Teodoro Corchero es el presidente del Consejo de las Personas Mayores (Coapema) de Aragón. Por su cargo viaja frecuentemente desde Teruel, donde reside, a Zaragoza y el encarecimiento de los carburantes lo percibe en este trayecto.

"Si en cualquier economía familiar un alza de precios supone un golpe, en una pensión baja, como la que cobran muchos jubilados, supone un auténtico desastre, que es lo que está ocurriendo ahora", asegura. Él no es beneficiario de un bono social eléctrico, pero asegura que los incrementos han superado incluso los descuentos regulados. En Aragón cerca de 2.500 pensionistas se aprovechan de estas rebajas de la factura eléctrica para colectivos vulnerables. Considera que el Gobierno tiene que plantearse la urgente revisión de esta medida ante una escalada de la luz que supera con creces estas ayudas.

La polémica petición del Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, de reducir el uso de la calefacción en los hogares le parece una "medida de andar por casa". Espera que los gobernantes tengan "más altas miras" y se adopten medidas para hacer frente a la situación.

En la cesta de la compra, asegura, el alza más "acusada", junto al aceite de girasol, lo ha percibido en las carnes. "Supongo que como efecto de la falta de cereales por la guerra de Ucrania", dice. Critica que se encarezca el aceite de girasol "cuando el que compramos debe estar almacenado de antes de la invasión". El precio de la diaria barra de pan, de momento, sigue siendo el mismo. Corchero recuerda que la inflación y la incertidumbre añadida por una guerra a las puertas de Europa llegan "después de una situación económica no precisamente boyante".