Abre la primera sala de lanzamiento de hachas de Zaragoza

Está frente al centro comercial de Plaza Imperial y en 2023 prevé albergar torneos y competiciones.

Alguno de los primeros practicantes, ayer en la sala de Hachazone.
Alguno de los primeros practicantes, ayer en la sala de Hachazone.
FRANCISCO JIMENEZ

“Por fin puedes disfrutar en Zaragoza de un pasatiempo que te desestresará sacando al indio, al vikingo o al leñador que llevas dentro”. Así se promociona Hachazone, la primera sala de lanzamiento de hachas de la capital aragonesa.

Esta disciplina, que se ha popularizado mucho en los últimos tiempos, desembarca en Zaragoza de la mano de los mismos responsables y en las mismas instalaciones de la galería de tiro de Plaza Imperial (Shooting Range Zaragoza). 

En el espacio, a pocos metros del centro comercial, se ofrecen cuatro calles enrejadas para lanzar hachas, bien sea de forma individual o con amigos. Se trata de demostrar puntería y conseguir -obviamente- que el hacha quede bien clavada en el centro de la diana de madera ubicada a unos cuatro metros (doce pies) de distancia. La seguridad es innegociable: las calles están valladas y los participantes “reciben antes de empezar una breve charla por parte de los instructores”, explica Diego Ariza, socio fundador de Hachazone.

Cuenta con cuatro calles para la práctica deportiva y en 2023 prevé albergar torneos y competiciones.

Todas nuestras sesiones duran 55 minutos y en cada diana puede haber entre uno y cuatro lanzadores -continúa-. Lo concebimos como una actividad de ocio, pero en los países nórdicos y en Canadá es considerado un deporte y allí existen, incluso, ligas federadas”. Pero, ¿cómo ha llegado el lanzamiento de hachas a Zaragoza? “Existen desde hace años salas en Madrid o Barcelona. Nosotros fuimos de viaje a Valencia, probamos una de estas experiencias y nos pareció una actividad muy interesante, que combinaba bien con la galería de tiro que ya tenemos”, cuenta Ariza. De hecho, para poder montar el espacio apenas han tenido que pedir una ampliación de la licencia municipal de actividad de la que ya disponían.

En Hachazone se ha diseñado toda la puesta en escena (dianas, tamaños, pesos, distancias...) según las normas de la liga internacional WATL (World Axe Throwing League). Se recomienda al usuario llevar ropa cómoda y zapato cerrado, y se permite el lanzamiento a partir de 12 años, siempre y cuando los menores estén acompañados por una persona mayor designada como responsable, que cumplimente un modelo de autorización”.

El hacha se puede lanzar con una o dos manos
y el objetivo es clavarla en el centro de la diana

Explican los instructores que se puede lanzar con una o dos manos y que hay dos modalidades principales de juego según el tipo de hacha. La estándar pesa entre 600 gramos y un kilo y se lanza desde la marca más cercana, situada a doce pies del tablón de madera. La otra es la ‘big axe’, que tiene 1,2 kilos de peso y se lanza desde más lejos: en este caso se puede dar un paso atrás para coger impulso. “Son todo hachas de un solo filo, existen otras, las llamadas ‘tomahawk’, pero no son oficiales”, explican.

El acierto en el centro de la diana otorga 6 puntos al jugador, que también puntúa (bajando hasta 1 punto) según se vaya alejando de los círculos concéntricos. Ojo, el hacha se tiene que mantener clavada (no basta golpear) durante al menos cuatro segundos para que la puntuación sea válida.

Cuando se tira un hacha lo general es que dé una vuelta al girar sobre su propio centro de gravedad. Gira por la propia inercia, así que si das juego con la muñeca, probablemente, te pases esa vuelta y golpees la diana con lo que no es filo”, comentan los expertos en lanzamiento, que también aclaran que los paneles de las dianas se van cambiando cada cierto tiempo porque acaban muy astillados.

Los ideólogos del negocio explican que lanzar hachas es seguro siempre que se cumplan las normas que da el personal y añaden que “el diseño de las calles, las dianas y el suelo reducen los rebotes no deseados que pudieran producir situaciones de peligro”. Hachazone también está ideado como un lugar de celebraciones y, aunque existe un bar cafetería en el local, “las copas se dejan para después de lanzar”. Está prohibido participar o permanecer en la sala a personas con signos de embriaguez o bajo el consumo de estupefacientes.

Pesos, medidas y distancias están reguladas según la liga internacional de esta práctica

Los precios están publicado en la web hachazone.es y varían desde los 30 euros la hora para un solo tirador hasta los 60 en una competición en la que participen cuatro amigos. “Una de las cosas que pedimos es que se llegue diez minutos antes de la reserva de la actividad para poder organizar mejor las calles y dar las explicaciones convenientes”.

Ariza cuenta que es intención de la galería que los más diestros lanzadores aragoneses participen el año que viene en una competición nacional. De hecho, ya se están gestando en un club de Gandía para el próximo abril una liga española con fases de clubes y representantes por provincias. De momento, la aventura en Zaragoza apenas acaba de echar a andar, pero visto lo visto y si hay demanda suficiente en Shooting Range no descartan abrir más calles en la parte trasera del local. “Las salas de Madrid tampoco son mucho más grandes. La mayor está en San Sebastián de los Reyes, con diez puestos, pero mucho más pequeños que los nuestros”, dicen.

La disciplina del lanzamiento de hachas está muy de moda en Estados Unidos, donde ha aparecido en innumerables series de ficción e -incluso- en los ‘late shows’ invitan a famosos a demostrar su destreza con el lanzamientos de hachas. Entre las primeras, destaca ‘The good fight’, con Diane Lockhard liberando adrenalina hacha en mano. Entre los segundos, es popular el programa de Jimmy Fallon y sus vídeos de YouTube, en los que conocidos actores y cantantes desenfundan y lanzan el arma contra una muñegote de madera.

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