Aragón acoge ya a 38 refugiados afganos en situación de gran vulnerabilidad
La consejera Ciudadanía y Servicios Sociales, María Victoria Broto ha insistido en la situación de "extrema vulnerabilidad" de estos refugiados, y ha dicho que la primera labor a realizar es "entenderlos y apoyarlos".
La consejera de Ciudadanía y Servicios Sociales, María Victoria Broto, ha expresado su preocupación por la situación de "extrema vulnerabilidad" en la que se encuentran los hasta ahora 38 refugiados afganos acogidos en Aragón, principalmente núcleos familiares huidos de un país que se encuentra "en una situación muy grave, casi de barbarie".
Broto, que ha hecho estas manifestaciones durante el transcurso de una visita a un campamento juvenil en la Comunidad, ha valorado el trabajo realizado por el Gobierno de España para tratar de ayudar a salir de Afganistán al mayor número de personas que tuvieron algún tipo de relación con las autoridades españolas.
La consejera ha asegurado que desconoce el número de afganos que conseguirán huir de su país, pero ha insistido a renglón seguido en que la Comunidad aragonesa acogerá en función de la cifra final de refugiados.
A su juicio, el hecho de que Aragón se haya convertido en la cuarta comunidad autónoma del país en recibir un mayor número de afganos no sólo evidencia la voluntad del Ejecutivo aragonés de solidaridad con personas refugiadas de distintos países en conflicto, sino que muestra el "buen trabajo" llevado a cabo por las organizaciones sociales.
"Hay que decir a la sociedad que estamos encantados de recibir a estas personas, aunque ojalá no hubiéramos tenido que hacerlo", ha destacado la responsable político, que ha expresado su disposición a facilitar en primer lugar su acogida y, posteriormente, su adaptación a la vida aragonesa.
Tras insistir en la situación de "extrema vulnerabilidad" de estos refugiados, ha explicado que la primera labor a realizar es "entenderlos y apoyarlos", y más tarde enseñarles el idioma, escolarizar a los niños y dotarles de tarjeta sanitaria.
"Queríamos ser una sociedad acogedora a la que pudieran venir personas en momentos de necesidad, y, a ser posible, que después pudieran llevar a cabo un proceso de asentamiento en la Comunidad, que siempre hemos dicho que necesita de población".
