La paciencia de Javier Lambán está a punto de agotarse. El presidente de la DGA asegura que no está dispuesto a aceptar que la Generalitat mantenga el planteamiento «supremacista y excluyente» que le lleva a liderar la candidatura conjunta para acoger los Juegos de Invierno de 2030, relegando a Aragón a ser una mera «comparsa». Reclama, por ello, al Gobierno de Pedro Sánchez que ponga las cartas encima de la mesa y que exija a Pere Aragonès que deje claro cuál es su posicionamiento. Si la Generalitat mantiene su «pertinaz desprecio hacia Aragón», Lambán ofrecerá su «propia alternativa» para los Juegos.

El barón socialista acusa al gobierno de Pere Aragonès de ser «incapaz» de asumir las reglas del juego; unas normas que dictarían que la candidatura conjunta entre las dos autonomías es un proyecto de Estado liderado por el Comité Olímpico Español. El último conflicto, en el que ahora están inmersos, tiene su origen en el nombramiento de la exesquiadora Mònica Bosch de forma unilateral como coordinadora del proyecto y en el uso, otra vez, en un comunicado oficial de la Consejería de Presidencia de Laura Vilagrà, de la denominación Pirineus Barcelona 2030.

Lambán aseguró que Aragón, asumiendo las reglas del juego, le hará un planteamiento al COE y al Gobierno de España teniendo en cuenta también instalaciones del Pirineo catalán. En varias ocasiones se ha mostrado partidaria la síndica del Valle de Arán, María Vergés, de que la candidatura olímpica entre Aragón y Cataluña se desarrolle de forma conjunta y «en pie de igualdad». No ofreció Lambán más detalles sobre cuál podría ser la alternativa aragonesa para mantener vivo el proyecto.

Sin reunión en La Palma

Aunque hoy se verá con Pedro Sánchez y con Pere Aragonès en La Palma, donde tendrá lugar la XXVI Conferencia de Presidentes, a la que esta vez sí acude el catalán, Lambán no tiene previsto poner los problemas que atraviesa la candidatura a los Juegos de 2030 encima de mesa. «Me parece que con la gravedad de la situación que atraviesan España y Europa con la agenda absolutamente dominada por la crisis de Ucrania no entendería nadie que ni Cataluña ni nosotros introdujéramos este asunto», explicó. Confía, por tanto, en que se aborde el problema a partir del lunes.

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Es tal el hartazgo de Lambán por esa situación que aseguró que en su caso ya no va a hacer «ningún gesto de aproximación o de alejamiento de Cataluña». Con la «pertinaz obstrucción» a mantener con Aragón una relación de igual a igual, da esta fórmula por «agotada» y exige que sea el Gobierno de España el que «ponga las cartas sobre la mesa y aclare las posiciones».

Aunque no se niega a reunirse con nadie, no está previsto que se encuentre hoy con Aragonès y no va a hacer nada por forzarlo porque estima que sería una reunión «improductiva». «Cataluña ha practicado tanto la lucha escocesa, con frenazos y acelerones, nos ha confundido tanto, que ya no es un socio fiable», reconoció el presidente de la DGA. Tiende a pensar, además, que Cataluña «no quiere» que se celebren unos juegos olímpicos. En su opinión, «toda la estrategia dilatoria de equívocos y desprecios a Aragón tiende a enmascarar su incapacidad para conseguir un consenso y hacer unos Juegos Olímpicos».

Cómo reconducir la situación

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Para conducir la situación, si es que aún es posible, el también secretario general del PSOE-Aragón explicó que Gobierno de Sánchez debería pedir a todos los implicados que hablaran con «absoluta claridad». Porque desde la DGA no se van a dar más márgenes de confianza, ni se darán por buenas «explicaciones a medias tintas y a medias palabras». Esa fase, reconoció Lambán, ya ha finalizado y a partir de ahora quiere enfrentarse a «hechos consumados» para saber a qué atenerse y si Cataluña quiere hacer unos Juegos compartidos con Aragón, la «única» forma de que haya olimpiadas en 2030, o si sus planteamientos son distintos.

La candidatura conjunta para albergar los Juegos de 2030 suscita en Aragón un amplio consenso. De los 67 diputados que hay en las Cortes, 58 están a favor, cinco no lo tienen claro y solo cuatro, los de CHA e IU, se posicionan en contra. «Hay una unanimidad política y social abrumadora a favor», expuso Lambán.

No está tan claro el apoyo real en Cataluña a este proyecto de Estado. Y eso que a nivel técnico, según confirmó el presidente del COE, Alejandro Blanco, el pasado 17 de febrero en su última visita a Aragón, se habían registrado importantes avances. Durante el último mes se habían celebrado reuniones técnicas en las que, a pesar de alguna pequeña diferencia, nada hacía presagiar que Cataluña retomaría su intención de liderar la candidatura relegando a Aragón a un segundo plano y recuperaría el nombre Pirineus Barcelona 2030, que fue el primer foco del conflicto. Aunque no el único. Volvió a tensionar la situación la consejera Vilagrà, que defendió con fervor que Cataluña liderara la candidatura y llegó, después, el polémico encuentro que Lambán suspendió ‘in extremis’ porque Aragonès se negó a comparecer tras la cumbre de Balaguer (Lérida) junto a él.