"Es necesario coordinar la salud humana y la animal como una sola"
Las enfermedades que se transmiten entre humanos y animales están experimentando un repunte entre algunas que remitían por causas como los viajes, cierto tipo de ganadería o el cambio climático,
Ante el número de enfermedades emergentes producidas por patógenos cuyo reservorio es un animal, la catedrática emérita de Parasitología y Enfermedades Parasitarias (área Sanidad animal) en la Universidad de Zaragoza, Caridad Sánchez Acedo, ha subrayado la necesidad de coordinar la salud humana y la animal como una sola, lo que se denomina 'One health'.
Así lo ha explicado con motivo de la conferencia 'Globalización y enfermedades emergentes compartidas entre los animales y el hombre' que ha pronunciado esta tarde en el Paraninfo de Zaragoza, centrada en las zoonosis, es decir, las enfermedades que se transmiten entre humanos y animales y de las que existen más de 200.
Entre estas enfermedades, que se conocen desde 1843, se encuentran las reemergentes, aquellas zoonosis que existieron en algún momento pero cuya prevalencia disminuyó y que en la actualidad, por determinadas circunstancias como pueden ser los viajes, el incremento de la producción animal o el cambio climático, han vuelto a tener mayor extensión y mayor prevalencia.
Es el caso, ha dicho, de la fiebre amarilla, una zoonosis que en España prevaleció desde 1902 hasta la década de los 60 pero quedó latente en algunos países de Sudamérica y África y de la que han vuelto a aparecer nuevos focos.
Entre las emergentes, ha citado la malaria, una enfermedad que también afectó a España hasta los años 60 producida por plasmodum falciparum, que utiliza al mosquito como vector, y por otras especies que parasitan solamente al hombre pero que ahora ha emergido con carácter zoonótico a través de reservorios constituidos por simios y que es "mucho más grave".
España, igual que en todos los países mediterráneos, existen en la actualidad zoonosis que provocan graves enfermedades, entre las que destacan las transmitidas por artrópodos, como la que causa el Aedes albopictus (mosquito tigre), y las que provoca la ixodes ricinus (garrapata común) de la que también se ha detectado un incremento en Alemania.
Según la catedrática, en estas enfermedades, la fauna silvestre supone el 75 % de los reservorios.
En este sentido subraya cómo el comercio de animales, la domesticación de nuevas especies, la intensificación de la producción animal, los viajes internacionales, las costumbres gastronómicas o el cambio climático son factores importantes en la generación de nuevas enfermedades.
Sin embargo, reconoce que no se pueden implantar medidas de control generales porque cada zoonosis "tiene su mecanismo de transmisión específico" y "hay que conocer el agente causal, el mecanismo de transmisión, los reservorios, cómo se transmite, etc".
Para ello considera necesario que se reúnan expertos de diversas materias, médicos, veterinarios, biólogos, ecólogos..., que exista una coordinación entre los gobiernos de los distintos países de donde proceden esas zoonosis y se conozcan los mecanismos de transmisión de las enfermedades que están emergiendo para lo que, "sobre todo", hay que fomentar la investigación porque "sin investigación no se puede hacer absolutamente nada".
Y dado que los animales porque son "la principal fuente de infección hacia el hombre", Sánchez apunta que las medidas de prevención frente a las zoonosis tienen que centrarse en éstos; en controlar los reservorios y conocer os mecanismos de transmisión de cada enfermedad.
Sin olvidar que los patógenos "tienen una gran capacidad adaptación" porque "tienen que sobrevivir" y para ello "cambian su morfología, su fisiología, se multiplican" y es "un gran inconveniente para luchar contra ellos" pero el ser humano "también nos hemos adaptado" porque es "una manera de supervivencia. El patógeno trata de sobrevivir pero el hospedador también", ha concluido.
