‘Cuida tu presente’. Este es el mensaje que recibe al visitante cuando llega a la nueva sede de la Asociación de Trastornos Depresivos de Aragón (AFDA) que abrió sus puertas hace unas semanas. Unas modernas y espaciosas instalaciones en las que un total de 32 psicólogos, junto con otros profesionales del mundo de la salud, como neuropsicólogos y psiquiatras, atienden, al mes, a más de 1.700 personas aquejadas de problemas relacionados con la salud anímica y emocional.

Una cifra que al año supera las 16.000 consultas sobre temas tan variados como la ansiedad, la salud emocional, el estrés, las dificultades adaptativas y, sobre todo, la depresión, uno de los problemas de salud mental más comunes y serios a los que se enfrenta la población hoy en día. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la depresión es la segunda causa de incapacidad en el mundo.

Y para dar respuestas a estos problemas, AFDA, entidad que surgió hace más de 20 años, y que cuenta con más de 1.900 socios, trabaja con proyectos interdisciplinares, que atienden las necesidades de los asociados y sus familiares gracias al trabajo de profesionales de diferentes disciplinas sanitarias.

"Nuestro reto siempre ha sido mejorar la salud anímica y emocional de la población, así como fomentar el bienestar y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y sus familiares. Y lo hacemos desde un enfoque comunitario y accesible económicamente», apunta Javier Mediel Cobo, coordinador general de AFDA.

Tres centros de atención

En la actualidad, la asociación cuenta con tres centros de servicios integrados en Zaragoza, Huesca y Teruel y en todos ellos se trata a las personas a las que atiende de manera totalmente individualizada, con sesiones de acogida en las que, inicialmente, se les plantean las posibilidades que tienen para mejorar su problema y lograr el bienestar físico y emocional. Después, conforme avanza la terapia, pueden participar en grupos de apoyo con los que se consigue un tratamiento más integral de la ansiedad, depresión y otras dolencias.

Por eso, no resulta extraño que en la salita de espera del nuevo centro, los pacientes hablen entre ellos y comenten sus impresiones sobre los diferentes programas y grupos de terapia con los que cuenta y con los que intentan encontrar la solución a muchas de sus preguntas emocionales.

"Cuando arrancamos el proyecto, el perfil del paciente era mujer, de 50 años y con episodios recurrentes, pero en los últimos años se ha incrementado considerablemente el número de adolescentes e incluso niños que acuden a terapia. Para ellos, contamos con programas muy especializados", explica Mediel.

Y todo ello sin olvidarse de sus principios fundacionales: la universalidad, con la que consiguen poner en marcha tratamientos psicoterapéuticos accesibles y asequibles a toda la ciudadanía; la participación, el mejor método para mejorar la atención y tratamientos; y la solidaridad, creando grupos de interés para promover el apoyo y aprendizaje mutuos.

Más información de AFDA en: www.asociacionafda.com