Día del vecino: del que no te deja vivir al que se convierte en tu familia

La pandemia unió más que nunca a los vecinos, pero queda poco de aquello. "Fue una respuesta emocional y las emociones son pasajeras", señala Juan David Gómez, profesor de la Universidad de Zaragoza.

Una circular recogiendo una queja y una zaragozana premiada como vecina del año con los niños de su comunidad.
Una circular recogiendo una queja y una zaragozana premiada como vecina del año con los niños de su comunidad.
HA

Celia Aranjuez vive en el barrio zaragozano del Actur y sube tres veces a la semana a la casa de su vecina a tomar café. "Mis padres y mis hermanos viven en otros puntos de España. Yo en mi vecindario he encontrado mi segunda familia. Han llevado a mis hijos al colegio si yo trabajaba, nos hemos ido de vacaciones juntos,...", especifica. Quizás no es lo más habitual. 

El caso contrario es el de Álvaro Navarro, que también vive en el mismo distrito. "Para ducharme me pongo una canción, solo una porque es lo que tardo. Pues aún así, los vecinos suben a protestar por el ruido...", lamenta el joven de 23 años. Por su parte, Alejandro Cerezo tiene problemas en su segunda residencia. "Mi vecina mueve muebles a las 11 de la noche. Nosotros, con una escoba, le damos toques al techo para que pare, pero no hay manera", lamenta. 

Los vecinos no se eligen. Eso es una realidad. Hay quienes tienen suerte y consiguen una convivencia agradable e incluso llegan a crear vínculos de amistad, sin embargo, hay otros que terminan "desquiciados" y sufren una relación tensa. Este viernes se celebra el Día Europeo de los Vecinos siendo la relación cordial y educada la que reina en una gran parte de las comunidades.

"En comunidades más pequeñas, hay más probabilidades de hacer lazos afectivos; buena comunicación, confianza, y compromiso, es decir, como si fuese un amigo. Incluso en ocasiones se pasan a ser miembros de nuestra familia", explica la psicóloga clínica Marta Sánchez.

Hay autores que analizan tres tipos de relaciones de vecindad: "convivencia, coexistencia y hostilidad", apunta el sociólogo y profesor de la Universidad de Zaragoza, Juan David Gómez. La primera, detalla, corresponde a las relaciones de buenas vecindad caracterizadas por la solidaridad, la ayuda mutua, la confianza, el intercambio de servicios,...

"La coexistencia es habitar en un mismo lugar pero sin relaciones, ni solidaridad ni conflictos. La hostilidad son relaciones de enfrentamiento y de discrepancias. En estos supuestos puede haber violencia física o simbólica", sostiene. 

Durante la pandemia, se generó una convivencia más armónica debido a la situación inédita por la que estaba pasando la sociedad. A las ocho de la tarde, eran muchos los que salían al balcón, aplaudían como gesto de reconocimiento a los sanitarios y hablaban con el vecino de al lado. Sin embargo, de todo ello solo queda el "recuerdo", según Gómez. "Fue una respuesta emocional y las emociones son pasajeras", dice el sociólogo. 

"Ahora hay más relaciones, se fomentan más las actividades y la visión grupal de vecinos"

La psicóloga sí que considera que la pandemia ha supuesto un antes y un después. "Estábamos en una situación de emergencia, con miedo y soledad. Recurrimos a los vecinos porque no podíamos ver a nuestra familia. Hubo una sustitución de ese afecto y cariño, lo encontramos en los vecinos. Ahora hay más relaciones, se fomentan más las actividades y la visión grupal de vecinos", defiende. 

De las quejas más peculiares al premio a la mejor vecina

Los carteles pegados en el ascensor o en el portal son muchas veces la fórmula utilizada para protestar de algo de forma anónima. El objetivo es que los que provocan la molestia se den por aludidos. En un buzón de quejas se ha convertido la cuenta Líos de Vecinos de Twitter e Instagram, que comparte las notas más curiosas. 

Quejas de lo más sorprendentes. Incluso pelos pegados con celo en el folio donde se dice..."Estimados vecinos, nunca me ha gustado quedarme con cosas que no son mías. Así que le devuelvo esto al amable vecino que me lo ha dejado en mi ventana", ironiza un anónimo.

También son habituales las quejas por ruidos. Algunas más atrevidas que otras...: "Por favor agradecería a la pareja que durante los últimos 4 días han estado teniendo relaciones sexuales fuera de lo normal, a las 4 de la madrugada, sean más silenciosos ya que hay personas que madrugamos mucho y no podemos dormir. Además los niños se despiertan y preguntan que son esos gritos", dicen en un folleto anónimo de una comunidad de vecinos. 

Hay quienes que incluso lo utilizan para vacilar al vecino. "Para el vecino que grita los goles del Madrid como si viviera solo en la comunidad: ¿está todo bien? Ayer no te escuché", bromea un vecino tras la derrota de la semifinal de la Champions por 4-0 contra el Manchester City. 

Incluso orinar en el ascensor. "Aviso para el individuo de nuestra comunidad que por sus actos manifiesta una clara falta de respeto hacia sus vecinos, orinando en el ascensor amparado en la clandestinidad de sus actos. Tras comprobar que sigue orinando en el ascensor una y otra vez, queremos decirle que cese este comportamiento inadecuado porque tarde o temprano todo se sabe o alguien le verá hacerlo", denuncia una comunidad de vecinos.

Aunque estos episodios se repiten, también hay quienes tienen buenos gestos a diario con sus vecinos. Esther Villoro, residente en Valdespartera, consiguió el premio nacional Super Vecina 2020. "Me considero buena vecina porque hago cosas por la sociedad. Parte de mi tiempo desde pequeña lo empleo en ayudar a los demás. Me siento muy orgullosa de ser zaragozana y aragonesa", explica.

La zaragozana Esther Villoro, mejor vecina de España.
La zaragozana Esther Villoro, mejor vecina de España.
Heraldo.es

Durante la pandemia se volcó especialmente con la España Vaciada y junto con la ayuda de más personas crearon una red de confección de batas y mascarillas. Sus vecinos la nominaron al premio por todo lo que hacía por la ciudad y la Comunidad y venció entre 5.000 candidaturas. 

"Ahora mismo tenemos un grupo de la comunidad y nos ayudamos entre nosotros bastante, tanto a nivel de escalera como de comunidad", sostiene Villoro, que en 2022 fue nombrada Valdesparterana del año.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión