La Torremocha de Calatayud ya cuenta con accesos para visitar el recinto amurallado
El Ayuntamiento ha destinado más de 243.000 euros a rehabilitar la fortaleza y las calles del entorno.
El recinto fortificado de la Torremocha de Calatayud ya es accesible. El Ayuntamiento bilbilitano ha destinado 57.000 euros, a través de la empresa Green Nature, a la adecuación de un sendero de 300 metros de distancia que mediante 50 escalones salva un desnivel de 50 metros para llegar hasta la cima de uno de los cinco cerros que domina la ciudad. Para darlo a conocer el Consistorio ha organizado cinco jornadas de visitas guiadas al monumento para los días 26 y 27 de noviembre y 8, 10 y 11 de diciembre en tres turnos: a las 11.00, 12.00 y 13.00.
Las plazas, 20 por cada sesión, se pueden reservar en la web municipal (http://calatayudparticipa.es/2022/11/18/visitas-guiadas-al-recinto-de-la-torre-mocha-2022/) y en la oficina de turismo. El sendero de acceso tiene una fuerte pendiente y no está adaptado a personas con movilidad reducida, aunque permite el ascenso sosegado. El paseo se estima en unos 50 minutos de duración.
Donado al Consistorio en 2011 por la familia García Abián, este espacio cuenta con 16.000 metros cuadrados de extensión que ofrecen unas panorámicas poco conocidas de la ciudad, para fotografiarlas y contemplarlas se han habilitado dos miradores en los que se detallan los principales monumentos de la ciudad y también referentes naturales como las sierras de Vicor, de Santa Cruz o el valle del Jiloca.
Junto a la puerta de acceso, en lo que se cree el cuerpo de guardia del complejo, se ha instalado un pequeño centro de interpretación sobre el entramado defensivo de la ciudad y sobre el tapial como técnica constructiva. El concejal de Urbanismo, José Manuel Gimeno, recordó que se han destinado cerca de 243.000 euros para la rehabilitar tanto la atalaya, los accesos y un tramo de muralla desde 2013.
"Es un recurso más para entender tanto los barrios como el conjunto fortificado", explicaba Gimeno. También detalló que la obra ha sido "compleja" por lo difícil de los accesos pero que es "totalmente reversible, con el visto bueno de Patrimonio, si se decidiera hacer otra cosa".
Una vez pasado el ciclo de visitas, el acceso quedará restringido y se gestionará a través de la oficina de turismo, de los guías turísticos y de varias asociaciones culturales y de vecinos. Santiago Cabello, como coordinador de la intervención y responsable de realizar los primeros recorridos, explicó la complejidad de acarrear los materiales de obra, que incluyen los soportes de dos miradores, varios bancos y la cartelería.
