SANIDAD

La Unidad de Rehabilitación Cardíaca de Aragón atiende a unos 450 pacientes al año

Está dirigida a quienes han sufrido en el último año un infarto o angina de pecho. Se creó en 2015 con el objetivo de promover un estilo de vida saludable.

Gimnasio de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca de Aragón, en el Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza.
Gimnasio de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca de Aragón, en el Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza.
Francisco Jiménez

La Unidad de Prevención Cardiovascular y Rehabilitación Cardíaca de Aragón se creó en 2015 para atender de forma ambulatoria a quienes en el último año han sufrido un infarto de miocardio o una angina de pecho. El objetivo era claro: prevenir y evitar que la enfermedad se repita, tratando especialmente los factores de riesgo, como hipertensión arterial o colesterol alto, y apostando por unos hábitos de vida saludables, ejercicio, una alimentación equilibrada y sesiones de orientación psicológica.

El cardiólogo Fernando Garza, coordinador de esta unidad, que se centraliza en el Hospital Nuestra Señora de Gracia (Provincial), explica que, a la alta hospitalaria el paciente debe abordar una segunda fase, que dura entre dos y seis meses, "donde se desarrollan todas las estrategias para la modificación de los hábitos incorrectos y su adaptación a la nueva situación". Un equipo multidisciplinar, compuesto por enfermeros, médicos cardiólogos y rehabilitadores, fisioterapeutas, dietistas y psicólogos, entre otros, se coordinan para proporcionar una "atención integral". Por esta unidad pasan de media unos 450 pacientes al año.

Se actúa en distintas áreas, con un programa educacional, control de los factores de riesgo (hipertensión, diabetes, colesterol...), consejos dietéticos, entrenamientos físicos, evaluación psicológica y terapias, deshabituación tabáquica, consulta de disfunción sexual y asesoramiento sociolaboral. También se ofrece una evaluación final de la situación del paciente, con un informe completo y recomendaciones antes de pasar a la fase 3 (o de mantenimiento) a partir del año y durante toda la vida. Para el doctor Garza, "los pacientes valoran que es una nueva oportunidad para vivir mejor, y más años". La doctora Carmen Untoria, médica rehabilitadora, función que compagina con la jefatura de servicio de Rehabilitación Física en el Sector Zaragoza I, explica que, según el resultado de las pruebas iniciales, se opta por un programa presencial, semipresencial o telemático. La intervención se prolonga entre 8 y 12 semanas.

Los servicios de Cardiología de los tres grandes hospitales de Aragón (Miguel Servet, Clínico y Royo Villanova) incorporaron a su cartera de servicios la rehabilitación cardíaca hace ocho años, creando esta unidad, que abarca toda la Comunidad. Para su coordinador, se estima que optimizando los recursos en horario de mañana y tarde podrían atender a más de 800 pacientes al año. Esta unidad se suma a la que ya existe en el Servet, dirigida a los pacientes que se han sometido a una cirugía o trasplante cardíaco.

"El infarto es más prevalente en hombres que en mujeres", resume el doctor Garza, "y, sobre todo en el varón, aparece de forma más precoz". Tal y como relata, "esta unidad prioriza aquellas personas más jóvenes, y la media de edad se sitúa en torno a 60 años". Esta unidad desarrolla líneas de investigación dirigidas a la prevención cardiovascular.

Importancia de la prevención

La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en España y en Europa y, sin embargo, solo uno de cada cinco españoles es consciente de ello. Para alertar de la importancia de conocer los factores de riesgo, la Unidad de Rehabilitación Cardíaca y Prevención Secundaria del Salud, la Fundación Aragonesa del Corazón y la Asociación de Pacientes de Rehabilitación Cardíaca de Aragón (Re-Late), en colaboración con Daiichi Sankyo, participaron la semana pasada en una campaña de prevención cardiovascular en el Hospital Nuestra Señora de Gracia.

Allí se instaló un punto de prevención cardiovascular y varios profesionales sanitarios examinaron la salud del corazón de los pacientes. Se incluyó el análisis del colesterol, la toma de la tensión y la realización de un electrocardiograma con dispositivos proporcionados por Daiichi Sankyo, compañía farmacéutica.

"Me ha cambiado por completo el ‘chip’, es que no queda otra"

El gimnasio de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca, en el Hospital Nuestra Señora de Gracia, estaba el pasado viernes a pleno rendimiento. Era el último día de los tres grupos de pacientes que han acudido durante ocho semanas a las sesiones de entrenamiento. Y en la despedida se entremezclaban la emoción de asistentes y trabajadores con palabras de agradecimiento.

Mariano Izquierdo, de 62 años, recuerda que el infarto que sufrió supuso un punto de inflexión en su vida: "Me ha cambiado por completo el ‘chip’, y es que además no queda otra". La experiencia de la rehabilitación cardíaca ha sido muy "gratificante": "Nos han dado pautas de ejercicio y alimentación y ayuda psicológica, y sobre todo hemos encontrado un equipo humano muy entregado con nosotros". La misma opinión trasladó Íñigo Santa Inés, de 51 años, que reconoce el buen funcionamiento del ‘Código Infarto’ que se activa en Aragón ante un episodio de este tipo. "Una vez pasada la hospitalización –dice– entramos en la fase 2, que es rehabilitación cardíaca, con un equipo multidisciplinar impresionante, que intenta cambiar una serie de hábitos que nos han llevado a tener un infarto". "En dos meses te hacen sentir un verdadero cambio", señala: "Hay un antes y un después".

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