Torralba de Ribota culmina 20 años de gestiones y obras para restaurar su Torre Alba

Se han invertido más de 130.000 euros, con apoyo de la DPZ, y el siguiente paso será una exposición permanente.

El alcalde del municipio, Alfonso Puertas, junto a la Torre Alba
El alcalde del municipio, Alfonso Puertas, junto a la Torre Alba
Macipe

La Torre Alba de Torralba de Ribota ya luce un aspecto exterior completamente restaurado. Han sido más de 20 años desde que el Ayuntamiento iniciase las primeras conversaciones para la cesión de este edificio que se encontraba en manos privadas y en mal estado de conservación. Tras una inversión que supera los 130.000 euros, el Consistorio última su adecuación para acoger una exposición permanente y terminar de acondicionar su entorno próximo. Consta de planta calle, dos alturas y terraza a las que se sube por una escalera provisional.

"Ha sido un gran esfuerzo, pero con mucho tesón lo hemos conseguido. Hemos devuelto todo su esplendor a este gran tesoro de nuestro patrimonio arquitectónico", explica el alcalde, Alfonso Puertas. Recuerda lo "frustrante" que era que un edificio así, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y que formaba parte de un recinto fortificado de propiedad pública, "terminase no se sabe cuándo ni cómo en manos de particulares".

Tras unos primeros intentos infructuosos, en 2016 la administración local llegó a un acuerdo de compra con los descendientes de la entonces propietaria. "El único uso que tenía era como palomar y toda la sala de abajo estaba llena de palominos, que tuvimos que sacar cuando la compramos por 12.000 euros, con una ayuda extraordinaria de la Diputación de Zaragoza", dice. Puertas señala que, anteriormente, siendo alcalde Ignacio Yagüe, "se intentó la cesión y se instó al arreglo, pero no hubo forma".

Sin filtraciones

Ya bajo propiedad municipal se establecieron tres planes bianuales con la DPZ, en 2017, 2019 y 2021, en los que se dotaron los trabajos con más de 119.000 euros. "Está completamente recuperada. El tejado ya no tiene filtraciones y se evita que siga erosionando las piedras de dentro a fuera. Ya no entran animales y está bien cerrada", indica. Para ello, un constructor experto -Ángel Millán- les ha proporcionado un portón con gorronera y dos puntos de fijación y un vecino -Félix García- ha donado una cerraja y una llave antiguas.

Inicialmente se pensó en destinar este espacio a oficina de turismo, pero se le quiere dar más usos. "Tenemos que arreglar el suelo y queremos colocar una exposición permanente sobre cultura medieval, relacionada con las jornadas de recreación que hacemos de manera anual", avanza el regidor. Próximamente, se adecuará la plaza que antecede a la entrada.

La llamada Torre Alba, datada entre los siglos XIV y XV durante la Guerra de los Dos Pedros, formaba parte del recinto fortificado que conformaba la localidad y que contaba con cuatros puntos de entrada: por debajo de esta atalaya, el arco del Villano, el de la iglesia y el desaparecido de La Soledad. Cuenta con una planta de 35 metros cuadrados y 20 metros de altura y en sus caras se aprecian aspilleras y saeteras, acordes con su función de vigilancia.

El Ayuntamiento también ultima la adecuación del entorno de este monumento, el barrio del Castillo, con la renovación del abastecimiento, firme y alumbrado. Se extenderá a todo el pueblo con un coste de 90.000 euros.

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