Sin barreras

Cándido Sáez: "La clave está en tratar a los deportistas con discapacidad como lo que son: personas"

Se ha retirado de la escuela Candanchú Esquí Club, pero piensa dedicarse "al cien por cien a la discapacidad" desde la Federación Española.

Equipo de deportistas con discapacidad intelectual del Candanchú Esquí Club.
Equipo de deportistas con discapacidad intelectual del Candanchú Esquí Club.
Pyrene Media

Lleva toda la vida entrenando a personas con discapacidad, y junto a ellas ha llegado a las Olimpiadas de invierno de Japón, Canadá, Corea o Austria. Nacido en Alagón (1956), "no tenía ni idea de lo que era la nieve". La mili se la descubrió y "como no podía pagarme los forfaits, pensé: tengo que hacerme profesor". Y empezó a deslizarse.

Estrena su jubilación con la alegría de "seguir trabajado en lo que me gusta". Porque Cándido Sáez Bernal se ha retirado de la escuela Candanchú Esquí Club, pero piensa dedicarse "al cien por cien a la discapacidad", como responsable técnico de Deportes de Invierno para Personas con Discapacidad Intelectual de la Federación Española.

Lleva 46 años de profesor de esquí y, desde que un joven alumno con síndrome de Down, Luis Juan Labarta, se cruzó en su camino, comenzó a centrarse en las personas con discapacidad. "Me lo trajeron sus padres y, aunque el primer día ni siquiera esquié con él, solo le puse las botas y estuvimos sentados en un banco –recuerda–, algo debí de hacer bien –soy el mayor de trece hermanos y tenía habilidades con los niños– porque quiso volver y acabó, en dos años, en Canadá, de campeón olímpico en su categoría". Después se añadieron dos chicos más "y montamos el equipo", por el que, en 40 años, han pasado unos 65 alumnos. Hoy son siete profesores.

Excelentes resultados

El pasado fin de semana cerraron con una carrera social una temporada en la que, pese a la pandemia, la sección para personas con discapacidad intelectual del Candanchú Esquí Club ha podido mantener la actividad, esta vez en Astún. "Ha sido una suerte poder entrenar con continuidad todo el invierno", dice Sáez, al tiempo que agradece a la estación oscense las facilidades que les ha brindado.

El buen trabajo ha dado sus frutos en el Campeonato de España de Esquí Alpino de jóvenes con discapacidad intelectual, celebrado en Sierra Nevada, con todas las medidas de seguridad que impone la situación sanitaria, del 21 al 25 de febrero. El Candanchú Esquí Club concurrió con tres esquiadores y regresó laureado. Marcos Izquierdo Bernal ganó la competición, seguido de Anatoly Remón del Corral, y Antonio Trasobares quedó séptimo en la clasificación. Aunque "la idea no es ser los mejores", sino que lo más valioso es tener la posibilidad de hacer deporte, de convivir, "la verdad es que arrasamos", reconoce, con el orgullo de dejar el equipo más grande y con más nivel, "ningún otro equipo de España funciona así".

El enfoque es, a su modo de ver, sencillo: "Dar la máxima calidad de enseñanza, como al entrenar a personas sin discapacidad", con la misma disciplina de cinco horas diarias "llueva o nieve", un fin de semana cada quince días. "Ellos lo agradecen", señala.

Componen el equipo 22 chicos y chicas aragoneses y también venidos de otros lugares de España, como el País Vasco, Navarra y Madrid. "La mitad del equipo tiene menos de 12 de años y un 40% son chicas", destaca. En cuanto a los perfiles, cada vez son más las personas afectadas por trastorno del espectro autista que se animan a esquiar, un deporte que, "como te aportaría a ti, da libertad, te obliga a esforzarte, con un afán de superación que les va bien a ellos y a todo el mundo". Es lo que lleva toda una vida poniendo en práctica y transmitiendo a otros monitores de enseñanza adaptada. "Dicen algunos que es imposible, pero no es tan difícil. No hace falta paciencia", cree, sino "que te guste tu trabajo, vocación y sentido común"; la clave está en "tratar a los deportistas como lo que son: personas".

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