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Las instrucciones de fin de curso provocan quejas de los institutos debido a las sesiones de evaluación
Otros años Educación solo marcaba la fecha límite en la que tenía que ser, ahora estipula plazos concretos, "muy ajustados".
Las instrucciones de fin de curso han provocado cierto malestar entre los equipos directivos de los institutos al estipular un margen concreto para llevar a cabo las sesiones de evaluación, situado en las tres jornadas previas al fin de las clases. "Se han ajustado muchísimo las fechas, lo que crea dificultades en los centros más grandes. Además, algunos ya tenían organizados estos plazo en función de la autonomía de centro", explica Pilar García, presidenta de la Asociación de Directores y Directoras de Institutos de Educación Secundaria de Aragón (Adiaragón). De hecho, ya han trasladado esta preocupación al Departamento de Educación, al que han pedido que se puedan mantener los tiempos ya previstos en los institutos.
El año pasado, las sesiones de evaluación de la ESO se podían organizar hasta el 22 de junio, último de día de clases. Sin embargo, en esta ocasión, se acota al periodo entre el 20 y el 23. "En algunos casos, como la promoción o la titulación, son decisiones colegiadas que requieren de tiempo. En un centro grande no se puede hacer en tres días", recalca García, quien recuerda que las actividades lectivas se mantienen hasta el último día y que siempre se "intenta" ajustar hasta el final los plazos para evitar que haya muchas jornadas en las que los alumnos, conocedores ya de que están aprobados o que pasan de curso, decidan saltarse las clases. De hecho, esta situación ha provocado discrepancias dentro de la comunidad educativa en los últimos años.
Sin embargo, García lamenta que ahora, con la planificación ya planteada por algunos centros, se obligue a cumplir estos plazos concretos. Y señala que en 1º de bachillerato, además, se produce un "agravio comparativo" con los alumnos de segundo respecto al tiempo de preparación entre la evaluación ordinaria y la extraordinaria.
La evaluación ordinaria, según las instrucciones remitidas desde el Departamento de Educación, se debe llevar a cabo entre el 14 y el 23 de junio –incluyendo reclamaciones–, mientras que la extraordinaria se produce a partir del 23 y el periodo de reclamaciones es hasta el 28. "Tienen poco más de una semana entre una y otra. Para el que haya aprobado todo no hay diferencias, pero para el que tiene algún suspenso, sí", puntualiza. Y lo compara con los alumnos de segundo, que tienen la evaluación ordinaria antes del 22 de mayo y la extraordinaria, un mes después.
Asimismo, recuerda que a este calendario se le une otra dificultad: las oposiciones. "A partir del 17 de junio comienza las oposiciones de secundaria, con docentes examinándose y otros ejerciendo como tribunales", remarca. En este punto también inciden desde el sindicato CGT, quienes además señalan que alrededor "del 90% de los tribunales de la Evaluación de Acceso a la Universidad (Evau) son profesores de secundaria" con el efecto correspondiente entre el 6 y 8 de junio. "Va a ser un fin de curso caótico", resumen desde esta central.
Fuentes del Departamento de Educación apuntan que estas instrucciones lo que hacen es "recordar" las gestiones necesarias de cara a la conclusión del año escolar. También adelantan cuestiones como la escolarización o aclaran la normativa y otros aspectos que se han detectado que generan dudas en los centros. Y recalcan que se hacen para cada tipo de centro y enseñanza.
Más plazo para la memoria
Más celebrado fue el cambio introducido respecto a la presentación de la memoria final, que siempre se ha tenido que remitir antes del 10 de julio. No obstante, este año se da la opción, a los centros que lo necesiten, de enviarla hasta el 31 de agosto. "Ahí se incluyen todas las actividades que hemos realizado en el centro y cualquier cuestión de importancia", señala Ricardo Civera, quien también valora positivamente que las programaciones didácticas no se tengan que presentar hasta el 2 de junio, dado que los docentes todavía se están formando en la nueva ley educativa, la Lomloe.
Por su parte, CGT lamenta que Educación no haya incluido su solicitud respecto a las altas temperaturas: "Pedimos que cuando se superen los 30 grados se permita celebrar de manera telemática las reuniones docentes". Al igual que UGT, insisten en que no se recoge la asignación de cupo de profesorado ni la aplicación del acuerdo de reducción de horas lectivas que entra en vigor para el próximo curso.
