Uno de cada 13 bebés nacen antes de la semana 37 de gestación, lo que representa en torno al 8% de los nacimientos de la Comunidad –en 2020 se registraron 8.783 partos–. Coincidiendo con el Día Mundial del Niño Prematuro, que se celebra este miércoles, las familias piden que se conozca esta realidad y que los pequeños "tengan todos los apoyos que necesitan, sin estar peleando continuamente por sus derechos".

Así lo asegura Beatriz Albiac, presidenta de la Asociación de Prematuros de Aragón (Araprem), que surgió en 2015 de la unión de un grupo de madres y padres que se enfrentaron a un proceso "largo y duro" que suele ir acompañado "de muchos miedos e incertidumbres". Las necesidades de estos niños, relatan desde esta asociación, no se acaban cuando reciben el alta, sino que "necesitan un seguimiento y atención médica en sus primeros años de vida e incluso más allá de su escolarización" así como tratamientos para prevenir posibles secuelas o para paliarlas.

En la última década ha aumentado la prematuridad. Para Segundo Rite, jefe de sección de Neonatología del Miguel Servet, hospital de referencia en Aragón en este tipo de atenciones, "el porcentaje se ha incrementado de forma significativa". Son muchos los factores que influyen en la prematuridad, dijo, como una mayor edad de la madre, las técnicas de reproducción asistida (con más embarazos múltiples) o enfermedades maternas, como hipertensión o infecciones.

Respecto a los grandes prematuros, aquellos nacidos entre la semana 24 y la 28 de gestación, "en las últimas décadas se ha avanzado mucho, logrando una supervivencia mayor", indica el doctor Rite, que destaca, al mismo tiempo, la importancia de "disminuir posibles secuelas en el futuro". "Tras su nacimiento –dijo– su circulación sanguínea cambia de forma brusca, sufren situación de estrés metabólico, térmico y es verdad que tanto la supervivencia como el riesgo de secuelas está muy ligado a los problemas que estos niños prematuros pueden tener en estos primeros días de vida". La mortalidad de bebés con menos de 1.500 gramos se sitúa por debajo del 10%. Según afirmó, entre los principales motivos que han conllevado una tasa más alta de supervivencia está la administración de corticoides a la madre con riesgo de parto prematuro y la utilización de surfactante pulmonar, "una mezcla compleja de lípidos y proteínas que tiene como función primordial facilitar el intercambio gaseoso, reduciendo la tensión superficial en la interfase aire-líquido del alvéolo para evitar el colapso de las cavidades respiratorias durante la espiración. Y dentro de la inmadurez pulmonar, este es uno de los principales déficit del pulmón del prematuro".

En el Hospital Universitario Miguel Servet, los niños prematuros supusieron en 2020 más del 9% de los nacimientos (que fueron cerca de 3.500) y unos 50 tuvieron un peso por debajo de los 1.500 gramos. La unidad de Neonatos cuenta con 14 puestos de uci y 31 en cuidados intermedios. Según el doctor Rite, se ha avanzado mucho para conseguir "humaniza"» estas unidades, pero hay que seguir insistiendo en estos planes. Elena Fuertes, supervisora de Enfermería de la uci Neonatal, explicó que están "a pie de incubadora"  y realizan "cuidados centrados en el desarrollo del bebé, con objeto de favorecer el desarrollo neurosensorial y emocional del recién nacido". Estas unidades tienen las puertas abiertas las 24 horas para los progenitores: "Cuando creemos que es posible intentamos favorecer el método canguro o contacto piel con piel, que aporta muchos beneficios: controla la temperatura del bebé, disminuye las apneas y el estrés y refuerza el vínculo afectivo".