Invierno cálido

Cuando empieza la primavera se suelen revisar los meses pasados para saber si este año el invierno ha sido frío o cálido. Los expertos han concluido que desde el 21 de diciembre de 2022 hasta el 20 de marzo de 2023 hemos tenido el segundo invierno más cálido desde que se registran los datos de temperaturas en 1961. El problema meteorológico es que este sería el quinto año en el siglo XXI en el que las temperaturas invernales han estado por encima de la media (2015-2016, 2016-2017, 2018-2019 y 2019-2020 serían los anteriores), algo que ocurrió en diez ocasiones en los 39 años que se midieron durante el siglo XX.

Esta tendencia lleva a los meteorólogos a considerar que las olas de frío, con las que hemos vivido media vida los que nacimos en los años sesenta, dejarán de producirse o al menos no llegarán a los mismos extremos que hemos conocido.

De hecho, ya se ha detectado que las temperaturas del invierno recién acabado han crecido 1,3 grados como media; el pasado 27 de febrero dejó de detectarse un invierno meteorológico y los últimos diez días del pasado diciembre, en plenas Navidades, que ligamos siempre al frío, resulta que fueron cálidos.

Los efectos del cambio climático son muy claros para los agricultores, porque ellos son los que ven de primera mano cómo crecen las cerezas en un árbol cuando todavía no toca. Así pasó este año en la tercera semana de enero, como me contó Ángel Rodrigo Arjol en el programa de Aragon TV ‘Esta es mi tierra’. Esta tendencia incidirá en el futuro en la manera de afrontar nuestra ecología y la política que defina nuestras montañas.