Caravana humanitaria de Tarazona rumbo a Polonia con toneladas de solidaridad

Nueve furgonetas y tres camiones con ropa, alimentos y medicinas salieron este miércoles y volverán con 56 refugiados ucranianos.

Minutos previos a la salida del convoy desde Tarazona.

El pasado viernes, un vecino de Tarazona, Miguel Taus, se planteó cómo podía aportar su granito de arena ante la crisis humanitaria que asola Ucrania y que obliga a que miles de personas hayan tenido que salir de su país huyendo de la guerra. Decidió pasar de la idea a la práctica y emprender un viaje hasta Polonia con una furgoneta para llevar ropa, medicamentos o alimentos y, a su vuelta, traer algún refugiado. Para poner en marcha este ambicioso proyecto contactó con el turiasonense Ignacio Albericio. Y en el camino hasta hacerlo realidad ha conseguido implicar a distintas empresas y particulares de la ciudad para preparar un viaje para llevar materiales de primera necesidad a los refugiados de los campos limítrofes a las fronteras de Ucrania. Lo que no podía imaginar es que solo cinco días después hayan salido ya rumbo a su destino con tres camiones y nueve furgonetas con todo tipo de productos y que está previsto que regresen con 56 mujeres y niños refugiados.

En esta misión se han volcado Tarazona y localidades de la comarca así como otros municipios próximos, y ha contado también con la colaboración municipal. Los refugiados se alojarán en el Seminario, gracias a un acuerdo que ha alcanzado el Obispado y el Ayuntamiento para poner este equipamiento a disposición de familias o personas desplazadas por la guerra de Ucrania. Pero, hasta que estas personas lleguen a Tarazona, queda por delante un largo trayecto que iniciaron este miércoles al mediodía, con nervios, mucha emoción contenida y también cierta incertidumbre.

Algunos voluntarios organizan ropa y calzado.
Algunos voluntarios organizan ropa y calzado.
HA

Los organizadores cuentan que, desde el pasado viernes, sus móviles no han parado de sonar para ofrecer ayuda. El Ayuntamiento cedió el recinto ferial para almacenar todo el material donado por los vecinos. Primero, se estableció un horario durante el fin de semana, que después, viendo la abrumadora respuesta, se amplió también el lunes y el martes. Más de 100 voluntarios se han encargado durante este tiempo de recoger, clasificar y ordenar las prendas de ropa recibidas, así como los alimentos o material farmacéutico. Un ingente trabajo que ha desbordado todas las previsiones. Los vecinos han acudido durante estos días con sus donaciones. La ropa, por ejemplo, se ha ordenado por categorías y se ha etiquetado por sacos para facilitar su reparto.

En total, han logrado reunir 22 toneladas de ropa, 60 de alimentos, más de 2.000 kilos de medicamentos y unos 30.000 euros en una cuenta habilitada en el Banco Santander, donde se formalizaban los ingresos con el concepto ‘Ayuda Humanitaria a Ucrania’. Tras recoger cientos de prendas de vestir, informaron a través de las redes sociales de la necesidad de recibir alimentos envasados para consumo directo, pañales para niños y ancianos, toallitas, medicamentos o aportaciones económicas. Este miércoles a primera hora de la mañana cargaron ya el primer camión de ayuda humanitaria en el recinto ferial con todo tipo de productos de alimentación. A este es suma otro que partió desde Tudela. A media mañana, alumnos del instituto colaboraban también para cargar los sacos y cajas en otro vehículo de gran capacidad con más material. Taus recuerda que contactaron con el chef José Andrés para la recepción de los productos de alimentación: "Se quedaron sorprendidos, porque era la primera vez que una iniciativa privada les mandaba un cargamento".

Traslado del material desde el recinto ferial a los vehículos.
Traslado del material desde el recinto ferial a los vehículos.
HA

Estos últimos días han sido muy intensos para clasificar el material aportado por los vecinos, preparar la logística, ultimar los trámites y organizar el viaje. "Esto solo acaba de empezar", aseguraban este miércoles horas antes de emprender esta aventura: "Nuestra idea es montar una plataforma Tarazona-Polonia para poder seguir acogiendo a gente". En las furgonetas que partieron este miércoles, traerán de vuelta a todos los refugiados que caben en ellas. Para el viaje de ida han previsto en torno a tres días, gracias a la ayuda de 18 chóferes voluntarios, que se irán turnando al volante durante el recorrido. "Nosotros dormiremos en las furgonetas", pero la vuelta será algo más compleja, porque "al regresar con mujeres y niños tenemos que proporcionarles un alojamiento adecuado, garantizando su alimentación y descanso". Para ello, se ha habilitado un centro logístico con personal voluntario desde Tarazona que se encargará de gestionar las reservas de hoteles o albergues durante el trayecto: "Nos han recomendado que cuando lleguemos allí y recojamos a la gente no estemos ni un minuto y emprendamos rápidamente el viaje de regreso".

Miguel e Ignacio, que ponen voz a las muchas personas que se han implicado con este proyecto, reconocen estar "emocionados" ante este reto. "Sabemos que vamos muy asistidos y también llevamos una furgoneta de apoyo, cargada de herramientas, cadenas, material humanitario". Está todo "muy organizado": "Estamos muy agradecidos por todo el apoyo recibido".

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