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Manuel López-Medel y Báscones: "Debemos recordar a quienes han luchado por Aragón"

Abogado y profesor en la Universidad Camilo José Cela (Madrid, 1962), ha publicado una obra póstuma de su padre, el darocense Jesús López Medel.

Manuel López-Medel mantiene estrechos vínculos con Daroca, donde nació su padre.
Manuel López-Medel mantiene estrechos vínculos con Daroca, donde nació su padre.
Macipe

¿Qué le ha llevado a publicar la obra póstuma de su padre ‘Daroca, Aragón y aportaciones contemporáneas’, dedicada a mosén Jesús López Bello?

El libro es un resumen de la vida y obra de nuestro tío abuelo, mosén Jesús López Bello, también darocense, como mi padre, que estuvo en pueblos de Teruel y Zaragoza en los años treinta. Ya había escrito con mayor abundamiento sobre él dentro de la llamada generación sacerdotal del 27, sobre la que editó un libro en 1994. Debemos ser memoriosos, un adjetivo que me gusta mucho, con las instituciones, cajas de ahorro, sociedades, entidades que han hecho algo por Aragón y España, pero también con las personas más cercanas, como mi padre, mi tío y muchos otros.

Su tío ejerció en Luesma, Torre de Arcas, Bello, Las Cuerlas y Huesa del Común, entre otros lugares. Una figura de cura rural que hoy casi ha desaparecido.

Recorrió estos pueblos de lo que hoy llamamos el Aragón vaciado durante 25 años, los previos a la Guerra Civil y posteriores. Muchos de ellos en bicicleta, con su sotana, como se hacía entonces. La falta de vocaciones también ha vaciado las localidades pequeñas de los sacerdotes y las religiosas que estábamos acostumbrados a encontrar en las parroquias.

¿Qué tipo de episodios encontrará el lector en estas páginas?

Hay anécdotas y referencias muy personales. En Bello, antes de la Guerra Civil, en la Segunda República, el Ayuntamiento tenía en el salón de actos un cuadro del Corazón de Jesús y al alcalde, que era del Frente Popular, le pareció oportuno guardarlo en un almacén, en la carbonera. El Jueves Santo de 1936 los vecinos exigieron su devolución. El episodio lo relató el que era entonces monaguillo de mi tío.

Hay incluso una jota en la zona dedicada a mosén Jesús.

Es una jota reducida a los pueblos del Bajo Jiloca y hace unos días la recordamos con los más mayores en Huesa del Común. Cuando mi padre cumplió 90 años la cantamos en familia con los joteros de la Casa de Aragón en Madrid.

Su padre fue premio nacional de Literatura, académico de Jurisprudencia, medalla de oro de la DPZ... ¿Va a publicar alguno más de sus trabajos?

Cuando ya era bastante mayor estuvo dedicado a unas minimemorias que me gustaría rescatar, revisar y completar con notas. También tengo idea de publicar algo sobre los pregones que hizo como mantenedor de la Semana Santa de Zaragoza y en las fiestas de localidades como Calamocha, Calanda, Játiva y Castillo de Peralada. También escribió sobre Antonio Mingote, marqués de Daroca, con el que eran buenos amigos.

¿Fue profeta en su tierra?

De alguna forma fue profeta en su tierra, aunque quizás, tanto él como muchos otros, deberían haberlo sido más. Eran hombres fundamentalmente regeneracionistas, con un contenido social muy arraigado, nacidos en los pueblos pequeños y pobres de Aragón, que con una capacidad de trabajo extraordinaria lograron una vida de éxito. Mi padre siempre recordaba orgulloso que mi abuelo fue zapatero y luego cartero rural de Daroca.

¿Le inculcó la pasión por Aragón?

Yo tengo mucha relación con Daroca, donde tengo casa, y soy académico correspondiente de la Academia Aragonesa de Jurisprudencia y Legislación, a la que acudo desde Madrid habitualmente. Siempre asistimos a las fiestas de los Corporales.

En la última entrevista en HERALDO su padre decía que algunos de los temas que él reivindicaba, como las comunicaciones, aún estaban pendientes en Aragón. ¿Qué cree que pensaría hoy?

Peleó mucho para acercar la autovía A-23 a Daroca. Pero al final siempre decía que todas las cosas hay que conllevarlas. Es un verbo que le gustaba mucho y que utilizaba Ortega y Gasset cuando discutía con Azaña el estatuto de Cataluña de los años treinta.

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