Los antiguos cines Aragón se convertirán en un local comercial y 18 apartamentos de alquiler

Bancalé compró hace un año el edificio a la Sareb y está pendiente de la concesión de la licencia municipal.
Su explotación podría incluir un espacio ‘coworking’ y salas para eventos de carácter privado. 

Recreación de la fachada de los antiguos cines Aragón, con la fachada acristalada prevista.
Recreación de la fachada de los antiguos cines Aragón, con la fachada acristalada prevista.
Bancalé

Los cines Aragón se vieron abocados al cierre hace ahora 16 años por la competencia de las grandes superficies y ahora tendrán una segunda vida transformados en un gran local comercial y 18 apartamentos destinados al alquiler. El grupo inversor aragonés Bancalé está pendiente de obtener la licencia municipal de obras, para lo que presentó previamente el proyecto básico de reforma del edificio, situado en la calle Cádiz, el pasado marzo. El objetivo es acometer la inversión millonaria en nueve meses, una vez obtenga los permisos.

La operación permitirá dar nueva vida a este inmueble que en su día fue uno de los reclamos del centro comercial Independencia, conocido como el Caracol, que ha tenido sus vicisitudes antes de acabar en la cartera de este ‘family office’ aragonés especializado en el sector inmobiliario. La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) lo sacó de nuevo al mercado el año pasado y Bancalé se impuso en la licitación por algo menos de tres millones de euros. Dos años antes, la Sareb intentó venderlo por 4,3 millones.

El edificio tiene una superficie de 2.795 metros cuadrados distribuidos en tres alturas sobre rasante al que se accede a través del porche de la calle Cádiz. En su momento contaba con tres salas que componían los Cines Aragón: la más grande daba nombre al negocio que explotó en su última etapa Lauren Films y las dos restantes, Iris y Actualidades.

La pretensión es dedicar la planta baja y la primera a un gran local comercial de 1.401 metros cuadrados, aunque la nueva propiedad está dispuesta a ajustarse a las necesidades del futuro operador y podría reducir la superficie casi a la medida.

De hecho, Bancalé trabaja con distintas configuraciones interiores, de modo que si el futuro negocio necesita menos metros cuadrados se utilizará la antigua sala Aragón, respetando su doble altura original, como un espacio de ‘coworking’ y de servicios aprovechando la demanda que hay de salas para poder organizar comidas o eventos privados. El objetivo es que estén asociados a los apartamentos, aunque también los podrá reservar cualquier ciudadano.

Fuentes oficiales del grupo aragonés indicaron que los pisos, de entre 40,49 y 51,63 metros cuadrados, ocuparán las dos plantas superiores, en las que se ubicaban las oficinas del cine y parte de las salas Iris y Actualidades. Doce de ellos tendrán fachada a la calle Cádiz y los seis restantes, al patio de manzana. En todos los casos, tendrán un dormitorio, un salón-cocina y un baño. El acceso se hará por las antiguas taquillas de los cines Aragón, en una de las entradas al Caracol.

Bancalé confía en poder ajustar el diseño final a las necesidades del futuro operador comercial antes de iniciar las obras, ya que aún deberá presentar el proyecto de obras. La planta baja es diáfana, cuenta con 756 metros y una altura variable de 3,32 y 8,89 metros. Esta última corresponde a la sala Aragón, opuesta a la fachada de la calle Cádiz, donde contaría con un escaparate de 14,5 metros.

La primera planta dispone de otros 575,5 metros útiles y tiene la posibilidad de customizar la zona exterior, otro recurso que lo podría hacer apetecible para grandes marcas aún no asentadas en la capital.    

Bancalé ha retirado la antigua marquesina del BBVA y ha instalado otro cerramiento de cristal.
Bancalé ha retirado la antigua marquesina del BBVA y ha instalado otro cerramiento de cristal.
José Miguel Marco

El grupo inicia la comercialización de la antigua sede del BBVA

El grupo inversor aragonés Bancalé ha iniciado la comercialización de la antigua sede del BBVA, situada junto a la plaza de España, cuya superficie alcanza los 2.639 metros cuadrados repartidos en cuatro alturas. En los dos últimos meses, la propiedad ha dejado diáfano el espacio, ha retirado la marquesina y rehecho la entrada, que ha acristalado, tras pasar por la comisión de Patrimonio pese a no estar el edificio catalogado.

El área destinada a usos comerciales se concentra en la planta baja (1.376 de sus 1.952 m2) y cuenta con otra en sótano. En la operación, destinada al arrendamiento, se incluye de forma opcional las dos plantas superiores, que suman los restantes 687 metros. En este mismo edificio, Coso, 13, se encuentra la sede del Colegio de Ingenieros Industriales.

Fuentes oficiales de Bancalé señalaron que ya se ha interesado alguna entidad financiera y consideraron que podría tener salida para operadores comerciales que no están presentes en la capital, dada su estratégica ubicación, el elevado tránsito de ciudadanos y el hecho de contar con 15 metros de escaparate.

El BBVA sacó a la venta su anterior sede el año pasado a través de la consultora inmobiliaria Savills Aguirre Newman, que convocó un proceso competitivo desde Madrid. J. A.

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