José Santos Solanas regentaba la pensión Santos situada en la calle de Conde de Aranda de Zaragoza y estaba casado con Juana Aznar, con la que tenía una hija de 10 años. Francisco Aznar, el hermano de Juana, vivía junto al matrimonio desde hacía dos años ya que se encontraba en paro, se había separado de su mujer con la que tenía dos hijos y estaba en tratamiento psiquiátrico. En 1992 una reyerta familiar acabó en crimen.

José Santos murió el 11 de agosto de 1992 tras recibir 34 puñaladas en la pensión que regentaba. Juana se mostró muy dolida por la muerte de su marido y acusó directamente a su hermano, quien confesó el homicidio. Sin embargo, hubo un giro en la investigación. Las contradicciones entre hermanos llevaron a la autoridad judicial a realizar una reconstrucción de los hechos. Además, Juana presentaba heridas y manchas de sangre. Pasados diez días del asesinato de José Santos, la viuda, ingresó en prisión como presunta coautora del crimen.

La verdad sobre la muerte de José Santos solo la conocieron los implicados y la propia víctima. No hubo testigos presenciales y, en el juicio, los hermanos Aznar se acusaron mutuamente.

Francisco Aznar confesó ser el autor de los hechos minutos después de cometer el crimen. Sin embargo, posteriormente, declaró que esa confesión la hizo coaccionado por su hermana. Culpó a su hermana de asestar las 34 puñaladas. Según explicó, él se limitó a quitarle el arma blanca a Juana y luego ella cogió otro cuchillo de cocina y continuó agrediendo a José. 

Por su parte, Juana testificó que aquél día se generó una discusión entre los tres en la cocina del piso. Ella se fue del cuarto y al regresar vio a Francisco matando a su marido.

¿Quién fue finalmente encarcelado? Escucha el podcast y descubre todo lo que sucedió en este crimen de los años 90.

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