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Sin Barreras 30 Aniversario 2024

Sin barreras

Beatriz Gómez Gil: "Ser maestra de educación especial es un trabajo artesano"

‘Academia de superhéroes’, se lee en la puerta del aula de Beatriz Gómez Gil en el Colegio Público de Educación Especial Jean Piaget de Zaragoza. Nacida en Zaragoza hace 44 años, acaba de ser nombrada Hija Predilecta.

Beatriz Gómez Gil (en el centro), junto a su grupo de alumnos en el Colegio Público de Educación Especial Jean Piaget de Zaragoza
Beatriz Gómez Gil (en el centro), junto a su grupo de alumnos en el Colegio Público de Educación Especial Jean Piaget de Zaragoza
Guillermo Mestre

Nunca pensó que se dedicaría a la educación especial. Encontrar su vocación "me pilló por sorpresa", dice Beatriz Gómez Gil. Siempre le gustaron las ciencias y tenía previsto matricularse en Farmacia en Salamanca cuando alguien le habló de la carrera de Magisterio en Educación Especial. "Me encantó su plan de estudios y acabé siendo maestra, una profesión en la que no había pensado en mi vida" y de la que disfruta desde hace 21 años, porque le encanta su trabajo con su grupo de alumnos del Colegio Público de Educación Especial Jean Piaget. Acaba de serle concedido el título de Hija Predilecta de Zaragoza, que supone para ella "una alegría enorme, sobre todo porque visibiliza el trabajo que hacemos en los colegios de educación especial –tan importantes para estos alumnos y sus familias–, donde no solo estamos maestros, sino también fisioterapeutas, logopedas, enfermeros, monitores de comedor, personal de limpieza, conserjes..., todos formamos un equipo que trabaja unido para mejorar la calidad de vida de nuestros alumnos".

Se les llama especialistas en Pedagogía Terapéutica, pero a ella le gusta la palabra ‘maestra’, un trabajo que define como el de un artesano. "Es un trabajo personalizado, que está en constante adaptación porque cambia niño a niño, año a año, y en el que dejas mucho de ti". Todo se adapta o incluso se fabrica: cuentos, fichas de trabajo... "Un mismo material debe adaptarse a las necesidades de una niña con sordoceguera o a otro con dificultades motrices para agarrarlo", expone.

Más allá de las paredes del aula

Este será su curso número doce en el Piaget, el quinto acompañando al mismo grupo de seis alumnos de entre 10 y 12 años, ya que "es muy importante la continuidad con la misma persona de referencia, que les conoce y sabe qué les sirve, cómo aprenden mejor". Piensa que los colegios de educación especial son como "centros de alto rendimiento para niños con discapacidad intelectual", lugares que congregan a diversos profesionales, en continua formación, y cuyo trabajo "trasciende las paredes del aula, pues "aprenden a deambular, a comer, a hacer sus necesidades, a asearse... y salimos por el entorno: a la biblioteca del barrio o a coger el tranvía". En su opinión, "la inclusión bien entendida es que, cuando nos abandonan, a los 21 años, les hayamos proporcionado las herramientas que les permitirán tener una vida autónoma, algunos como profesionales, otros en su casa, otros habrán aprendido a comunicarse". Personalmente, "estos críos te dan una lección de vida cada día que te hace relativizar otras cosas. La vida de mis alumnos es muy complicada y admiro su perseverancia, a pesar de las dificultades, su ilusión por aprender, su capacidad de adaptación y de superación".

Neska nos trae el sombrero de pensar

Focalizar y mantener la atención de este tipo de alumnado es uno de los grandes retos. La motivación ocupa un lugar central en las clases de Beatriz Gómez, que juega con la música e incluso con la modulación de su voz para mantenerles despiertos, y donde también se usa mucha tecnología. "Son una herramienta con un poder brutal, la tecnologías son como prótesis que amplifican lo que somos, pero siempre que estén dentro de un proyecto con objetivos claros", advierte. Disponen de una pantalla de televisión táctil central que permite trabajar la atención conjunta. Tabletas, iPads y software educativo y terapéutico facilitan el aprendizaje y, muy especialmente, la comunicación. Y también un perro puede convertirse en el mejor elemento motivador. Durante ocho años Gómez ha diseñado y puesto en práctica diversos proyectos de educación asistida con perros. Una golden retriever llamada Neska les acompañó durante cinco cursos, demostrando de qué forma "un perro despierta en ellos un deseo de participar propio, no mediado por ti".

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