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La fiebre de las bodas: se acabaron las esperas, los tres platos y la sobriedad

Entre enero y junio se han celebrado ya 1.347 bodas en Zaragoza, según el Registro Civil, apenas 200 menos que en todo 2019.

Las bodas se duplican en Aragón. El Registro Civil inscribe a 1.347 ceremonias entre enero y junio.
Las bodas se duplican en Aragón. El Registro Civil inscribe a 1.347 ceremonias entre enero y junio.
EstherCasas

Las datos de las bodas celebradas en lo que va de año y lo que queda hasta diciembre pueden romper los últimos registros porque entre enero y junio ya se han realizado 1.347 en la provincia de Zaragoza, según los datos facilitado por el Registro Civil, y con ese dato casi alcanza las 1.564 inscripciones que se hicieron en el año 2019, antes de la llegada de la pandemia.

Al comparar estas celebraciones con lo que ocurrió en los años 2020 y 2021, aunque los ciudadanos intentaron evitar los efectos del covid solo se realizaron 1.019 bodas en 2020, mientras que el año pasado ya empezaron a recuperarse a pesar de las incomodidades que tenían con las mascarillas y que los asistentes estaban limitados: llegaron hasta 1.820.

El juez decano de los Juzgados de Zaragoza, Roberto Esteban, reconoce que en el edificio Fueros de Aragón de la Expo, donde está situado el Registro Civil y la sala de las celebraciones de las bodas, están dando unas cifras muy altas de ocupación. Hay veinte parejas que acuden los viernes de cada semana y llenan el lugar, donde el juez les lee los tres artículos del Código Civil (66, 67 y 68) relacionados con la relación del marido y la mujer.

[14:43] Iban Santos Muñoz

La celebración en el Registro Civil concluye bastante rápido. “Tienen 10 minutos para acabar cada acto”, precisa el juez decano. Aun así, reconoce que hay bastantes contrayentes que han optado en los últimos años por casarse en las notarías por su “agilidad”.

La vicedecana del Colegio de Notarios de Aragón, Teresa Cruz Gisbert, sostiene que “ha aumentado el número de personas que quieren casarse en las notarías porque no tienen que esperar meses para la boda y en una semana ya están casados”. De hecho, señala que incluso en los dos años de la pandemia ya recibieron a 235 parejas en 2020 y 594 en 2021, en las 90 notarías de Aragón (en la capital de Zaragoza hay 34).

En lo que va de año, la vicedecana sumaba este jueves la boda 467 en lo que va de 2022 y ese dato apunta a un gran aumento de enlaces en las notarías respecto a los dos años anteriores.

“A las notarías vienen los que quieren hacer una boda civil, no religiosa, y tienen prisa porque no quieren esperar hasta un año, que es el tiempo con que les citan en el Registro Civil”, precisa la notaria Teresa Cruz.

Un trabajador del Colegio de Notarios de Aragón relata casos recientes como una pareja que se iba a vivir a Suecia e iban a tener un hijo, pero no podían esperar las citas que les daban en el Ayuntamiento de Zaragoza o en el Registro Civil. Los notarios confieren a la ceremonia una cierta solemnidad, según los contrayentes, y por eso se está notando el incremento en sus cifras.

Hay varios tipos de celebración notarial: un matrimonio simple (se paga entre 120 y 150 euros), se pactan capitulaciones (cuestan unos 70 euros más) o incluye una expediente matrimonial (se pagan unos 300 euros).

Las bodas de Aragón se han duplicado en los seis meses trascurridos. En el Registro Civil se han inscrito 1.347 bodas.
Las bodas de Aragón se han duplicado en los seis meses trascurridos. En el Registro Civil se han inscrito 1.347 bodas.
Esther Casas 

Se triplican las bodas en la iglesia de Santa Engracia 

Las bodas religiosas han superado la pandemia con unas cifras que este año están sorprendiendo en lugares como la parroquia de Santa Engracia. El sacerdote Santiago Aparicio detalla que si la media anual era casar entre 30 y 40 parejas antes de la pandemia, en 2020 y 2021 bajaron hasta 25 con gente que no podía retrasar el matrimonio, pero en lo que va de 2022 han triplicado las cifras subiendo hasta 100 al año.

Cada boda en esta céntrica iglesia de Zaragoza suele costar alrededor de 430 euros, como aparece en su página web, dinero que se invierte en cubrir los gastos de luz, personal, organista y ayuda a la acción social. El éxito de este templo como imán casamentero radica en su ubicación, pero también ha influido la nueva plaza peatonal, que permite que los invitados se esponjen y da mucho más juego para las fotos.

“Dedicamos los viernes y sábados de cada semana a las bodas. Lo normal es que sean tres, pero hemos llegado a cinco por semana. Tenemos los meses de septiembre y octubre llenos, como los de mayo y junio del año que viene, con gente que se ha apuntado ya desde julio a octubre”, apunta Santiago Aparicio, sorprendido de esta evolución al comparar estos datos con los registrados en años anteriores.

Aun así, tiene claro que si entran en la historia del templo inaugurado en 1899 hubo años del siglo XX en los que se realizaban más bodas que después de la pandemia, aunque el párroco apunta que de la iglesia de Santa Engracia han crecido unas 50 parroquias.

Esta tendencia no se nota de la misma manera en la basílica del Pilar, donde van a contabilizar 26 celebraciones matrimoniales entre enero y agosto, o en La Seo, que suman 14. El deán del Cabildo Metropolitano de Zaragoza, Joaquín Aguilar, señala que los dos años de la pandemia se notaron mucho, sobre todo en 2020, pero en 2021 ya empezaron a crecer.

Fuentes del Arzobispado de Zaragoza han aportado los datos de las bodas de la diócesis que se celebraron en 2019, con 741 matrimonios; 228 bodas, en 2020; y 592, en 2021.

Aunque el juez decano Roberto Esteban recuerda que la proporción de las celebraciones civiles y religiosa estaba en un 50%, la urgencia de los últimos meses como consecuencia del covid ha influido en que los zaragozanos se hayan decantado en favor de la vía civil.

Aun así, estas celebraciones corresponden a la zona del Arzobispado de Zaragoza, que incluye la provincia zaragozana, menos las Altas Cinco Villas que dependen del obispado de Jaca y la zona oeste de la parte del obispado de Tarazona, y la parte del Bajo Aragón y el Matarraña, de la provincia de Teruel.

https://www.instagram.com/floristeria_lunadherreiz/?hl=es

Las flores especializadas para matrimonios 

El aumento de las celebraciones matrimoniales, tanto civiles como religiosas, ha provocado que algunos empresarios de floristería hayan decidido especializarse en estas ceremonias, que promocionan  a través de Instagram. Este es el caso de Ángel Simarro y Rosa Lahoz, que llevan nueve años en este sector y han notado los beneficios en los últimos meses. Solo entre abril, mayo y junio han trabajado para veinte parejas que se han casado.

“Tenemos encargos hasta el año que viene y hemos pasado un mes de junio desbordados”, reconoce Simarro, quien describe como el encargo habitual las flores de hortensia, con una parte verde de eucalipto y olivo, o el más especial de rosas con plumeros.

Hay encargos desde 800 hasta 2.700 euros, pero hay alguna especial de 3.500. Si vamos a la iglesia podemos hacer un doble uso de las flores que se llevan luego al restaurante, pero también nos encargan decoraciones para fincas como el Soto de Bruil, donde fuimos para una boda de un norteamericano y su pareja, que trabajaba en Estados Unidos pero se sentían muy bien en Zaragoza”, agrega el comerciante de flores.

Aunque su negocio incluía una tienda al público, la especialización los ha reconvertido. Ahora establecen citas previas para los clientes que les han conocido en Instagram y quiere ver sus creaciones en la tienda. “Hay algunos que han suspendido la boda dos veces como unos de Samper de Calanda por la pandemia, pero mantenemos los encargos”, indica Ángel Simarro, natural de Utebo.

Este fin de semana tiene que desdoblarse con un colega para llevar flores para una boda en Santa Engracia y otras para un enlace en el municipio pirenaico de Puente la Reina de Jaca. Así que tendrá que madrugar para llegar a tiempo y montar todas las flores.

Las bodas se duplican en Aragón en lo que llevamos de año. El Registro Civil de enero a junio llevamos 1.347 celebraciones.
Las bodas se duplican en Aragón en lo que llevamos de año. El Registro Civil de enero a junio llevamos 1.347 celebraciones.
Esther Casas 

Las fotografías, de oca a oca durante la celebración  

Como ocurre con los floristas, muchos fotógrafos aragoneses han elegido estas celebraciones para centrarse en su trabajo en inmortalizar las imágenes de la boda, el restaurante, los regalos y hasta la discomóvil donde acaba la larga fiesta de estos días para los recién casados y sus familiares. “Somos unos 25 fotógrafos de boda los miembros de una asociación, pero si contamos con los veteranos podemos ser 50 y hasta 100”, indica la fotógrafa Esther Casas, quien lleva diez bodas en lo que va de año, unidas a las graduaciones o las comuniones como parte de su dedicación profesional.

La fotógrafa destaca que sus compañero Víctor Lax y su pareja Erika se han convertido en “el mejor fotógrafo del mundo” al ganar un premio para este tipo de imágenes de las parejas cuando se casaban, o Pedro Etura y Carlos Santana, que ofrecen trabajos muy singulares para los matrimonios que pueden rondar los 3.000 euros.

Las bodas se duplican en Aragón en lo que llevamos de año. El Registro Civil de enero a junio llevamos 1.347 celebraciones.
Las bodas se duplican en Aragón en lo que llevamos de año. El Registro Civil de enero a junio llevamos 1.347 celebraciones.
EstherCasas

“Una boda suele costar unos 1.500 euros porque te lleva todo el día e incluye las imágenes y el photocoll, pero si se incluye un vídeo puede salir por 2.500”, apunta Esther Casas, una brillante fotógrafa que también se ocupa, entre otros trabajos, de la imagen de los partidos de baloncesto para la ACB del equipo Casademont que juega en el pabellón Príncipe Felipe.

Casas detalla que de las diez bodas que ha hecho este año, en siete casos se trataba de separados y eran segundos matrimonios porque además cada uno solía aportaba sus hijos. Ha ido a la iglesia de Santa Engracia, a una finca o al Registro Civil. “He estado en algunas fincas donde se llega a contratar orquestas, otros llegan con un coche limusina y tienen maestros de ceremonia… Hay bodas que han disparado los gastos y otras se han abaratado”, indica.

Las bodas se duplican en Aragón. El Registro Civil inscribe a 1.347 ceremonias entre enero y junio.
Las bodas se duplican en Aragón. El Registro Civil inscribe a 1.347 ceremonias entre enero y junio.
Jaime Oriz- Grupo Cachirulo

El Cachirulo recupera las 400 bodas al año 

Esther Casas conoce bien el mercado de los restaurantes de bodas en Zaragoza, que está liderado por el histórico Cachirulo, al que le siguen otros como la Bastilla, el Aura o Torreluna. Para el gerente del Cachirulo, Ángel López, los dos años del covid han sido muy duros: “Creo que tardaremos en recuperarnos de lo vivido hasta dentro de cinco años”, destaca el gerente.

Aun así, las cifras de este año le permite asegurar que van a volver a recibir entre 350 y 400 bodas en todos sus negocios con las bodas que se ofrecen los viernes, sábado y domingo. El negocio estrella es el restaurante Cachirulo, en la carretera de Logroño, donde puede llegar a dar la mayor parte de las hasta quince bodas en un solo fin de semana que puede ofrecer todo el grupo, pero además tienen otros lugares como las fincas de La Hiedra o la de Sansui (esta última en Villanueva de Gállego), el palacio de Larrinaga o el Espacio Ebro.

Las bodas se duplican en Aragón. El Registro Civil inscribe a 1.347 ceremonias entre enero y junio.
Las bodas se duplican en Aragón. El Registro Civil inscribe a 1.347 ceremonias entre enero y junio.
Alfredo Bravo-Grupo Cachirulo

“Las bodas suelen tener unos 150 invitados, aunque este año ya hemos tenido dos de 400 y una de 300”, detalla Ángel López, quien resalta que ha habido “muy pocas” cancelaciones. Llegar hasta las 400 bodas tiene claro que es el camino para la recuperación de la economía. “Los meses habituales son de abril a octubre con la temperatura alta. Aunque este año se casan en agosto más que otros”, incide.

Desde luego, lo que tiene claro el gerente de Cachirulo es que necesitan “ver la luz” con estas cifras de matrimonios para superar los dos años anteriores paulatinamente. Ahora lo que ya no se lleva son el menú de los tres platos, los recién casados piden una carta de menús, con cóctel y bufet, junto a las flores y la decoración.

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