Hacienda subastará pisos heredados de aragoneses que murieron sin testamento y que suman más de 2,3 millones de euros

La puja, que se celebrará antes de que acabe 2022, rescatará los 35 lotes que quedaron sin vender en 2021 y que se sumarán a los inmuebles recibidos este año.

Fachada del edificio Pignatelli, sede de la DGA donde trabaja las denunciantes y uno de los afectados.
Fachada del edificio Pignatelli, sede de la DGA donde trabaja las denunciantes y uno de los afectados.
José Miguel Marco

La Consejería de Hacienda del Gobierno de Aragón prepara una macrosubasta para dar salida a inmuebles heredados por la Administración. Figuran, entre ellos, los lotes a los que no se vendieron en la subasta que se organizó en septiembre del año pasado, 35 pisos, parcelas y fincas rústicas con un precio de salida total que supera los 2,3 millones de euros. A ellos se sumarán los que ha recibido la Comunidad en lo que va de año, que se incluirán en la misma puja, que se espera celebrar antes de que acabe el ejercicio. Los fondos recaudados se repartirán, a través de la Junta Distribuidora de Herencias, entre colectivos sociales que trabajan en Aragón.

Los técnicos de la dirección general de Patrimonio han empezado a preparar la puja, que se espera que se organizará, en esta ocasión, siguiendo el método tradicional, una vez que parece superada la pandemia. Entre los bienes incluidos, y que están ahora en venta directa, figuran varios pisos en Zaragoza capital, fincas rústicas, solares y locales comerciales. Todos están en Aragón salvo uno que es de Tarragona.

Los precios oscilan entre los 345.296 euros, en los que está tasado un solar en el camino de Juslibol, y los 466 euros de una parcela en el polígono ‘campillo’ de Bulbuente (Zaragoza). En la capital hay cinco pisos en venta, uno en San Pedro Nolasco, con un precio de salida de 229.458 euros, y otros en la calle Rioja (101.330), en San Miguel (217.290) y en la plaza de Jesús (104.845).

Figuran, todos ellos, entre los 35 lotes que quedaron desiertos en la subasta que se celebró el 22 de septiembre del año pasado, en la que se vendieron 37 inmuebles y fincas que permitieron recaudar 850.000 euros, que se repartieron entre organizaciones no gubernamentales. Se va a realizar, en los bienes que volverán a salir a licitación, una retasación para «ajustarlos a los precios de mercado», según informaron desde la Consejería de Hacienda.

La subasta de 2021 se vio marcada por las preferencias que dejó en los compradores la pandemia. "Siempre que hay una puja y se quedan bienes sin adjudicar, se refleja por qué camino va la sociedad", aclararon. Así se entiende que nadie optara a pisos céntricos en Zaragoza capital que, a pesar de necesitar una profunda rehabilitación, salían a la venta a precios ajustados. Los participantes en la subasta optaron, en aquella ocasión, por pisos con terrazas muy grande o con jardín. Se vio también en las propiedades que salieron adelante en el medio rural donde, en anteriores ocasiones, no había pujas y esta vez se situaron entre lo más demandado.

En la provincia de Zaragoza hay, además de los cinco pisos en la capital, casas en Alarba, Magallón, Monegrillo y Vierlas. Figuran, también, locales comerciales en el barrio de San José, solares en el Rabal, Bulbuente, Novillas y Pedrola, y varias fincas rústicas en Bulbuente, Magallón, Pedrola y Villarroya de la Sierra, con precios que oscilan entre los 9.000 euros y los 466.

En la provincia de Huesca, se vende un piso con aparcamiento en Binéfar valorado en 96.000 euros, una vivienda en Jaca por 176.400 euros, una casa con corral en Peralta de la Sal y dos locales en Jaca. De Teruel solo hay una casa en Castelserás y una finca rústica en Albarracín.

El Gobierno de Aragón intenta todos los años convocar al menos una subasta para poder liquidar los bienes heredados y derivar el dinero con celeridad a las entidades sociales. Pero los trámites llevan su tiempo porque localizar a posibles herederos requiere un largo proceso.

En 2020, a consecuencia de la covid, no hubo subastas, y en 2021 la pandemia condicionó el procedimiento. Las pujas podían ser presenciales y se admitían, también, ofertas telemáticas, aunque en este último caso solo se permitía una propuesta. No se anunció el lugar donde se iba a celebrar la subasta hasta que, dos días antes de la cita, se tuvo constancia del interés que había despertado y de las características que debía reunir la sala. Para participar en la puja, los interesados debían consignar con carácter previo una fianza por el 25% del tipo inicial de salida de cada lote al que querían aspirar.

Todo apunta a que la subasta que prepara Hacienda para finales de año se desarrollará por el método tradicional. Los 35 bienes que quedaron desiertos en la puja anterior permanecen desde entonces, y por el plazo de un año, sujetos a un proceso de venta directa. Y así seguirán hasta que se dé a conocer la fecha de la nueva subasta donde saldrán a licitación junto a los bienes que continúa heredando la DGA.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión