Los vídeos que deja la crecida del Ebro a su paso por Aragón
El presidente de la Comunidad afirma que las "peores previsiones de la riada" no se han cumplido y descarta el desalojo en Pradilla y Boquiñeni.
La crecida del Ebro ya ha puesto en jaque a numerosas localidades de la Ribera Alta, y sus efectos ya se notan en Zaragoza capital. El nivel de las aguas seguirá subiendo este lunes 13 de diciembre y, especialmente, este martes por la tarde, se prevé alcanzar la punta de la crecida. En el fin de semana, el Ebro embravecido ya ha anegado tierras en Novillas, y otros pueblos como Pradilla de Ebro, Boquiñeni, Luceni, Alcalá o Cabañas están en jaque desde el sábado. Actualmente, el agua ya amenaza a barrios rurales de la capital, como la parte baja de Alfocea o Monzalbarba.
Tras una noche "muy larga" después de la evacuación de medio centenar de vecinos en Novillas, el presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, ha lanzado este lunes un mensaje de tranquilidad y ha asegurado que “las peores previsiones de la riada” no se han cumplido. En estos momentos el desalojo de algunas viviendas en Pradilla y Boquiñeni, los dos cascos urbanos que corrían más peligro de inundación ante la llegada de la punta, se ha descartado y, según Lambán, parece “bastante improbable” que ocurra. No obstante, ha asegurado, se van a mantener activados “todos los mecanismos y resortes” por si se produjera alguna emergencia.
Por otra parte, Lambán ha anunciado que junto a la presidenta de Navarra, María Chivite, ya ha trasladado al presidente de España, Pedro Sánchez, la petición conjunta de ambas autonomías de zona catastrófica para la zona que se verá afectada por la avenida. Todavía es pronto para hacer una evaluación de los daños en "cientos y miles de hectáreas" y en explotaciones agrarias, que se tendrán que valorar cuando baje el nivel del agua.
