El cuatripartito saca adelante en solitario las cuentas récord de 2023 y la rebaja fiscal

Los 35 diputados de PSOE, PAR, Podemos y CHA, Aliaga a distancia, votan ‘sí’ al presupuesto

Soro, Lambán, Guerrero y Díaz, tras aprobar las cuentas
Soro, Lambán, Guerrero y Díaz, tras aprobar las cuentas
Guillermo Mestre

El cuatripartito (PSOE, PAR, Podemos y CHA) sacó adelante ayer en solitario su cuarto presupuesto, que incluye una rebaja fiscal valorada en 50 millones de euros que beneficiará a 720.000 contribuyentes. La oposición en pleno dio la espalda al proyecto de ley tras ver cómo los partidos del Gobierno pasaban la «apisonadora» sobre cientos de propuestas. Entramos en el electoral 2023, y se nota. En los que mandan ahora, que arrinconan de la gestión a PP, Vox, Cs e IU al aceptar solo 12 de sus 953 enmiendas; y en la oposición, que vota en contra de un presupuesto récord de 8.250 millones de euros, primado por la inyección económica del Estado y 503 millones de euros procedentes de la Unión Europea. Razón tenía el presidente de las Cortes, Javier Sada, cuando, tras la aprobación, deseó a sus señorías que «se relajen» estos días porque les espera un «año intenso». A ellos, y a quienes tienen que votar.

No fue un pleno de presupuestos tenso. Todos tenían claro su papel, y ninguno se salió del guion establecido. Discutieron sobre las cifras Carmen Susín y Óscar Galeano. Mientras el socialista presumía del «éxito colectivo» y de que Aragón figura entre las comunidades que «primero han superado el nivel de riqueza anterior a la pandemia», la popular denunciaba que es una de las autonomías que no ha recuperado el PIB precovid.

Pero no fue el rumbo de la economía lo que motivó su oposición a las cuentas. Susín achacó la postura del PP contra el «presupuesto lambanista» a que implica decir ‘no’ a «la soberbia, a la falta de respeto, a las promesas vacías, a la incapacidad de gestionar, a las hipotecas futuras, a las falsedades, al infierno fiscal, a la renuncia de la defensa de los intereses generales de los aragoneses por defender los del PSOE y de Pedro Sánchez». Discurso que es frecuente escuchar al candidato Jorge Azcón, fuera ayer del hemiciclo, y a quien apenas se mentó durante las siete horas que duró la sesión.

Tantas veces se nombró a Juan García-Gallardo, el vicepresidente de Castilla y León, que la diputada de Vox Marta Fernández dedicó el mismo tiempo a justificar su trabajo y el dinero que le pagan que a explicar por qué dijeron al presupuesto ‘no’. Argumentó su negativa en que «no es creíble» y en que la rebaja fiscal «no va a aliviar la presión» porque se crean nuevos impuestos, aunque solo entra uno en vigor (el de depósito de residuos en el vertedero). Se metió de lleno en el barro político la de Vox. «¿No les preocupa que el Gobierno esté dirigido por el partido más corrupto de la democracia, el PSOE?», espetó.

Rauda recogió el guante Carmen Martínez de CHA, que advirtió a Fernández de que «no cuenten para nada con CHA». «Sus políticas xenófobas y machistas no están dentro de nuestro ideario», enfatizó.

José Luis Saz, de Cs, justificó el rechazo de los liberales con que, a pesar de ser «proactivos», esperaban más del periodo de enmiendas. «Algunas eran buenas», defendió. Y criticó el poco tiempo que tuvieron en la ponencia para analizar las 1.008 que se presentaron. «La rapidez que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa», recordó Saz que solía decir Gregorio Marañón. Exigió el liberal al cuatripartito que «cumpla y ejecute las cuentas por respeto a los ciudadanos que son los que pagan los impuestos».

Se esforzó por llenar el espacio de la izquierda a la izquierda del PSOE Álvaro Sanz durante su intervención. El diputado de IU, al que aceptaron un decena de enmiendas, también dijo ‘no’. «El presupuesto se ha caracterizado por la ausencia clara de voluntad por el pacto en un momento crucial para debatir sobre los retos estructurales que tienen nuestros servicios públicos», denunció. Cargó contra la «alfombra roja» a las empresas, contra una reforma fiscal «regresiva» que impacta igual en las rentas netas de 10.000 euros y en las de 90.000 y contra la unión de estaciones. «Háganselo mirar los que dicen que están a la izquierda», ironizó.

En el cuatripartito seguían a lo suyo, que era celebrar que han logrado aprobar su cuarto presupuesto, con el vicepresidente Arturo Aliaga, del PAR, votando a distancia por un fuerte catarro. El también aragonesista Jesús Guerrero puso en valor «la cultura del pacto» de un Gobierno que ha demostrado ser «de centro y moderado». Marta de Santos, de Podemos, se congratuló de que el cuatripartito ha demostrado que «sabe poner a la gente por delante de sus políticas». Galeano agradeció el esfuerzo de todos por sacar adelante el proyecto, y deseó que nadie se atragante con las uvas «ni con el presupuesto».

Lambán y sus consejeros, ayer en un discreto segundo plano, festejaron la buena salud del pacto de socios bien avenidos que ha permitido sacar adelante una rebaja fiscal y un presupuesto para 2023 de récord.

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