Que los veranos cada vez son más duros en nuestro país es un hecho contrastado. Las olas de calor del último verano, máximas de récord prácticamente a diario y escenarios pocas veces vistos durante tanto tiempo han hecho que, desde hace un par de años, el mercado comenzase a fijarse también nuestras mascotas. 

Helados para perros -sí, helados-, arneses y mantas refrescantes, chalecos salvavidas, bebederos portátiles y un largo etcétera de productos se encuentran en algunos puntos de Zaragoza.

Uno de los pioneros en ofrecer helados para perros en la ciudad fue el Centro Clínico Veterinario San Miguel, que cuenta con sede en la calle Asalto, en Santa Isabel y Miralbueno. Este producto, como explica la veterinaria gerente del negocio, Rosario Gotor, llegó hace un par de años, poco después de que salieran al mercado. “La verdad es que tuvo bastante éxito”, recuerda.

Y aunque es conocido por la mayoría aquello de que “los perros no pueden comer dulce”, Gotor especifica: “Lo que no pueden es digerir parte de los azúcares como nosotros. Obviamente, este es un producto diseñado y pensado para ellos”. Y aunque se vende en versión perruna, la veterinaria asegura que a sus compañeros felinos también les apasionan estos refrescantes bocados.

Con forma de hueso 

“Al final no deja de ser un alimento en forma de helado -en este caso, en forma de hueso- cuyo objetivo principal es que se refresque en verano, aunque lo vendemos durante todo el año”, admite. Se trata de un helado 100% artesanal, que cuenta entre sus ingredientes con fresa, plátano, yogur natural, mantequilla de cacahuete, aceite de coco, canela y una pizca de miel. Su precio ronda los dos euros. Un producto que no deja de ser la excusa perfecta para recordar que, durante el verano, también hay que cuidar de nuestros compañeros animales.

En cuanto a su ingesta, la veterinaria asegura que no se recomiendan más dos por semana, y que se trata de una medida más a añadir al resto de pautas recomendadas por los expertos como evitar salir a pasear en horas de máximas temperaturas, que tengan siempre un lugar de resguardo, y, sobre todo, llevar siempre agua encima. “Existen bebederos portátiles que se han puesto muy de moda, con los que es importante ir ofreciéndoles agua de vez en cuando durante el paseo”, explica.

La ciudad se iba adaptando también a ellos, y al mismo tiempo que se aposentan como un miembro más de la familia, bares y establecimientos comenzaban a ofrecer a sus clientes bebederos con agua fresca nada más llegar a sus locales. Otro dato importante para el verano: hay que prestar atención a sus almohadillas. “Es una de las zonas más sensibles, y estamos teniendo casos de quemaduras en la zona plantar”, explica. Para eso también existen productos en el mercado como cremas protectoras específicas para ellos.

Los perros no sudan, jadean

Pero, ¿cómo saber si un perro está pasando calor, o incluso sufriendo una ola de calor? En este caso es fundamental observarlos: “Los perros no sudan, al no tener glándulas sudoríparas para intercambiar la temperatura, lo hacen a través del jadeo y la lengua”. Otro truco que se recomienda, sobre todo a las razas más susceptibles -como bulldogs o carlinos- es sacarlos mojados de casa. “O llevar una toalla húmeda encima, para prevenir un golpe de calor, que podría llegar a provocar la muerte del animal”, explica.

En los últimos años también se han fabricado otros complementos como arneses refrescantes, los cuales se pueden meter al congelador - aunque no es necesario- y, al colocarlos al animal, llegan a bajar su temperatura hasta 12 grados. Entre otros lugares donde podemos encontrarlos, se encuentra Superguau, empresa zaragozana fundada en 2010 y que vende accesorios para perros, gatos, peces, tortugas, conejos y aves. "Existen de frío y de calor, para el invierno. Cubren lomo y barriga y su precio oscila entre los 12 y los 60 euros dependiendo la marca, el modelo y el tamaño del animal", explica Patricia Tomás.

Y, ¿al llegar a casa? “Nada mejor que una manta o un cojín refrescante, en este caso para perros y gatos, cuyo precio va de los 9 a los 35 euros”, explica. Se trata de una esterilla rellena de gel refrigerante que se activa con el peso, en este caso, del animal. No es necesario aplicar frío, aunque meterlo en la nevera mejora su efecto, el cual puede durar entre 3 y 4 horas.

Chalecos salvavidas para perros

Estos no refrescan, pero también pueden salvar vidas. Otro producto estrella de los últimos veranos, junto a la crema solar -ideal para hocicos, y cuyo precio ronda los 12 euros-; son chalecos salvavidas para perros, cuyas condiciones de flotabilidad y visibilidad, así como la presencia de un asa de seguridad, pueden evitar ahogamientos y accidentes de este tipo. “De aquí a hace un par de años cada vez es más habitual llevar a nuestros perros a excursiones, rutas de senderismo o incluso barranquismo”, asegura. Su precio va de los 16 a los 52 euros.

Respecto a los helados para perros, Patricia Tomás afirma que los comenzaron a vender hace 5 años. "Sin embargo, ha sido este año en el que más hemos notado su éxito. Ha sido un escándalo", admite. En su caso, venden helados en tarrina y yogures: "Mucha gente opta por fabricar sus propios helados caseros", afirma.