Tercer Milenio

En colaboración con ITA

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Talento emigrado: el sueño de volver a casa por Navidad

Son jóvenes y han salido de España para especializarse y crecer en su carrera investigadora. Si deciden regresar, no es fácil el retorno en condiciones laborales competitivas.

La investigación es la vida de Leonardo Garma, Ana Ruiz, Beatriz Martín, Ricardo Villa, Yovana Cabrera y Lucía de Miguel
La investigación es la vida de Leonardo Garma, Ana Ruiz, Beatriz Martín, Ricardo Villa, Yovana Cabrera y Lucía de Miguel
Francisco Jiménez

Su deseo para 2023 es cordura y mucha salud. Beatriz Martín Luengo siempre vuelve a Aragón por vacaciones: "Un par de días en Casetas y el resto del tiempo en Purujosa, un pequeño pueblo del Moncayo literalmente tallado en la roca donde vive mi padre", dice con cariño. Doctora en Psicología, investiga en el Instituto de Neurociencia Cognitiva de la Universidad HSE de la capital rusa, "así que, desde 2015, paso de estar viviendo en Moscú, una ciudad con casi 12 millones de habitantes, a un precioso pueblo de la comarca del Aranda en donde la mayor parte del año viven más cabras que personas".

Ella es una de las personas que investigan lejos de casa pero regresan por Navidad. Estos días, tiene pensado aprovechar el tiempo para ver a algunos amigos, practicar el tiro con arco y recorrer las pistas del Moncayo con el quad.

El pasado miércoles participó en Zaragoza en el Encuentro Jóvenes Investigadores en el Extranjero organizado por el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) con el objetivo de establecer sinergias entre los grupos y centros de investigación, especialmente aragoneses, con aquellos jóvenes que están desarrollando su carrera científica fuera de España y quieren conocer las oportunidades de volver. La situación laboral de esta investigadora zaragozana es "bastante estable"; su actual contrato es por tres años, con oportunidad de quedarse con la plaza tras una evaluación de méritos. Sin embargo, reconoce que "no me veo jubilándome en el extranjero, así que por supuesto que entra dentro de mis planes volver. Otra cosa es cuándo". En la balanza pesa que sus condiciones laborales allá son bastante mejores comparadas con las que tendría aquí en un puesto similar, "no solo por salario y carga lectiva, sino también por facilidades para desarrollar mis líneas de investigación: laboratorios, acceso a financiación de proyectos tanto de la universidad como a nivel nacional…".

Beatriz Martín Luengo, Instituto de Neurociencia Cognitiva de la Universidad HSE de Moscú (Rusia): "Se nos exige un esfuerzo de años en formación -fácilmente diez- para luego no poder acceder a puestos de trabajo remunerados en concordancia a nuestra capacitación"
Beatriz Martín
Beatriz Martín
H. A.

La memoria es el campo de trabajo de Beatriz Martín, desde la creación y aceptación de falsas memorias hasta el estudio de la 'metamemoria', es decir, cómo evaluamos y controlamos nuestros recuerdos. Y pone un ejemplo: "Dependiendo de la confianza que tengamos en que hemos estudiado lo suficiente para un examen, podríamos decidir seguir estudiando un poco más o parar". En sus recuerdos personales está el barrio de Casetas, donde vivió hasta los 18 años. Y entre las cosas que añora, además de su padre, su hermana y amistades, claro está, aparecen "las madejas, los torreznos ¡y el panizo!". Desde Moscú, recibe clases de jota por internet con la escuela Parque Goya.

La también zaragozana Lucía de Miguel Gómez coincidió con Beatriz Martín en el encuentro celebrado en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón, en el que también participaron Ricardo Villa Bellosta, Yovana Cabrera Hernández, Ana Ruiz Saenz y Leonardo Garma.

Lucía de Miguel Gómez, Universidad de Gotemburgo (Suecia): "Salí a trabajar a una universidad extranjera para tener mejor currículum e intentar volver en mejores condiciones"
Lucía de Miguel
Lucía de Miguel
H.A.

De Miguel vuelve a Zaragoza siempre que puede. Hasta el día de Reyes recargará pilas con familia y amigos, y disfrutará de "poder tomar un poco de sol los días que nos deje la niebla, que en Suecia en invierno lo vemos poco". Desde septiembre, trabaja como 'posdoc' en la Universidad de Gotemburgo, en un grupo de investigación en trasplante y medicina regenerativa, centrados en la infertilidad de origen uterino. Su grupo fue pionero en realizar un trasplante de útero humano, del que nació un bebé sano. Ahora están empeñados en crear tejido uterino 'artificial' mediante técnicas de bioingeniería.

Salir para regresar. Actualmente está con un contrato de dos años y teme que tendrá que seguir encadenando contratos de este tipo hasta que pueda (quizás) conseguir una plaza en algún centro de investigación español. Justamente uno de los motivos que le han hecho salir a una universidad extranjera es tener un mejor currículum para volver a España. "La mayoría de contratos posdoctorales españoles puntúan mucho haber estado en centros internacionales", señala.

Por otro lado, tener españoles o aragoneses repartidos por laboratorios de otros países puede ser un punto de anclaje muy interesante para plantear colaboraciones en proyectos. Son "redes personales de contacto que funcionan muy bien", dice Riese. "Para optar a financiación europea y formar parte de consorcios europeos, los famosos proyectos europeos, es una cartera de contactos fundamental".

Yovana Cabrera Hernández, Universidad de Gotemburgo (Suecia): "Hay un abismo de diferencia tanto en la calidad de vida como en el salario percibido por realizar el mismo trabajo"
Yovanna Cabrera
Yovanna Cabrera
Francisco Jiménez

Desde la Oficina de Proyectos Europeos del IACS, Juan Riese añade que, teniendo en cuenta que la ciencia es fundamentalmente colaborativa, "mediante estancias en centros de investigación fuera del país de origen es donde se adquiere no solo la experiencia especializada, sino también los contactos profesionales directos, colaborando día a día, que servirán para continuar con las líneas de investigación una vez se pueda volver al país de origen". Pero no es fácil: "Se necesita reforzar las herramientas de apoyo por el sector público que faciliten el retorno en condiciones laborales competitivas. Los mejores investigadores muchas veces reciben ofertas muy convincentes fuera de España que hacen que el retorno sea muy difícil", indica. La Fundación Agencia Aragonesa para la Investigación y Desarrollo ha abierto una nueva convocatoria de captación de talento y anuncia trámites más ágiles para acelerar la incorporación de investigadores de prestigio.

Los casi siete años que Ana Ruiz Saenz estuvo en la Universidad de California, en San Francisco, "han marcado, sin duda, la diferencia en mi carrera científica. El trabajo que realicé allí dio lugar a colaboraciones con excelentes investigadores que -está segura- continuarán y facilitarán la realización de nuevos y ambiciosos proyectos en Europa". Convencida de que "la mejor y más eficiente ciencia se alcanza colaborando", esta investigadora riojana trabaja ahora en el Erasmus Medical Center de Rotterdam, en los Países Bajos, donde desde hace tres años dirige su grupo de investigación en cáncer de mama.

En su opinión, el problema "no es la salida de talento, sino la falta de programas competitivos para el retorno". Con ello se refiere a programas "que promuevan y apoyen el entusiasmo y conocimiento que traen muchos investigadores después de su etapa en el extranjero, y no se limiten casi exclusivamente a cubrir su salario". Estos días, pasa la Navidad en familia en Herce, "un pequeño y acogedor pueblo de la Rioja que me ha visto crecer" y, disfruta de los amigos y las sobremesas que se alargan hasta la hora de la cena.

Leonardo Garma
Leonardo Garma
Francisco Jiménez
Leonardo Garma, Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia): "Después de tanto tiempo fuera, prácticamente 12 años, me planteo cambiar de carrera con tal de poder volver"

También regresa estos días a su ciudad, San Sebastián, "con ganas de disfrutar por unas semanas de esa parte de mi vida que mantengo aquí, pero no a través de una pantalla", Yovana Cabrera Hernández. Viene de Suecia, donde llegó hace ocho meses para una estancia posdoctoral en el departamento de Química y Biología Molecular de la Universidad de Gotemburgo. Lo suyo son las chaperonas moleculares, proteínas que, de manera conjunta, colaboran para detectar, eliminar e incluso volver a plegar las proteínas que se apelotonan y dejan de funcionar bien, dando lugar a la aparición de enfermedades como parkinson, alzhéimer o huntington.

La estabilidad de su situación no llega más allá de lo que dure la beca, "que es de dos años y no es prorrogable; así que, una vez finalizada la estancia, tocará seguir tocando puertas". La idea inicial cuando aceptó este trabajo era regresar a España pasados dos años, "pero tal y como están las cosas…", no descarta probar suerte en otro país, porque, aparte de que aquí hay menos oportunidades de trabajar, "hay un abismo de diferencia tanto en la calidad de vida como en el salario percibido por realizar el mismo trabajo".

Ricardo Villa Bellosta, Universidad de Santiago de Compostela: "Mi relación con Aragón es mínima, ya que siempre he estado en el exilio, científicamente hablando"
Ricardo Villa
Ricardo Villa
H. A.

También en Suecia, en este caso en Estocolmo, investiga el madrileño Leonardo Garma. Desde 2020 trabaja como 'posdoc' en el Instituto Karolinska, una universidad de Medicina con mucho prestigio a nivel internacional por sus proyectos de investigación en medicina, biomedicina y biología molecular. El suyo es un proyecto de investigación básica sobre la enfermedad de Parkinson, "investigamos cuáles son los cambios que induce la enfermedad a nivel molecular en las células del estriado, una región del cerebro involucrada en los síntomas motores del párquinson", explica. 

Su situación es también muy inestable: "He pasado los últimos cinco años concatenando contratos de un año, dos de ellos a través de becas por las que no he cotizado", concreta. Después de casi doce años viviendo fuera de España, le gustaría establecerse aquí, pero no sabe si va a ser compatible con continuar su carrera investigadora, así que en este momento se plantea incluso, si no hay más remedio, "cambiar de carrera con tal de poder volver".

Su colega Beatriz Martín lamenta que "se nos exige un esfuerzo de años en formación -fácilmente diez entre la carrera, máster, doctorado, cursos de especialización, etc.- para luego no poder acceder a puestos de trabajo remunerados en concordancia a nuestra capacitación o directamente no haber puestos a los que poder optar. Ya no te hablo de crear una familia cuando tu salario depende de proyectos o, en el caso de estar desplazado, el desarraigo que puedes llegar a tener tanto en tu país de origen como en el que te acoge". En su opinión, "es un sinsentido formar investigadores y no invertir en que puedan desarrollar su actividad laboral en España y beneficiarnos directamente". Lucía de Miguel pone su propio caso de ejemplo: "He tenido la oportunidad de estudiar toda mi vida, incluyendo el doctorado, mediante becas, y ahora los beneficios de mi trabajo se los lleva Suecia. Es como regar la raíz de una planta para después cortarle las hojas constantemente".

Ana Ruiz
Ana Ruiz
UCSF
Ana Ruiz Saenz, Erasmus Medical Center de Rotterdam (Países Bajos): "El problema no es la salida de talento, sino la falta de programas competitivos para el retorno"

Volver existe. Un preciado contrato Ramón y Cajal, con perspectiva real de estabilización, permitió al zaragozano Ricardo Villa Bellosta regresar del extranjero a España. Concretamente, al Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de la Universidad de Santiago de Compostela, donde dirige su propio grupo de investigación sobre los mecanismos moleculares que controlan la calcificación vascular en la pared de las arterias, en la progeria, el envejecimiento y los trastornos relacionados con la edad. Tras su paso por Estados Unidos, Madrid y Suiza, hubiera querido que su destino fuera Aragón, pero fue "frustrante comprobar la dejadez de las instituciones aragonesas, que no me respondieron ni favorable ni desfavorablemente".

Aunque echa de menos el cierzo, "a pesar de haber nacido, crecido y recibido formación aquí, mi relación con Aragón es mínima desde hace más de 10 años, ya que siempre he estado en el exilio, científicamente hablando". Desde hace tiempo, no suele regresar por Navidad, unas fechas que le parecen "el mejor momento para viajar y poder disfrutar de las maravillas del mundo".

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