactúan alumnos de niveles diferentes y, dentro de cada minicomunidad, se crean ambientes diferenciados para cada área: matemáticos, lingüísticos o bilingües. 

“Los niños realizan rotaciones por los diferentes ambientes dirigidas por el especialista de ese área. El objetivo es atender a la diversidad y respetar las necesidades individuales de cada niño, por eso se ofertan niveles de dificultad distintos dentro de cada propuesta”, dice la directora. “Somos el único centro de Aragón que desarrolla un proyecto de estas características a nivel global y con este número de alumnos y vías”, señala.

"Somos el único centro de Aragón que desarrolla un proyecto de estas características y con este número de alumnos"

A clase, en zapatillas de estar por casa

Al caminar por los pasillos de este centro sorprende el orden y los casilleros que hay a las puertas de cada aula, unos para las mochilas y otros para los zapatos, porque “los niños se cambian el calzado antes de entrar al aula. Dejan sus zapatillas y se ponen algo más cómodo, como zuecos o zapatillas de estar por casa”, dice Bueno. “Sabemos que la emoción está ligada al aprendizaje y queremos que se sientan como en casa. Así están mejor y más predispuestos a aprender”, añade.

Casillero con las zapatillas de los alumnos en el CPI Arcosur.
Casillero con las zapatillas de los alumnos en el CPI Arcosur.
M.O.

Entramos en clase de Matemáticas, los niños están divididos en diferentes espacios, de acuerdo a las propuestas que han escogido. “Cada niño está haciendo una actividad o reto matemático y utilizan los materiales que les proporcionamos para ver el problema contextualizado”, explica Cristina Sánchez, tutora de 2º de Primaria y coordinadora del área de Matemáticas. 

“Aprenden a sumar, restar y multiplicar a través de juegos, conocen las figuras geométricas haciendo construcciones, y resuelven problemas manipulando los elementos. Lo importante es que sientan que las matemáticas son parte de la vida”, afirma Sánchez.

Alumnos de 2º de E. Primaria del CPI Arcosur en una clase de matemáticas.
Alumnos de 2º de E. Primaria del CPI Arcosur en una clase de Matemáticas.
M.O.

A través de esta metodología, “los niños adquieren un gran nivel de autonomía y planificación”, apunta Sara Chueca, coordinadora pedagógica de Primaria. “Cada uno lleva un plan de trabajo propio que organizan ellos mismos para pasar por todos los ambientes y hacer todas las propuestas, pero el orden lo ponen ellos”, afirma. Para ello, el espacio cobra importancia ya que los niños se mueven libremente por él. “Los elementos no solo son decorativos sino que deben ser sugerentes, educativos y provocadores. De esta manera, los niños responden con motivación e ilusión”, añade Chueca.

Sin exámenes ni deberes

No hay libros, ni tampoco deberes o exámenes. “Estamos contentos con los resultados de los niños. Trabajamos la evaluación continua y hacemos unas propuestas finales para ver que han adquirido los conocimientos pero no forzamos el aprendizaje y respetamos sus ritmos”, asevera Bueno. “Solo memorizan algo si tiene carácter competencial, es decir, si va a tener un fin, como por ejemplo, aprenderse el texto para una obra de teatro, o las tablas de multiplicar” prosigue la directora.

Ser los primeros en algo tan novedoso no siempre es fácil. “Las familias a veces entienden el proyecto educativo y otras veces no porque comparan entre colegios y tienen miedo a que sus hijos no adquieran el nivel adecuado. Cuando les decimos que no todos los niños tienen por qué leer a los 5 años, por ejemplo, muestran cierta preocupación”, afirma Bueno. Pero “este proyecto no está sostenido en el aire”, asegura. “Todo lo que hacemos está basado en referentes pedagógicos, en la Neurociencia y en la ley de Educación”, apunta la directora.

"Este proyecto no está sostenido en el aire. Todo lo que hacemos está basado en referentes pedagógicos"

Los primeros de Secundaria, de sobresaliente

De hecho, este curso ha comenzado la primera promoción de Secundaria de alumnos que ha acabado primaria en este colegio. Al ser un centro integrado, no han tenido que cambiar a un instituto sino que han continuado allí en 1º de la ESO. 

Una prueba de fuego para el centro que ha pasado con creces, ya que los nuevos profesores que les han dado clase por primera vez han comprobado que “tienen un nivel similar al de niños de otros centros con una formación más tradicional”. En este sentido, “todos los profesores nos llevamos una grata sorpresa. Son muy resolutivos, gestionan muy bien su tiempo y sus responsabilidades, tienen actitud crítica y se desenvuelven muy bien en exposiciones orales”, enumera Ester Torrijo, jefa de estudios de secundaria del CPI Arcosur y profesora de Lengua y Literatura. 

“Los profesores estábamos al principio expectantes, porque nuestros alumnos no se habían enfrentado nunca a un examen escrito, pero salió muy bien y los resultados fueron sobresalientes”, asegura Torrijo. Y es que tampoco en Secundaria tienen libros. “Cada alumno lleva un cuaderno para cada asignatura en el que toman apuntes y que complementan con material que les proporcionamos, creando así sus propios manuales”, concluye la jefa de estudios.

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