Cuarenta personas denunciaron el año pasado haber sido víctimas de un delito de odio en Aragón. La cifra refrenda la tendencia al alza de este tipo de infracciones que atentan contra la libertad de los ciudadanos, después de que en 2019 se registraran 37 casos y en 2020, marcado por la pandemia, 25. Pero si algo destaca de los datos ofrecidos este lunes por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, es el notable incremento de los ataques contra la orientación sexual o la discriminación por género. La Comunidad ha pasado de registrar un único caso hace dos años a tener que investigar 17. El resto de denuncias se distribuyen entre 13 por motivos raciales, 6 por ideología, 1 por discriminación generacional y 3 infracciones administrativas.

“El panorama es preocupante”, ha reconocido el ministro, ya que la radiografía es similar en el conjunto del país. En concreto, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado investigaron el año pasado 1.802 denuncias por delitos de odio. Los ataques racistas fueron el principal motivo de denuncia, con 639 casos, lo que supone un incremento del 24% respecto a 2019. Pero le siguen de muy cerca las infracciones contra la identidad de género o sexual de las víctimas. En este apartado se registraron 573 casos, un 65,1% más.

Grande-Marlaska ha apuntado algunos motivos que explicarían este aumento de las denuncias por delitos vinculados a la orientación sexual de las víctimas. Por un lado, el ministro considera que los afectados cuentan con “más posibilidades reales y confianza” para acudir a una comisaría a poner los hechos en manos de las autoridades. Pero también porque “los discursos de odio contra determinados colectivos encienden la chispa para que otros lleven a cabo los delitos”.

En cambio, el balance anual de este tipo de infracciones arroja algunos datos positivos. Por un lado, descienden un 45% los delitos de odio por ideología, que alcanzaron sus cotas más altas en Cataluña durante los años duros del ‘procés’. Además, también mejora el índice de esclarecimiento de las denuncias. De las 1.802 investigadas, se resolvieron 1.133, el 62,8%. “Cada vez quedan menos impunes”, ha destacado el ministro.

No obstante, Grande-Marlaska también ha reconocido que se estima que el 80% de estas infracciones no se denuncia, un dato “alarmante” puesto que los delitos de odio “constituyen una grave amenaza para la sociedad y atentan contra los pilares básicos del estado de derecho”.

La mayoría, en Zaragoza

Respecto a su distribución territorial, la mayoría de las denuncias que se presentan en Aragón se ubican en comisarías de la provincia de Zaragoza, con 30 de los 40 casos de la Comunidad. Huesca suma 6 y Teruel 4.

En cuanto al perfil de las víctimas, la mayoría son hombres (63,8%) de entre 26 y 40 años (33%). Por nacionalidad, el 65% de los atacados fueron españoles frente a un 35% extranjeros, principalmente personas de origen marroquí y colombiano. Por contra, la Policía investigó el año pasado en el conjunto del país a 743 personas por delitos de odio, la inmensa mayoría hombres (81%).