La ríos Aragón, Arba, Segre y bajo Ebro, en situación de emergencia

La sequía deja el embalse de Yesa con solo 68 hm3, los de Oliana y Rialb con 42 hm3 y el de Mequinenza al 36 por ciento de su capacidad. 

El embalse de Yesa, bajo mínimos
El embalse de Yesa, bajo mínimos
Verónica Lacasa

Las cuencas de los ríos Aragón, Arba, Segre y el bajo Ebro están en situación de emergencia por la escasez de reservas en sus embalses, con Yesa con solo 68 hm3, 42 hm3 la suma de los embalses de Oliana y Rialb, en el bajo Ebro, con Mequinenza al 36 por ciento de su capacidad.

Así lo ha indicado este martes el jefe de Recursos de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Mario Carreras, quien ha advertido de que la reserva global de la cuenca del Ebro, con datos de este martes, es de poco más de 3.000 hm3, un 39 % de su capacidad, lo que supone un 14 por ciento menos que el año pasado y que el promedio de los últimos cinco.

Carreras ha explicado que último índice de sequía publicado, el de agosto, que engloba además junio y julio y que evalúa las precipitaciones y las aportaciones acumuladas durante los últimos tres meses en diversos puntos de la cuenca comparados con los valores estadísticos del resto de la serie, la práctica totalidad de la margen izquierda del Ebro, excepto en la cuenca del Zadorra, sufre una sequía prolongada prolongada, y en el caso de la margen derecha, esa situación solo se da las cuencas de los ríos Najerilla e Iregua, en La Rioja.

Además, a tenor del índice de escasez, que evalúa las reservas de los embalses para atender con garantías las demandas de los sistemas de explotación, la distribución ha sido heterogénea, con una situación muy diferente entre la margen derecha e izquierda, en este último caso con más deterioro hacia el este de la cuenca.

De este modo, están en estado de emergencia las cuencas de los ríos Aragón y Arbas, donde el embalse de Yesa dispone tan solo de 68 hm3, el 15 % de su capacidad, y también el Segre, donde la suma de volúmenes de los embalses de Oliana y Rialp es de 42 hm3, y en la cuenca del bajo Ebro, el embalse de Mequinenza esta al 36 %.

En una situación similar, en estado de alerta, están los ríos Gállego, con el embalse de Búbal-Lanuza disponen de 4 hm3; el Cinca, con el de Mediano al 15 %, y Noguera-Pallaresa, y algo más positiva, en prealerta, están la cabecera con el embalse del Ebro al 32 % y en el Noguera Ribargorzana, con los embalses de Canelles y de Santa Ana al 30 % y 42 %.

En estado de normalidad están en la margen izquierda las cuencas de los ríos Zadorra y Ésera, y en la margen derecha, prácticamente toda salvo el Najerilla e el Iregua.

Carreras ha destacado además las subcuencas comprendidas entre los ríos Aguasvivas y Matarraña, con porcentajes de llenado superiores al 70 por ciento, altos para esta época del año.

Ha comentado que el episodio de precipitaciones del 12 al 14 septiembre pasados fue generalizado en la demarcación con intensidades bastante moderadas y alguna significativa con 30 litros por meto cuadrado en las cabeceras del Segre, el Gállego y el Cinca, que ha tenido efectos positivos al permitir ralentizar el ritmo de vaciado de los embalses, reducir las demandas de los diferentes canales de los sistemas de explotación e incrementar las aportaciones y los caudales fluyentes en los ríos en la cuenca, aunque serán limitados y temporales, y en lo que resta de septiembre y en la primer quincena de octubre, cuando finaliza la campaña de riego, la tendencia es que la reserva siga siendo descendente.

En todo caso, ha hecho hincapié en que vez concluya la campaña, habrá una reducción significativa de los consumos, empezarán a aumentar las aportaciones y los episodios de precipitaciones serán más reiterados y se irán recuperando las reservas de los embalses de manera progresiva. 

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