FIMA reúne a 900 expositores en una edición marcada por la covid y la guerra de Ucrania
El conflicto bélico dificultará la presencia de firmas con sede en los territorios en conflicto e incluso países del entorno.
La Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA) tendría que haberse celebrado la pasada semana -estaba prevista entre el 8 y el 12 de febrero-, pero la explosión de casos de covid por la variante omicrón hizo que la institución ferial y el comité organizador decidieran a finales del pasado mes de diciembre aplazar dos meses la celebración del certamen ante las incertidumbres internacionales que volvía entonces a generar la pandemia.
Pero, pese a todas las dificultades y aunque otros certámenes similares como el que se celebra en Alemania han terminado por suspenderse, FIMA abrirá sus puertas entre el 26 al 30 de abril al recinto ferial de la capital aragonesa, donde ya "se han vendido y reconfirmado" 60.000 metros cuadrados de superficie interior que estará ocupada por los expositores de 900 marcas, tanto nacionales como internacionales, explicó el presidente de la Feria de Zaragoza, Manuel Teruel.
No son las cifras de la pasada edición -celebrada en febrero de 2020, apenas quince días antes de que se decretara el estado de alarma-, en las que FIMA batió todos sus récords en cuanto a expositores y superficies -más de 1.650 y 163.500 metros cuadrados ocupados-, y visitantes -237.000 profesionales-. "Es más pequeña, sin duda, pero también son grandes cifras y sigue siendo una señora feria", recalcó Teruel, que reconoció que los efectos de la pandemia -que todavía se dejan sentir-, el conflicto bélico y la crisis de las materias primas sobrevuelan sobre la 42 edición de este certamen internacional de referencia.
"El efecto de la variante ómicron ha hecho mucho daño y todavía hay empresas que no tienen en su ideario la presencia en feria internacionales", apuntó Teruel, que reconoce que "aún hay mucha gente que tiene miedo a desplazarse, a subirse a un avión o un tren, a alojarse en un hotel, o a participar en actos concurridos".
A eso se suma ahora el impacto de la invasión de Ucrania por Rusia, "que podría afectar a los movimientos de los países del entorno e incluso a algunas firmas de la zona que indudablemente no podría acudir", explicó el máximo responsable de la institución ferial aragonesa, que reconoció que todavía es pronto para evaluar "el efecto Ucrania" en la celebración de FIMA. A todo ello se suma la reticencia de algunos expositores a acudir a los certámenes por si debido a la crisis de los microchips para la industria, ya que les preocupa cerrar operaciones en plazos que no puedan cumplir. De todas maneras, Teruel está convencido de que FIMA será una gran feria, que atraerá a un gran número de visitantes, que cuenta con un potente programa congresual, más de 32 misiones comerciales y un amplio catálogo de innovaciones, como demuestran las 11 novedades técnicas premiadas este año.
