crisis del coronavirus

Aragón detecta un incremento del consumo de ansiolíticos y antidepresivos durante la pandemia

El Hospital Nuestra Señora de Gracia analiza las prescripciones de psicofármacos en el Sector Zaragoza I respecto a la era precovid.

El Provincial organizó una jornada sobre el impacto de la pandemia en la salud mental, con Miguel Martínez, Javier Moreno, Elena Rebollar, Antonio R. Muñoz, María Pilar Cervera y María Luisa Fombuena.
El Provincial organizó una jornada sobre el impacto de la pandemia en la salud mental, con Miguel Martínez, Javier Moreno, Elena Rebollar, Antonio R. Muñoz, María Pilar Cervera y María Luisa Fombuena.
Guillermo Mestre

Los profesionales llevan ya tiempo alertando del impacto que tiene la pandemia del coronavirus en la salud mental, que se traduce en más episodios de ansiedad, depresión o trastornos del sueño, agravados por los efectos del confinamiento, la incertidumbre laboral o el miedo al contagio. Desde el Hospital Nuestra Señora de Gracia (Provincial), en Zaragoza, han ido un paso más allá y han analizado las consecuencias que ha tenido esta crisis sanitaria sobre la prescripción médica de psicofármacos.

La conclusión que extraen, según adelanta Elena Rebollar, jefa de sección de Farmacia Hospitalaria en este centro, es clara: ha habido un incremento del consumo de medicamentos como antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos o sedantes. El aumento se observa ya en 2020 pero comienza a ser más evidente, todavía, en lo que va de 2021, previendo lo que podría ocurrir el resto del año. El estudio compara la prescripción y consumo de psicofármacos con receta médica en las consultas del Hospital Royo Villanova, del Provincial y de Atención Primaria del Sector Zaragoza I, que los pacientes recogen después en las farmacias. Los datos reflejan que el uso de antidepresivos, ansiolíticos o pastillas para dormir se incrementó el año pasado de manera significativa. "La angustia o el insomnio pudieron aparecer al principio, sobre todo en el confinamiento", una situación nueva que desencadenó "mayor nerviosismo o miedo a no saber qué iba a suceder, a contagiarnos...". Rebollar indica que se observa que en el grupo de ansiolíticos se multiplicó por cuatro el porcentaje de incremento el año pasado, con un 4,93% de aumento en 2020 frente a apenas un 1,32% de subida del año anterior. "Si se mantiene la tendencia del primer trimestre de 2021, podría superar el 10%". Los profesionales han comprobado también que se han recetado más hipnóticos y sedantes, con un incremento del 3,86% en 2020 y una proyección de alcanzar el 6,3% en 2021, respecto a 2019. "La depresión ha aparecido pasado el tiempo, cuando la situación pandémica se ha ido alargando. Es un diagnóstico más tardío, que cuesta más detectar", resume, por lo que el año pasado no hubo un cambio sustancial en la prescripción de antidepresivos. El incremento se observa, sin embargo, en 2021, cuando se podría llegar a duplicar el incremento del porcentaje (11,20%). En 2019 se recetaron 179.822 envases de medicamentos de este grupo en el Sector Zaragoza I mientras que, con la proyección de 2021, teniendo en cuenta la prescripción durante el primer trimestre, se podrían alcanzar los 200.000. "Queríamos analizar cómo se refleja el impacto de la pandemia en la prescripción y consumo de psicofármacos, que son los medicamentos que actúan sobre la actividad mental, que se recetan para trastornos relacionados con la salud mental", resume.

Atenciones por duelos complejos, ansiedad, insomnio, estrés o agotamiento emocional

"Hemos atendido de forma urgente situaciones de duelo, agravamiento de problemas en pacientes con patologías previas en salud mental y casos nuevos. Esto se verá con más claridad dentro de un tiempo, porque faltan muchas personas aún por atender, que han sufrido un empeoramiento por la covid". Así resume María Luisa Fombuena, psicóloga del Hospital Nuestra Señora de Gracia, los efectos de la pandemia: "Hemos tenido un aumento de duelos complejos, de problemas de estado de ánimo, depresivos y ansiedad, insomnio, estrés, agotamiento emocional". Son algunas de las consecuencias de la ‘fatiga pandémica’ que, según la OMS, ha afectado a cerca del 60% de la población.

"Ha habido un incremento notable de personas jóvenes en los servicios de Urgencias y en consultas clínicas de Salud Mental. Se ve claramente la relación entre los problemas laborales, desempleo o baja renta y la salud mental. Tiene una relación directa", asegura Fombuena. "Y todavía faltan por detectar muchas situaciones que vamos a tener que atender en el futuro. Vemos el principio, es solo la punta del iceberg", asegura: "Vamos a tener más casos de personas que no logran superar esos episodios". Tal y como explica, "hay estudios que evidencian que los peores datos se produjeron durante el confinamiento". En ese periodo, apunta, atendieron a pacientes que no tenían ningún problema anterior. Hay también otro perfil de gente "que ya estaba en tratamiento psicológico y cuya situación ha empeorado". Según relata la psicóloga, "existe un porcentaje de personas a quienes la pandemia les ha generado problemas de salud mental, ansiedad, depresión o estrés y necesitan ayuda posteriormente. No es algo puntual sino que se puede prolongar en el tiempo".

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