Su camino en la música empezó con 8 años, ¿cómo fue?
Un maestro de una escuela de música vino a mi colegio y nos invitó a los niños a estudiarla. Ahí comenzó todo.

Cuando levanta la tapa del piano y ve las teclas, ¿qué siente?Sobre todo, inspiración.

¿Dónde le transporta?
Viajo a la época en que estas obras fueron escritas por sus compositores, por ejemplo por Beethoven o Chopin.

La música de estos autores ha recorrido el mundo, como usted, que ha hecho giras por varios países. ¿Ya había estado en España?
He dado conciertos en varias naciones de Europa, además de Asia o América, hace un tiempo estuve en Corea y Estados Unidos. Pero aquí es la primera vez que estoy.

¿Cómo llegó a Zaragoza?
Permanecer en Ucrania es muy peligroso. Mi esposa y mi hijo vinieron primero y yo estoy en Aragón desde hace unos tres meses gracias a Accem. Es una asociación maravillosa que nos ayuda a los refugiados y vela por nuestra comodidad. Ahora vivimos en una casa de la Fundación Itaka.

Regresemos al 24 de febrero de 2022, ¿qué recuerda?
Acabábamos de regresar de un fin de semana en Letonia y estábamos en Kiev. Los primeros momentos fueron terribles. Me vienen a la memoria las explosiones, que se repetían constantemente y nos escondíamos en el sótano.

¿A qué se dedicaba entonces?
Después de graduarme en 2013 trabajé en el conservatorio de Kiev, pero renuncié a ese puesto. Cuando estalló la guerra daba clases particulares y conciertos.

¿Qué siente cuando ve las noticias sobre el conflicto?
Deseo nuestra victoria.

¿Cómo salió de Ucrania?
Tuve una gira internacional por la que me liberaron y también por asuntos personales.

¿Tiene familia y amigos allí?
Mis padres y mis amigos están allí. Hablamos continuamente y nos apoyamos.

¿Cómo es la música de su país?
La música ucraniana es de baile, muy animada, como la jota (ríe).

¿Le gusta la jota?
¡Claro! El destacado compositor Fran Liszt tiene una rapsodia española donde utiliza la lujuria aragonesa como tema principal.

Se han hecho muy famosas imágenes de músicos que encuentran sus pianos intactos después de bombardeos. Puede parecer un milagro de la música.
Las he visto, eso es genial.

¿Cómo ha conseguido el piano?
El dueño es Julio Escartín, que lo compró con el dinero de ganar ‘Pasapalabra’ en 2017. Y fue a través de quienes me acogen en Zaragoza, que han hecho posible que ensaye todos los días.

¿Qué valores cree que transmite la música?
Es un arte muy profundo que debería estudiarse desde pequeños. Aquí, en el colegio Escuelas Pías, les toco el piano a los niños y cuando termino me abrazan.

¿Cree que la música puede ser un arma de paz?
Es imposible, pero muy a menudo, cuando tengo dolor de cabeza, me siento a tocar y todo cambia, empiezo a encontrarme mucho mejor.

¿Dónde le gustaría actuar?
No sueño con ofrecer un concierto en un lugar concreto, solo quiero tocar el piano, divertirme y que el público disfrute.

¿Ha visto la película ‘El Pianista’? ¿Se siente identificado?
Sí, es muy interesante porque en el programa de mis conciertos voy a tocar dos obras que se interpretan en el filme.