Lambán quiere que el centro aragonés de Barcelona sea un lugar de encuentro con Cataluña

Sostiene que si hay buena vecindad, que no exista en el ámbito institucional les "deja en evidencia" a los políticos. La DGA asume el edificio e invertirá 1,5 millones este año en la rehabilitación.

Jesús Félez y Javier Lambán firman el acuerdo, en presencia de la notaria.
Jesús Félez y Javier Lambán firman el acuerdo, en presencia de la notaria.
Guillermo Mestre

El Gobierno de Javier Lambán invertirá 1,5 millones de euros en la rehabilitación del centro aragonés de Barcelona, un histórico edificio en el corazón de la ciudad Condal. El barón socialista espera que, una vez recuperado, sirva como lugar de encuentro entre Aragón y Cataluña, y permita mejorar las relaciones entre la DGA y Generalitat. Este lunes se dio el primer paso al formalizar ante notario, y por acuerdo de los socios, la aceptación de la cesión gratuita del edificio, que está valorado en 10,1 millones de euros y que necesita cuantiosas obras de conservación.

Las deficiencias en las cubiertas y los sistema de recogida de agua han repercutido en las cercas de madera, en elementos de la fachada y en los cielorrasos de espacios bajo cubierta, y serán las áreas prioritarias en las que actuar. Así se concretó en el informe sobre las patologías que afectan al edificio, que redactó el equipo de arquitectos en noviembre, antes de que se materializara la cesión.

Las obras, antes de verano

El próximo paso será la redacción del proyecto básico, la petición de licencia de obras al Ayuntamiento de Barcelona y se licitarán antes de verano. Los trabajos se prolongarán durante todo el año.

El histórico inmueble de 2.500 metros cuadrados, que incluye el céntrico Teatro Goya, se incorporará al Patrimonio aragonés, pero seguirá siendo sede del Centro aragonés de Barcelona y referente de la Comunidad en la ciudad Condal.

Ambiciosos planes tiene para este centro el Gobierno de Aragón, si bien no quiso profundizar en la utilización concreta que le dará. El plan de usos recoge, entre otros, un restaurante y varios puestos de ‘coworking’. En el corazón de Barcelona, es un excelente escaparate para poder vender las bondades de la Comunidad.

Lambán recordó la "trayectoria brillante y exitosa" del centro aragonés de Barcelona, y confió en que se mantenga en el futuro. Defendió que era "urgente" que la DGA se involucrara en el mantenimiento y atendiera a la petición de los responsables del centro, en cumplimiento del mandato que se recoge en el Estatuto de Autonomía.

El barón socialista destacó los cambios que se han dado en la relación entre Aragón y Cataluña con el paso de los años. De un Aragón con una sociedad rural y un desarrollo cultural "modesto y mediocre" y una Cataluña en la "vanguardia económica de España" se ha pasado en una relación entre las dos autonomías que en la actualidad es "bidireccional" y está dando lugar a un "intercambio fecundo". "La interrelación necesita instrumentos que la fomenten", señaló, y abogó por que este centro se convierta en un escaparate de las potenciales económicas y culturales de la Comunidad y que sea "un espacio de encuentro entre Cataluña y Aragón".

Consideró el presidente de la DGA que es un edificio con muchas "potencialidades". Tras asegurar el inmueble, se analizarán usos complementarios culturales y económicos. Aludió Lambán a la cumbre económica que se celebró en Zaragoza el año pasado a la que acudieron representantes de la antigua Corona de Aragón junto a responsables institucionales. "Hablar de economía es más fácil que hablar de política, pero es evidente que si se avanza en el terreno de la economía y en la cultura, al final el entendimiento político es mucho más fácil", subrayó. Advirtió, por ello, de que "si en todos los aspectos existe una buena vecindad entre las dos comunidades, que no exista en el ámbito político nos deja muy en evidencia a los políticos".

Foco de actividad aragonesa

La Casa de Barcelona, situada en Joaquín Costa, 68 y Torres Amat, 4, es una de las activas, como ha demostrado en los 107 años que lleva en funcionamiento. Entre sus joyas figura una biblioteca que guarda más de 17.000 volúmenes, la mayoría relacionados con temática aragonesa. Además de seguir programando actividades dirigidas a sus 639 socios, el objetivo es que el centro se convierta es una "caja de resonancia" para difundir en Barcelona, una gran ciudad y con repercusión internacional, iniciativas económicas, sociales, culturales y de toda índole que se gesten en Aragón.

El presidente del centro aragonés de Barcelona, Jesús Félez, instó a poner "manos a la obra" para llevar a cabo un proyecto que muestre la cultura, la gastronomía, el turismo y el nuevo Aragón del siglo XXI.

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