crónica política

La crisis de la nueva política deja Aragón en manos de dos

Antes de que el centro político implosionara, nueve partidos tenían opciones de entrar en las Cortes.

Javier Lambán y Jorge Azcón
Javier Lambán y Jorge Azcón
Marco/ E.P.

El bipartismo se juega la presidencia de Aragón. Dos legislaturas han sido suficientes para desinflar la nueva política, esa que impulsó a Ciudadanos y Podemos a rozar el cielo y les arrastra ahora hacia los infiernos. Desaparece para PP y PSOEel riesgo de ‘sorpasso’, tras haberse estancado dos mandatos con menos del 50% de los votos. Pero la excesiva fragmentación de la Cámara amenaza la estabilidad de los gobiernos.

En 2015, a solo 5.771 sufragios se quedaron de los socialistas los podemistas de Pablo Echenique en el duelo por liderar la izquierda. Fue el techo electoral de los morados, que cuatro años después se dejaron 100.000 votos y nueve escaños. Su futuro pinta negro en 2023 con tres bastiones del partido, Nacho Escartín, Erika Sanz e Itxaso Cabrera, fuera de las listas, y Maru Díaz defendiendo el ideario podemista desde el cuatripartito trasversal.

Más crítica resulta, aún, la situación de Ciudadanos, que en las elecciones generales del 28 de abril de 2019 superó en Zaragoza por 15.919 votos al PP. Fue la primera y única vez. En las autonómicas los conservadores dieron la vuelta a la situación con 28.000 votos y cuatro escaños más que los liberales, que renunciaron a gobernar con Javier Lamban. Su oposición constructiva, a veces condescendiente, convirtió el grupo parlamentario naranja en un polvorín donde cada debacle electoral iba minando los ánimos todavía más.

Resurgirá de sus cenizas cual Ave Fénix el bipartismo, con la certeza de que ni por la derecha ni por la izquierda le superarán, pero consciente del riesgo para la gobernabilidad que emana del que podría ser el Parlamento más fragmentado en los últimos 40 años.

Antes de que el centro político aragonés iniciara su implosión, hasta nueve formaciones políticas distintas tenían opciones reales de lograr representación en la Cámara, las que ya están y Teruel Existe. Ahora, a menos de tres meses de las elecciones, al PAR, roto en mil pedazos, y a Cs se les complican las opciones de conseguir escaños.

Tú Aragón, Aragoneses-Plataforma Aragonesista y lo que queda del PAR de toda la vida se disputarán los 39.978 votos que en 2019 les reportaron tres diputados que decantaron el Gobierno hacia el centro-izquierda. La falta de estabilidad política espanta a los votantes, y la inseguridad jurídica del PAR genera un mar de dudas. A la decisión de la Audiencia de Zaragoza se suma, ahora, el escrito de impugnación de las primarias, previstas para el 11 de marzo, que ha remitido Ignacio Serrano, un afiliado, al juzgado decano.

Por primera vez en cuatro décadas de democracia, el PAR, que presidió dos veces Aragón, con Hipólito Gómez de las Roces (sumó 180.000 votos, el 28,5% del total) y Emilio Eiroa; que fue socio de Gobierno del PP y del PSOE y solo quedó fuera del Gobierno en la primera y la novena legislatura; un partido con 658 concejales y una fuerte implantación en el territorio, podría quedar fuera del Parlamento.

Con el desgaste del centro, Teruel Existe es el ‘socio’ a conquistar. CHA ‘vende’ su gestión e IU se reivindica como la oposición desde la izquierda, mientras Vox fía su futuro al tirón de Santiago Abascal.

Se mira en Aragón de reojo a Madrid. De allí vienen los desmanes del ‘Tito Berni’ con los que se embarra la política local. Y resuenan los ecos de la enésima pelea del PSOE de Pedro Sánchez y el Podemos de Ione Belarra por ver quién enarbola mejor la bandera del feminismo con posturas enfrentadas sobre el ‘solo sí es sí’ y la paridad. Olvidando que todo suma y todo resta; y la batalla acaba de empezar.

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