Los restos de una mina en Alpartir y de una ermita en Embid de Ariza entran en la Lista Roja del Patrimonio

Se trata de las dos últimas incorporaciones en Aragón que se unen a una casa solariega de Montón y el antiguo palacio episcopal de Calatayud.

Las dos últimas incorporaciones son en la provincia de Zaragoza, en Alpartir y en Embid de Ariza
Las dos últimas incorporaciones son en la provincia de Zaragoza, en Alpartir y en Embid de Ariza
Hispania Nostra.

La Lista Roja del Patrimonio, que elabora la asociación Hispania Nostra, ha incorporado dos nuevas construcciones en suelo aragonés y ambas se encuentran en la provincia de Zaragoza. Se trata de los restos de una antigua mina de plata en Alpartir (Comarca de Valdejalón) y el edificio de la ermita vieja de la Virgen de las Angustias (Comunidad de Calatayud), que a su vez se unen a otras dos de diciembre como una casa solariega en Montón y el antiguo palacio episcopal de Calatayud. En esta relación de bienes, los organizadores explican que se encuentran "más de mil monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores".

Por un lado, el baritel de la mina La Bilbilitana, en Alpartir, es un edificio con forma de tambor de 12 metros de diámetro y de dos alturas. Actualmente, según explican en un comunicado, está en ruinas y no conserva ni el tejado, ni las vigas ni la maquinaria. Es una construcción realizada en mampostería muy desigual recubierta de encalado blanco, que como decoración cuenta con un zócalo en la base con la piedra rojiza vista rodeado por un pequeño banco corrido y grandes ventanales con un marco de ladrillo.

En el interior está el pozo de una sección de 3 metros por 1,45 de sección. Estaba dividido en tres secciones: dos para subida y bajada de material y personal mediante cubos y otro para los tubos de las bombas y trabajos auxiliares. En este edificio se encontraba la maquinaria que permitía el funcionamiento de la mina. Se conservan los restos de una pared del edificio anexo.

Cuando estaba en funcionamiento, la explotación minera contaba, además del baritel, con un edificio para el procesado mecánico del material, varios almacenes y un edificio de tres plantas de cierta suntuosidad para labores administrativas, hoy desaparecidos. Sí que se conserva, explican, la planta de concentración y el 'falso' túnel que se tuvo que realizar en la escombrera del barranco de La Tejeda para prevenir inundaciones.

La importancia de este edificio, insisten, reside más "en el recuerdo de la actividad minera que en su calidad artística". Las minas de Alpartir fueron explotadas en época romana, a mediados del siglo XIX y a principios del siglo XX. Los periodos de explotación durante la etapa moderna fueron muy breves por la escasez de mineral, por problemas técnicos y la mala gestión empresarial que se centraba más en la especulación de la venta de la concesión que en su rentabilidad.

Por lo que respecta a Embid de Ariza, la ermita vieja de la Virgen de las Angustias también está en ruina: no quedan restos de la cubierta, que sería a dos aguas, pero sí las cuatro paredes perimetrales de mampostería, tapial y ladrillo macizo. Se conserva parte del enlucido original en el que se observan cerámicas decorativas entre las formas geométricas. Existe una ventana y hay constancia de más de una docena de enterramientos que datan alrededor de 1835. El origen de la primera ermita que ocupó este lugar se remonta a 1653, cuando una vecina de Embid de Ariza, Margarita Sierra, fallece y deja su legado para la construcción de un humilladero.

A pesar de ser destino de procesiones, acarreaba un mal estado de conservación por lo que recuerdan "se ordenó destruirla" y en 1750 se ordena la construcción de otra ermita con la misma imagen, en cuya pared exterior se puede leer hoy 'Año 1752', dejando la original en desuso por su emplazamiento en un barranco, pero perdurando hasta la actualidad.

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