Las organizaciones agrarias urgen medidas fiscales y económicas para afrontar la sequía

Exigen flexibilidad en la PAC para no perder ayudas por falta de cosecha

La reunión se celebrará el próximo miércoles
Campos afectados por la sequía

No es la primera vez que hay sequía en Aragón, pero cuesta recordar un ejercicio en el que la alarma se produjera ya desde los primeros días de abril, recorriera todo el territorio de la Comunidad, afectara a prácticamente todos los cultivos y pusiera en riesgo la campaña no solo se secano sino también la de las producciones de regadío.

"Hace muchos años que no percibía y con razones absolutamente fundadas tanta inquietud en el sector agrario y ganadero", aseguró ayer el presidente aragonés, Javier Lambán, que reconoció que la "catastrófica situación" que está generando la falta de lluvias tanto en los sectores agrícolas como en los ganaderos, le preocupa "mucho no, lo siguiente".

Prueba de ello es que desde la consejería de Agricultura ya han tocado a rebato y han convocado a los representantes de las organizaciones agrarias y las cooperativas a una reunión el próximo día 20 de abril. Será justo un día después de que Aragón participe junto con el resto de las comunidades autónomas y de las organizaciones representativas del sector en la Mesa de la Sequía convocada por el Ministerio de Agricultura.

Las organizaciones agrarias ya han puesto en marcha su maquinaria reivindicativa para acudir al encuentro con toda una batería de medidas que permita a los agricultores y ganaderos hacer frente a las pérdidas a corto plazo, pero también garantice soluciones a futuro para aminorar el impacto del cambio climático.

UAGA, que el pasado miércoles advertía de la catastrófica situación que sufre el cereal de secano y de la alarma máxima que se está generando entre los sectores ganaderos, especialmente en las producción de extensivo, pone su mirada en las exigencias de la PAC y pedirá que se flexibilicen los requisitos "para que no haya penalizaciones en las ayudas". Precisamente la nueva política agraria estrena desde este año una nueva modalidad de ayudas, las que llegan acompañadas de los llamados ecorregímenes -pagos anuales directos a aquellos agricultores que acepten compromisos medioambientales que vayan más allá de la condicionalidad reforzada- cuyo cumplimiento podría verse amenazado por la falta de lluvias que, por ejemplo, está secando las cubiertas vegetales.

La organización agraria demanda además medidas fiscales, entre ellas la devolución de 0,20 euros del gasóleo gastado durante 2023, o nuevas ayudas por los fertilizantes, gastos a los que han tenido que hacer frente en una campaña en la que, señala UAGA, no van a tener cosecha. Suman a sus peticiones una moratoria en los pagos de las amortizaciones para aquellos agricultores que han modernizado sus regadíos o todavía lo están haciendo y, sin embargo, no van a poder regar tan apenas. "Se trata de unos costes fijos muy elevados, a los que no podrán hacer frente", insiste la organización agraria, que destaca especialmente la necesidad de revisar las líneas de seguros del cereal ya que "y dado que no es nada atractiva", añade, apenas se está contratando en zonas productoras importantes como las de Huesca y el valle del Ebro.

Un plan integral

UPA Aragón acudirá al encuentro con el consejero Olona con una exigencia principal: la puesta en marcha de un plan integral que se adelante "a la grave situación de pérdidas que va a vivir el campo aragonés debido a la falta de agua este año, una falta derivada de las altas temperaturas, las casi nulas precipitaciones y la escasez de agua embalsada", señala su secretario general, José Manuel Roche. Y exigirá, además, que en él se involucren no solo las administraciones autonómicas y estatal sino también la europea.

Roche pondrá sobre la mesa medidas fiscales como créditos blandos con los que inyectar liquidez a las explotaciones de las zonas más afectadas. Y aunque esta organización agraria es consciente de que no hay presupuesto para subvencionar todas las pérdidas -hay daños de diversa cuantía en las 700.000 hectáreas que Aragón dedica al cereal de invierno- apela a ayudas directas para los sectores más vulnerables así como apoyos económicos para los ganaderos que tengan que hacer frente los sobrecostes en alimentación de sus animales por falta de pasto.

El plan integral de UPA va más allá del momento actual y recoge además la necesidad de destinar una mayor inversión en la modernización del regadío y utilizar en ellos "tecnologías que aprovechen cada gota de agua para producir alimentos". Y sobre todo, insiste Roche, "hay que darle una vuelta al seguro agrario, adaptarlo a la nueva realidad del cambio climático y hacerlo más asequible para agricultores y ganaderos".

"Es falta de lluvias, no sequía"

Aunque llegará a la reunión del próximo jueves con reivindicaciones y con la convicción de que "hay que ponerse a trabajar ya", Asaja Aragón pone la nota discordante y aunque reconoce que la "situación es crítica", asegura, en palabras de su portavoz, Fernando Luna, que "estamos ante una ausencia de lluvias de mes y medio, pero no es una sequía".

Coincide con el resto de las organizaciones en que la cosecha en el cereal se augura "nula", porque las producciones no han recibido lluvias en el momento en que más las necesitan. Insiste en que los ganaderos serán "los grandes paganos" porque la alimentación en pesebre de los animales va a suponer un inasumible coste. Y reconoce que las siembras en regadío se van a reducir hasta un 70%. Pero Luna se resiste a hablar de sequía e insiste que la situación se debe a la falta de una apuesta clara por infraestructuras hídricas que permitan embalsar recursos cuando los hay para garantizar necesidades plurianuales. "Hace dos años tiramos mucha agua a los ríos porque no podíamos utilizarla y ahora que hace falta no la tenemos por falta de embalses", insiste el representante de Asaja-Aragón, que explica que la organización agraria exigirá también a la Consejería, al Ministerio e incluso a la Comisión Europea "políticas de desarrollo rural para garantizar seguros agrarios con cobertura real y a precios asequibles".

Para el presidente de Araga, Jorge Valero, "es hora de arrimar el hombro" y así lo exigirán al consejero de Agricultura al que solicitarán medidas fiscales, pero también ayudas directas. "La situación es tan grave que obliga a repartir dinero para que las explotaciones no tengan que echar el cierre", dice Valero.

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