La DGA solo recibe 14 ofertas para renovar y conservar la red básica de carreteras
La competencia se limita a tres de los once lotes del mayor concurso autonómico, de 2.485 millones y un plazo de 25 años.
La DGA solo ha recibido catorce ofertas para renovar las principales carreteras autonómicas y asumir su conservación durante 25 años, presentadas por 21 empresas. Pese al interés generado en el propio sector por el mayor concurso promovido en Aragón, de 2.485 millones de euros, finalmente la competencia se limitará a tres de los diez lotes en los que se ha dividido el mapa, a los que se suman el de la autovía Ejea-Gallur.
De las grandes contratistas del país únicamente se han presentado Acciona y FCC, dado que la otra media docena que estudiaron la operación han desistido optar el solitario o en una unión temporal de empresas (UTE) con firmas locales. En el caso de Acciona asumirá de la mano de la aragonesa Papsa el desdoblamiento de la A-127, dado que firman la única oferta. En cambio, FCC tendrá que medirse con la concesionaria de autopistas portuguesa Ascendi, propiedad a su vez del fondo galo Ardian Infrastructure y aliada con las aragonesas Copha (grupo MLN) y Sumelzo por llevarse el sector norte de la provincia de Zaragoza. Esta misma unión opta en solitario a las vías comprendidas al oeste de la provincia.
En todo caso, la Consejería de Vertebración del Territorio ha logrado que ningún lote quede desierto y que las principales empresas aragonesas del sector de la obra pública, salvo Marco y Vidal, se hayan presentado. Todas ellas optan en UTE con otras contratistas del país y firmas internacionales, salvo Papsa y Vialex (las dos aragonesas y pertenecientes a los grupos leridanos Romero Polo y Sorigué). En su caso, se han presentado conjuntamente en dos sectores, el área central de Zaragoza y Huesca-Monegros.
En esta última zona rivalizan con la unión formada por la firma nacional Cyopsa, la todelana Sarrión y la aragonesa Hormigones Grañén. La competencia también se extiende al sector norte y sur de Teruel, por el que pujan las UTEs constituidas por las citadas Cyopsa y Sarrión con la también aragonesa Emipesa y la segoviana Alvac con la aragonesa Lecha y el fondo internacional Meridian.
El resto de lotes solo han recibido una oferta. A la mejora de las carreteras del Bajo Aragón opta la valenciana Pavasal con la aragonesa ACYC y la UTE más amplia (constituida por las firmas nacionales Aceinsa y Acinser, la aragonesa Transfer y las gallegas Extraco y Misturas) ha registrado ofertas a dos sectores altoaragoneses, los de Jacetania-Alto Gállego y Sobrarbe-Ribagorza. Del mismo modo, Cyopsa, Sarrión y Emipesa también van juntas y sin rivales al este y oeste de Teruel.
El cuatripartito ha decidido dejar la adjudicación al Ejecutivo que salga de las urnas el próximo día 28. De hecho, las ofertas económicas no se conocerán hasta octubre, por lo que la resolución se alargará a finales de año. Las contratistas deberán redactar primero los proyectos y acometer seguidamente las obras, de modo que los 1.769 kilómetros de la red básica, el 30% del total, estén renovados para la primavera de 2027.
La inversión inicial será histórica, ya que el esfuerzo ha sido testimonial en los últimos 40 años. Si el próximo gobierno sigue adelante, habrá que duplicar con creces la cuantía anual para sacar el mapa de carreteras de Aragón de la cola del país en conservación. En 30 meses se acometerán actuaciones por 630 millones y, junto a su mantenimiento, se pagará su conservación, que elevará la factura a 2.192 millones. A estos se suma el contrato del desdoblamiento de la A-127, el mayor de todos, que asciende a 293 millones.
