Tercer Milenio

En colaboración con ITA

PERSPECTIVAS 2022

Manuel González Bedia: "Se están diseñando políticas para dar estabilidad a los jóvenes investigadores"

El investigador considera que la universidad mantendrá un papel relevante en las sociedades venideras si es capaz de preservar que sus miembros cuenten con "espacios de encuentro con el conocimiento".

Manuel González Bedia, en su despacho de la Universidad de Zaragoza.
Manuel González Bedia, en su despacho de la Universidad de Zaragoza.
Aránzazu Navarro.

¿Cómo ha sido el año 2021 para el ámbito universitario?

Comparado con lo vivido durante el confinamiento, se ha vuelto a una cierta normalidad, y muchas metodologías docentes que se tuvieron que imponer entonces, de manera apresurada, se han ido incorporando. Una de las buenas noticias de 2021 es que los fondos europeos del Plan de Recuperación revertirán en la educación superior. Por ejemplo, este año se han lanzado dos ambiciosos planes dirigidos al sistema universitario, uno de movilidad y atracción de talento y otro de impulso a la digitalización.

Una de sus labores es hacer de puente entre el campo universitario y el científico. ¿En qué consiste ese trabajo?

Las universidades son responsables de aproximadamente el 70% de la investigación que se hace en España y su entramado regulatorio genera situaciones que exigen soluciones ajustadas a su realidad (atomización de los grupos de investigación, investigación muy parcelada, poca cooperación interdisciplinar, etc.). Mi tarea se sitúa en el diseño de políticas en ese espacio.

¿Sin más apoyo a la investigación en España se acabará condenando a trabajar siempre fuera del país a estos profesionales?

Históricamente, la distancia del gasto español en I+D con respecto al de países vecinos ha sido sustancial. Sin embargo, en nuestro sistema universitario, y a corto plazo, hay una gran oportunidad, ya que en la próxima década se jubilarán más del 50% de sus profesores. Por esa razón, se están diseñando políticas de retención y atracción de talento para garantizar una renovación de las plantillas que apueste por estabilizar a jóvenes investigadores.

¿Qué rumbo cree que debería tomar la universidad en los próximos años?

Hay múltiples voces que dudan de si una institución con tantos siglos de historia será capaz de adaptarse. 'Universitas' fue, desde su origen, el término con el que se nombró a este gremio que velaba por proteger los intereses de las personas comprometidas con ‘el oficio del saber’. Mi convicción es que la universidad mantendrá un papel relevante en las sociedades venideras siempre que, en su modernización, sea capaz de preservar que todos los miembros de la comunidad académica puedan experimentar intelectual y vitalmente espacios de encuentro con el conocimiento.

¿Cuáles son los principales desafíos que tiene por delante el mundo educativo?

En el ámbito docente, resistirse a competir con instituciones que ofrecen, como alternativa a la universidad, certificaciones de especialización para ser más competitivos en el mercado laboral. La universidad debe preparar profesionales, pero sin renunciar a formar ciudadanos críticos, instruidos y comprometidos. En el ámbito investigador, enfrentarse a la distorsión de evaluaciones obsesionadas con métricas cuantitativas. Se debería supervisar la actividad del profesorado sin devaluar su esencia, la de generar y distribuir nuevos conocimientos y dotar a sus estudiantes de capacidades para interpretarlos.

¿Qué expectativas tiene para 2022?

Espero que las diferentes actuaciones previstas en el Plan de Recuperación en materia científica y académica supongan un impulso que pueda mantenerse. A nivel personal, mi expectativa es, en algún momento, volver a mi plaza en la universidad. La oportunidad de poder dedicarme unos años a la política científica y universitaria llegó sin esperarla, y la experiencia ha sido muy gratificante, inverosímil a veces y, en general, muy intensa. Así que, aunque mi intención es retomar pronto mi carrera académica, de lo observado en los últimos años, tampoco hago muchos planes.

¿Quién es Manuel González Bedia?

Partidario de que la Universidad prepare a profesionales, pero con conciencia crítica y compromiso, cuenta con una plaza como profesor titular en Ingeniería Informática en la Universidad de Zaragoza y es miembro de la Comisión de Coordinación Interministerial en materia de Investigación y subdirector general de Actividad Universitaria Investigadora en el Ministerio de Universidades.

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