En Ringo Válvulas, fabricante de válvulas para centrales de producción eléctrica con instalaciones en el polígono zaragozano de Empresarium, siguen muy atentamente todo lo relacionado con el conflicto bélico de Ucrania y sus consecuencias, en particular las relacionas con la actividad económica en Rusia. «Es un mercado importante para nosotros, no el más grande, pero sí uno en el que estamos desde hace años y en el que tenemos contratos en vigor», señala José Manuel García, director general de la compañía, que forma parte del grupo alemán Samson AG.

Ringo Válvulas, en concreto, tiene tres proyectos de envío de piezas a Rusia, uno para una central ubicada en territorio de ese mismo país, y dos como proveedor de componentes para centrales que compañías rusas construyen en Turquía y en la India. Cada uno de los proyectos está en una fase diferente, indica García, de modo que las afecciones derivadas de la guerra serán distintas en cada caso. «Lo que hemos enviado lo hemos cobrado todo», precisa.

La incertidumbre es mayúscula en un momento como este, reconoce el director general de Ringo Válvulas. «No sabemos lo que va a ocurrir, aunque ya se dijo que de las sanciones impuestas desde Europea están exentos todos los contratos anteriores al 24 de febrero», indica. «El entorno es cambiante, estamos viendo cómo manejar esto, dependerá de si hay más sanciones a Rusia, si luego hay contrasanciones rusas a países de la UE y qué ocurrirá en lo que respecta a las transacciones bancarias», añade.

Rusia, incide García, es un mercado importante para Ringo como fabricante de bienes de equipo por el tamaño del país, lo que no ocurre con Ucrania, donde apenas ha tenido actividad. La empresa aragonesa facturó en 2021 unos 50 millones de euros, cifra similar a la de 2020.