Redactor de HERALDO DE ARAGÓN

De Plasencia a Ayerbe

Traviesas apiladas hace más de dos años en Plasencia del Monte esperando el inicio de las obras.
Traviesas apiladas hace más de dos años en Plasencia del Monte esperando el inicio de las obras.
Rafael Gobantes

Hay espacios en Aragón que pueden servir de símbolos para entender que el futuro pasa por reconvertir la línea ferroviaria entre Huesca y Canfranc, como el que va desde Plasencia del Monte a Ayerbe. Esos apenas 10,30 kilómetros pueden ser la salida de una carrera que llega hasta Bedous, a 25 kilómetros de la frontera hispano-francesa. Adif aprobó ayer el preludio del contrato de las obras con el suministro de material para la renovación de vía del tramo Plasencia-Ayerbe-Caldearenas, en el marco de las actuaciones de la línea Huesca-Canfranc. El presupuesto previsto llega hasta 1.328.460,52 euros, pero «si no hay material, no hay obra», como cuentan los expertos en el ferrocarril. Eso es como calentar el terreno.

En ese mismo espacio, una empresa francesa Dhamma Energy tiene reservadas más de 300 hectáreas en Plasencia del Monte para instalar el centro de electrofiladores para fabricar el nuevo gas, que moverá el ferrocarril para frenar el cambio climático. Este proyecto fue uno de los cuatro mencionados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el hidrógeno, una forma de energía a cuyo desarrollo se pueden destinar hasta 1.500 millones de euros.

El responsable de esa empresa, Philippe Esposito, ya nos detalló que para producir los 40 megavatios de hidrógeno y llegar hasta los 150, pueden invertir 100 millones y una parte sería financiable.

El camino está abierto y los defensores de la reapertura, como Crefco y Creloc, tienen claro que el futuro de esta línea ferroviaria debe estar ligada a la electrificación. Este mes está prevista una reunión de los cuatro gobiernos implicados para que el Canfranc dé un paso más allá de su estación.

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