Los rastreadores militares se incorporan de nuevo este lunes ante la saturación de Atención Primaria

El Departamento de Sanidad ha solicitado de nuevo al Ejército el apoyo de los rastreadores militares para descongestionar Atención Primaria, ante el creciente aumento de pruebas PCR que se registra en los últimos días. El próximo lunes se incorporarán veinte efectivos que, desde el Hospital General de la Defensa, se encargarán de nuevo de comunicar los resultados negativos de las pruebas diagnósticas.

La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha confirmado que los militares volverán a hacerse cargo de esta tarea. De hecho, este jueves envió una carta requiriendo de nuevo sus servicios. Será la tercera vez que la Consejería recurre a este refuerzo, para tratar de aliviar la sobrecarga que acumulan los centros de salud en esta séptima oleada. A la incidencia en alza de la covid se suma el seguimiento y rastreo de los contagios por coronavirus, las campañas de vacunación, la atención habitual y el incremento de consultas por virus respiratorios, propios de esta época del año.

El primer dispositivo que se puso en marcha, denominado operación Baluarte, estuvo activo en Aragón desde octubre de 2020 y hasta finales de junio de 2021. Durante este tiempo su ayuda se tradujo en más de 300.000 llamadas. Se decidió prescindir de sus servicios al bajar la presión por covid, y tras haber participado en el dispositivo durante 270 días. Sin embargo, la Consejería de Sanidad volvió a requerir sus servicios en julio, solo un mes después, cuando la Comunidad registró un "explosivo" aumento de casos. La operación Baluarte II se materializó en menos de 72 horas y se mantuvo hasta finales de septiembre, coincidiendo con el final de la sexta ola.